5 claves para entender, prevenir y tratar la miopía infantil

Las consultas por miopía infantil aumentaron durante la pandemia a causa de la virtualidad. Un optómetra compartió algunos consejos para tratar esta enfermedad.
 
5 claves para entender, prevenir y tratar la miopía infantil
Foto: Andrea Piacquadio en Pexels
POR: 
Revista Diners

¿Sabía que los primeros diez años de vida son fundamentales para el desarrollo del sistema visual? Es por eso que los especialistas recomiendan mayor cuidado para detectar a tiempo enfermedades como la miopía infantil. 

De acuerdo con el optómetra y coordinador de educación para Essilor Colombia, Germán Peña, la miopía se define como “un defecto refractivo por el cual la mayoría de las personas ven borroso de lejos, pero muy bien de cerca”. Además, explica que a causa de la pandemia las consultas en niños han aumentado. 

“Antes de la pandemia había estudios que decían que para el año 2050 por lo menos el 50 % de la población sería miope. El problema es que a causa del confinamiento, tanto los adultos como los niños, tuvieron que pasar más tiempo frente a una pantalla. Esta exigencia visual ocasiona que los índices de miopía se incrementen”, explica.

Para entender mejor de qué trata la miopía infantil y qué pueden hacer los padres para evitar que esta siga aumentando, el doctor Peña compartió con Diners cinco puntos que hay que tener en cuenta sobre la enfermedad.

Miopía infantil
Foto: Pixabay / C.C. 0.0

1. Identificar las señales

Algunos de los síntomas que se relacionan con la miopía son la necesidad del niño de fruncir el ceño o entrecerrar los ojos para enfocar algo. No espere a que su hijo vaya a usted diciendo que ve borroso, es importante prestar atención a estos detalles. 

2. Usar gafas correspondientes a la edad del niño

No es secreto que los niños ven el mundo diferente a los adultos, tanto de manera literal como simbólica. Sin embargo, no es sino hasta hace poco que este concepto se tiene en cuenta a la hora de recetar unas gafas para tratar la miopía, pues antes las de los adultos eran las mismas para los niños, solo que con un montaje más pequeño. 

Por fortuna, gracias a la tecnología se han diseñado lentes acordes a las necesidades de cada edad y teniendo en cuenta factores como la estatura, el tamaño de la cara y la inclinación. Por ejemplo, mientras los adultos mantienen su mirada al centro, los niños miran por la parte superior de las gafas, es por este motivo que la forma del lente debe ser más profunda, el borde superior más curvado y el ángulo de separación más amplio.

3. Recomendaciones para que la miopía no aumente

Para que la miopía no crezca de manera exponencial se recomienda que los niños se expongan a la luz solar al menos dos o tres horas al día. No es necesario que sea una tarde soleada sino que practiquen actividades al aire libre. 

Además, como no podemos apartarnos de la comunidad digital en la que vivimos y de las pantallas que nos rodean, es necesario realizar pausas activas varias veces al día. Procure que en esos momentos el niño mire a una distancia superior de seis metros. Un ejemplo puede ser asomarse a la ventana y observar un árbol lejano. De esta manera el músculo cristalino se relaja y enfoca mejor.

4. Seguir el tratamiento para evitar complicaciones a largo plazo

Hoy en día hay muchos tratamientos fuera de las gafas especializadas para corregir la miopía. Existen lentes de contacto blandos, rígidos e incluso un medicamento para niños que evita que esta enfermedad tenga un crecimiento exagerado. 

Es importante seguir el tratamiento porque si no se hace de manera adecuada no solo el nivel de miopía se incrementa, sino que las probabilidades de tener complicaciones visuales en el futuro son mayores. Algunas de ellas son las cataratas, desprendimiento de retina y glaucoma (daño del nervio que conecta el ojo con el cerebro).

5. Exámenes y chequeo periódico

Con controles adecuados, visitas al especialista y el tratamiento correcto, las probabilidades de reducir o no dejar avanzar la miopía son altas. Es necesario que se les realicen exámenes visuales a los niños desde que nacen e, idealmente, una vez al año. De esta manera se garantiza el correcto desarrollo del sistema visual de los más pequeños y en caso de que se identifiquen problemas, se pueden corregir antes de llegar a la adultez.

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noviembre
11 / 2021