“A los 50 años decidí recorrer Colombia en bicicleta y ha sido lo mejor de mi vida”
Maria Camila Botero
Cuando se monta en una bicicleta, Alcira Mendoza es imparable. “Me siento como una china de 20 años”, dice entre risas esta bogotana de 56 años. Y aunque ese segundo número no la define, sí es importante para hablar de su vida, pues según ella fue hace poco que decidió hacer lo que más le gustaba sin importar si los demás estaban de acuerdo. Desde entonces se ha dedicado a subir montañas, cruzar caminos pantanosos, conocer pueblos escondidos de Colombia y, sobre todo, empoderar a otras mujeres con su ejemplo.
“Puedo decir que los últimos seis años han sido los más felices. La gente cree que cuando las mujeres llegan a los cincuenta y se convierten en abuelas se les acaba la vida. Yo tengo un concepto diferente: empecé a vivir cuando cumplí los cincuenta”, recuerda.
Antes de descubrir en la bicicleta un refugio y un espacio para liberar todas sus cargas, la vida de Alcira era diferente. Vivía con un hombre machista que la maltrataba y la reprimía, así que para sobrellevar esos momentos difíciles recurrió a pastillas para dormir, antidepresivos y medicamentos para la ansiedad. Fue ahí cuando sintió que necesitaba un cambio drástico.
Recorrer Colombia en bicicleta con ‘Curvas en bici’
Poco después de separarse de su marido se encontró con Curvas en bici, un colectivo que motiva a las mujeres a subirse a una bicicleta para mejorar su salud mental y ayudarlas a encontrar el amor propio, la autonomía y el reconocimiento de sus habilidades. Sin pensarlo, Alcira se unió a este grupo de ciclistas.
“Cuando llegaron a mi vida se convirtieron en ese auxilio que necesitaba, por lo que no solo empecé a pedalear con más frecuencia para liberar las toxinas que habían en mi cuerpo, sino que me di cuenta de que hay muchas mujeres como yo a las que les gusta este deporte, pero que no lo practicaban por el bendito machismo. Debido a eso, empezamos a trabajar en ese ámbito porque tenemos los mismos derechos y no somos el sexo débil. Incluso somos más fuertes que los hombres”, asegura.
Ángela Sánchez es trabajadora social y fundadora de Curvas en bici. En 2017, cuando trabajó como guardiana en la ciclovía de Bogotá, notó que las mujeres casi no participaban de estos espacios, así que creó este colectivo para compartir el amor por la bicicleta”. De hecho, de acuerdo con la última Encuesta de Movilidad, por cada tres hombres que recorren la ciudad en dos ruedas, tan solo una mujer se anima a hacerlo.
Con su afán de ver más ciclistas, pasó de tener una comunidad de 4 a 500 mujeres en Bogotá. “No nos dedicamos únicamente a recorrer Colombia en bicicleta. Se trata de un proceso transversal en el que impartimos talleres de mecánica, organizamos actividades de formación en liderazgo, brindamos charlas motivacionales, compartimos experiencias y ayudamos a enfrentar los miedos de movernos por la ciudad y las carreteras del país”, explica la fundadora.
¿Dónde están las ciclistas?
Alcira ha participado en los cuatro viajes nacionales que ha hecho el colectivo. El primero fue en 2018 hacia Santa Marta, donde recorrieron 1.100 kilómetros. Los años siguientes fueron hasta Medellín y Bucaramanga, ambos de 500 kilómetros cada uno. Y el más reciente fue a Ipiales, el recorrido que las llevó hasta Ecuador sin haberlo planeado. Allí fueron alrededor de 1.300 kilómetros y en total, sus aventuras en bicicleta por Colombia superan los 4.000 kilómetros.
En todos estos viajes el común denominador para Alcira y para Ángela ha sido la ausencia de mujeres ciclistas. “En muchos tramos no hemos encontrado ni una sola mujer. Según nuestros cálculos hay apenas un 20 % de nosotras conduciendo bicicleta por carretera”, dice la trabajadora social.
A pesar de esa cifra, ambas aseguran que cada vez ven más mujeres y que su anhelo es que ese número crezca. Por su parte, dan todo de sí mismas en cada uno de los retos nacionales que han cumplido para que más personas se inspiren y se atrevan a hacer eso que más les gusta.
Por ejemplo, en su travesía a Ipiales fueron 13 mujeres las que pedalearon durante los 12 días. Se alistaban en menos de una hora y salían a la carretera montadas en sus bicicletas a las 4: 30 a. m. para cumplir con sus propósitos del día. Para esto, se suelen preparar con seis meses de anticipación, donde buscan hospedaje, rutas y todos los detalles que puedan.
En busca de la igualdad de género
No todo es sencillo para estas mujeres, pues de acuerdo con Ángela lo más complicado es conseguir patrocinios que las ayuden con implementos. “Algunas marcas dudan de que completaremos el trayecto. A veces nos preguntan si vamos a viajar con un hombre y cuando les decimos que somos solo nosotras y que no tenemos entrenador, se desaparecen”.
Por lo tanto, consideran que hay una brecha de género muy amplia en los escenarios deportivos para las mujeres y que por eso mismo ha sido muy difícil visibilizar Curvas en bici.
Pero estas puertas cerradas solo las impulsan a llegar a más destinos para que otras mujeres se animen a acompañarlas. “Seguiremos con la lucha hasta que veamos igualdad de género y se acaben los estereotipos con la edad, porque nosotras no caducamos ni a los 30 ni a los 50 años”, puntualiza Ángela.
El detrás de cámaras
Cambios bruscos de clima, trochas difíciles, pinchadas, heridas e intoxicaciones son algunas de las situaciones que dificultan los trayectos de estas mujeres. A pesar de eso, no dejan que nada las detenga.
Alcira recuerda que las últimas etapas del viaje a Ipiales fueron muy complicadas para ella. “Tenía los músculos tensionados y la zona íntima muy quemada, hasta el punto en que sangraba. Además, una noche me intoxiqué y me la pasé vomitando, pero a pesar de eso al otro día me levanté a pedalear porque no podía permitir que nada me impidiera llegar. Todo depende del amor y de la berraquera que tú le pongas”.
Los planes para el futuro
En marzo de este año, cuatro integrantes de Curvas en bici pedalearán durante dos meses por Italia, España y Francia. Su objetivo es visibilizar el proyecto en otro continente y compartir la cultura latina, como asegura Ángela. “Queremos dejar una huella colombiana bien sentada de que las mujeres acá somos fuertes y que Colombia no es solo violencia”, dice.
Alcira aún no está segura de su participación en el reto, aunque no lo descarta. “De pronto a último momento me endeudo y las sigo”, dice con picardía. Lo que sí tiene claro es que el equipo contará con su presencia por mucho tiempo más: “Van a tener que aguantarme porque montaré bicicleta con ellas hasta que me muera”.
De igual forma, invita a otras mujeres a que se arriesguen a hacer lo que las apasiona. “El trabajo es importante, claro, pero siempre hay que sacar tiempo para lo que nos mueve. En cualquier momento puede llegar la muerte y no quiero que eso pase sin que haya aprovechado al máximo cada momento. Yo sé que mi vida está allá afuera esperándome encima de una bicicleta, por eso siempre que tengo una oportunidad aprovecho para salir a hacer eso que me hace feliz y ustedes pueden hacer lo mismo”.
Si usted está interesada en practicar este deporte con otras mujeres, Curvas en bici tiene planes para rodar por Bogotá y por toda Colombia durante. Haga clic acá para más información.