¿En qué momento se producen la mayoría de goles en un partido de fútbol?

Revista Diners
“Lo que vale en el fútbol son los goles o lo que es lo mismo: ver el balón en el fondo de la red”. Con este argumento los hinchas dan por terminada cualquier discusión, luego de que su equipo, pese a ser ampliamente dominado, gana un partido.
Por ello sonaron un poco ridículas las tesis de Claudio Coutinho, entrenador de la selección brasileña, luego de la Copa del Mundo en Argentina 78, de que su equipo había sido “el campeón moral del torneo“. El entrenador César Luis Menotti, comentó al respecto:
“Si Coutinho se siente feliz con ello, yo lo felicito. Nosotros los argentinos, fuimos campeones morales durante 20 años de fracasos”.
Y fue exactamente por hacer más goles en el partido contra Perú, que Argentina llegó a la finalísima con Holanda. El nombre del arquero peruano ya está olvidado por todos, pero nadie deja de recordar los nombres de Kempes y Luque, quienes anotaron dos tantos cada uno en la goleada de seis por cero.
Los sagrados goles en el fútbol
El gol es la emoción culminante en un partido de fútbol y su consecución hace que los corazones trabajen de manera más acelerada, que el locutor grite más y que los aficionados se unan en esta auténtica religión universal.
Es la máxima consagración, ha estado bastante más ligado a los latinos, más creativos, más emocionales, de mayor fantasía para hacer que el balón se anide entre las mallas.
El antigol
El gol fue, por ejemplo, más latino en las primeras cuatro Copas del Mundo. En los años de 1930, 1934, 1938 y 1950, por efectuar más y mejores goles, Uruguay e Italia conquistaron dos veces cada uno el torneo.
Sin embargo, esta supremacía era incompatible con el orgullo europeo, sobre todo anglosajón, de quienes inventaron este juego. Para 1954, en Suiza, fueron con la mejor estrategia para ganar una Copa del Mundo: el antigol, es decir, un juego en donde prevalecían la defensa, y en ella, el vigor físico.
Los malnutridos sudamericanos tuvieron así que doblegarse ante la cerrada marcación de los vigorosos alemanes, quienes, de paso, mostraron una estrella que hacía goles, y con ello se llevaron la Copa.
En 1958 y en 1962 resurgiría nuevamente la inspiración latina con Pelé, Garrincha, Didí… y Brasil ganaría por dos veces consecutivas el torneo mundial, hazaña que repitió en 1970.
En 1966 y 1974, por intermedio de Inglaterra y Alemania, los europeos volvieron a ganar la Copa, mostrando más físico que habilidad, pese a que Alemania tuviera figuras como Beckenbauer y Muller.
Curiosa o coincidencialmente, siempre que los europeos se llevaron la Copa, el promedio de goles bajó bastante respecto a otros torneos.
Vuelven los goles
Sin embargo, la Copa del Mundo de Argentina pareció marcar el retorno del gol. Al fin y al cabo Europa, comenzaba a ser víctima de su propia creación: en Holanda se comprobó que cuando los goles son escasos, el público en los estadios también lo es.
Así, en la temporada 1973/74, cuando el promedio de goles era de 3.1 por partido, un total de 12.179 personas asistían a los juegos; cuatro años después, cuando los goles bajaron a 2.79, el promedio de público descendió a 10.159 personas.
No se podría apuntar ninguna otra razón, pues tanto en 1974, como en 1978, el seleccionado holandés fue vice campeón mundial.
El momento del gol
Si el gol es la mayor emoción del fútbol, ¿habría condiciones de definir en qué momento se registra con mayor regularidad?.
Una investigación del periódico L’Equipe, muestra que de un total de 733 goles en el Campeonato Francés, 310 (42.25%) fueron señalados en la fase inicial, contra 423 (57.75%) en el segundo periodo.
En el mayor campeonato regional del Brasil, el de Sao Paulo, de un total de 396 goles señalados en la primera vuelta, 196 (49.50%) lo fueron en la etapa inicial y 200 (50.50%) en la final.
Tales datos muestran que hay más goles en la segunda etapa del partido, aunque en el Campeonato Paulista la diferencia sea de apenas un uno por ciento. Este predominio de la segunda fase también se notó en Colombia en los torneos disputados en los años 80 y 90.
Mientras en el Apertura, de un total de 414 goles 185 fueron señalados en la fase inicial (44.69%) y 229 en la final (55.31%), en el Finalización los 327 goles estuvieron divididos en 143 (43.73%) en los primeros 45 minutos y 184 (56.27%) en los finales.
Lo mismo sucedió en el Octagonal final: de 78 goles, 37 ocurrieron en la fase inicial (47.44%), mientras que 41 (52.56%) en la final. Ello significa que los goles en Colombia ocurren en la misma proporción que en Francia.
Curiosamente en la Copa del Mundo de Argentina el promedio de goles en la primera etapa -53 ó 51.96%- fue mayor que los de la fase final -49 ó 48.04%. Pero, si buscamos el gol en periodos más cortos, de 15 minutos, ¿qué pasa?
El promedio de gol en la actualidad
Las estadísticas anteriormente mencionadas parecen calcadas para los años 2000- 2010 y 2020. A pesar de la implementación de consejos técnicos modernos, los jugadores se decantan con el grito de gol en la segunda parte de los partidos. En especial en los últimos minutos de juego.
Para la muestra vemos los partidos de eliminatoria y ligas europeas donde el 60 % de las anotaciones se hacen las segundas partes y el 40 % de ellos después del minuto 75. Entonces si se está perdiendo el partido de su selección favorita, no se preocupe, pues las probabilidades de ver un gol en el primer tiempo no son tantas comparadas con la segunda parte.
Algunos expertos atribuyen a que la estadística se mantenga al aumento de cambios por equipo -que aumentó luego de la llegada del covid- y el tiempo de hidratación -que son entre 1 y 3 minutos del segundo tiempo-. Y por si fuera poco, la mayoría de goles desde los años 70 al presente son anotados por suplentes.
“¿En qué momento se producen la mayoría de anotaciones en el fútbol?” fue publicado en Revista Diners Ed. 109 de abril 1979