Sosas: del mejor pan de chocolate a restaurante ‘instagrameable’ en Bogotá
Óscar Mena
Sosas es más que un restaurante de Bogotá. Ubicado en la carrera 13 #96- 77, su entrada se abre como un cofre de cristal, el cual revela su vestíbulo con mesas de mármol, iluminado con luces de neón, que conduce al área principal. Es en ese espacio donde está el bar colmado de un mostrador de licores y donde el mixólogo organiza una muestra de cocteles con sabores colombianos.
A la vuelta de la esquina, la atmósfera cambia a una que se asemeja a un jardín, mientras una exuberante vegetación, espejos y mensajes divertidos en las paredes compiten por llamar la atención de quienes están sentados en los cómodos sofás de terciopelo que brinda privacidad y tranquilidad a sus invitados.
Al otro lado de este espacio hay una vitrina de panes artesanales que dividen la cocina de un comedor privado que tiene una vista privilegiada de la barra y la cocina, la cual está iluminada con lámparas de cobre que cuelgan desde el techo. Y por si fuera poco su baño está adornado con vegetación caribeña y espejos que invitan a hacerse una selfie para subir a sus redes sociales.
El origen de Sosas
Sosas nació como un cheesecake bar en 2017 de la mano de los hermanos Carlos, Javier y Daniela Sosa, quienes inspirados en los postres de su hogar en San Andrés, empezaron a comercializar sus sabores en la capital colombiana. Su popularidad fue en ascenso, al punto de ser elegidos como los creadores del mejor pan de chocolate en Bogotá por los capitalinos y Tulio Recomienda.
Con la llegada de la pandemia, también vino la reestructuración del negocio, en donde los hermanos -junto al chef y amigo de la familia Andrés Neira- diseñaron un concepto gastronómico llamado cocina de autor casual.
“Sosas tiene una experiencia increíble en panadería y repostería. Carlos y Daniela son egresados de la Mariano Moreno, al igual que yo, por lo que decidimos hacer del pan y los postres la piedra angular del restaurante”, comenta el chef.
De ahí que desde el desayuno, hasta la cena se pueden disfrutar platos con pan, como por ejemplo, los perros calientes preparados de pulpo asado con salsa de mayo-trufa, tartufo y queso parmesano, servidos sobre un pan de leche semi tostado o el sándwich cubano con pernil de cerdo curado, jamón, queso mozzarella, pepinillos y chips de papas.
“Otra cosa que nos caracteriza en Sosas es que le damos un valor agregado a cada ingrediente, como dejar en salmuera nuestras carnes o tener nuestros propios encurtidos para darle un sabor único a cada plato”, comenta Neira.
El plato estrella
Sin duda, un plato que reúne aquellos ingredientes únicos de la carta es la Focaccia Saint- Tropez, preparada con un lomo fino de res madurado, servido con champiñones demiglase, pimienta, vino tinto, repollo morado y cebolla crunchy. Todo servido en un pan crocante.
“El secreto de este plato es la combinación de sabores dulces, ácidos y salados que le dan al comensal una sorpresa en el paladar. Además, al igual que todas nuestras carnes, cuenta con una cocción lenta, lo que le da una suavidad que hace que se divida al contacto con el tenedor”, cuenta Andrés Neira.
Y si usted es de platos más suaves, pero igual de sorprendentes, le recomendamos la ensalada de salmón ahumado, queso feta, peras confitadas, vinagreta de mostaza, mezcla de hojas verdes y chips de batatas.
Cócteles de autor
El mixólogo de Sosas rinde un homenaje a los clásicos de la coctelería mundial como, el Negroni -con Tanqueray, Campari y vermouth rosso– y el Mojito -preparado con ron Diplomático Planas y Bacardi Carta Blanca-, así como a la imaginación y la celebración con propuestas originales con el Sosas Celebration, preparado con Tanqueray, mandarina, licor de lychees, agua tónica (si lo pide, prepare su cámara para recibir una sorpresa a la mesa).
Y si debemos recomendar uno por su presentación, preparación y sabor, definitivamente sería el Coachella, preparado con ron Havana 3 años, ron Sailor Jerry, amaretto, azúcar, limón y piña. “A mi personalmente, me gusta el Privé, que viene con Gordons de frutos rojos, Campari, vermouth blanco y tónica”, cuenta el chef Neira.
Sin embargo, sea cuál sea el coctel que pida, el ambiente está más que garantizado, no solo por el sabor de su bebida, sino porque la noche de Sosas cuenta con DJ en vivo de música electrónica (en todas sus variaciones).
Cheesecake de frutos rojos, la joya de la corona
Para cerrar con broche de oro, pida un cheesecake de frutos rojos, postre que inspiró a los hermanos Sosa a empezar este emprendimiento. La frescura de las frutas, la crocancia de su cubierta y su equilibrio de sabores, lo hacen un referente de este restaurante en Bogotá que de a pocos de abre como una propuesta fresca y divertida para pasar los días y las noches en Bogotá.
Por supuesto, también es un lugar perfecto para celebrar un cumpleaños, organizar una reunión casual de la empresa e incluso hacer una reserva de sus chefs para caterings y eventos en la capital.
Precio promedio por persona:
$50.000 pesos
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