¿Cómo afecta el covid a largo plazo la cabeza y la mente?
Revista Diners
El covid no termina con una prueba negativa. Al menos así lo reveló un estudio reciente publicado en la revista científica The Lancet Psychiatry, que después de seguir durante 6 meses a 236.379 pacientes mayores de 10 años encontró importantes secuelas neurológicas y psiquiátricas.
Desde el inicio del aislamiento sabíamos que la falta de interacción social nos pasaría factura en la salud mental. Sin embargo, este estudio demostró resultados más específicos, como que 1 de cada 3 personas presentó problemas neurológicos o psiquiátricos en los seis meses posteriores de haberse infectado con covid.
Así mismo, especifica que 33,6% de las personas que participaron en el estudio presentaron algún diagnóstico neurológico o psiquiátrico, que el 17,4% mostró trastornos de ansiedad, el 1,4% trastorno psicótico, el 2,1% infarto cerebral, el 0,7% demencia y el 0,1% parkinsonismo.
Estos datos surgen de la investigación denominada Resultados neurológicos y psiquiátricos a los 6 meses en 236.379 sobrevivientes de covid-19: un estudio de cohorte retrospectivo utilizando registros de salud electrónicos, que fue llevado a cabo por la Universidad de Oxford de Reino Unido y que analizó —durante el 20 de enero y el 13 de diciembre de 2020— los datos de personas que habían padecido la enfermedad (estadounidenses en su mayoría).
¿Cuál es la población que presenta mayor riesgo?
“Los pacientes que estuvieron hospitalizados o tuvieron presentaciones más graves son los que desarrollaron más cuadros de trastornos del ánimo, estrés postraumático y tuvieron más compromiso a largo plazo, mientras que los que cursaron casi asintomáticos experimentaron consecuencias más leves”, explica Roberto Amon, especialista en Psiquiatría de adultos y profesor asociado de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes (Chile) en un foro organizado por la División Upjohn del laboratorio Pfizer y en el que se analizaron en detalle las conclusiones de este estudio.
Además, advierte que la sintomatología aumentó con la edad, fue más presente en el sexo masculino y hay más probabilidad de desarrollar esto si ha habido una patalogía neurológica previa.
Por su parte, José Manuel Santacruz —psicogeriatra, presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría y profesor de la facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana— resaltó que el personal de salud tiene un riesgo más alto de padecer estas complicaciones psiquiátricas.
“No siempre somos los mejores pacientes y lo mejor es estar en buenas condiciones para poder seguir ayudando. Es importante seguir las recomendaciones”, agregó.
Señales de alarma
“Cuando se piensa en las complicaciones neurológicas por covid-19, básicamente estas se dividen en tres tipos: las enfermedades neurológicas previas —que tienen mayor riesgo de complicaciones y de mortalidad a causa de la infección— como los pacientes con Alzheimer”, señala Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva del Instituto de Investigaciones Neurológicas Fleni, de Argentina.
En segundo lugar —agrega—, están las complicaciones neurológicas del covid-19 agudo, como la anosmia (pérdida de olfato), la ageusia (pérdida del gusto), el accidente cerebrovascular (ACV), el síndrome de Guillain-Barré —trastorno poco común que hace que el sistema inmunitario ataque el sistema nervioso periférico— y las neuropatías.
Y por último, menciona la tercera fase, que se conoce como ‘long covid’ o ‘post covid’. “Se caracteriza por la persistencia de sintomatología neurológica una vez que pasa el episodio agudo y la posibilidad de agravamiento posterior o aparición de sintomatología neurológica”, puntualiza.
¿Cómo pedir ayuda?
Los expertos coinciden en que aunque esta investigación es contundente, no hay que asustarse ni entrar en pánico, pues gracias a estas revelaciones hay más oportunidades para tratar el problema a tiempo. Por lo tanto, lo más recomendable es tener en cuenta las señales de alerta y acercarse a un especialista.
Algunas de las estrategias recomendadas por el doctor Santacruz para cuidar la salud mental son mantener rutinas regulares y con un horario equilibrado entre vida personal, trabajo y estudio, dormir 7 a 8 horas por noche, limitar el consumo de café y alcohol, mantener el contacto social de manera segura, hacer ejercicio al menos 30 minutos cada día, llevar una dieta saludable y no caer en la desesperanza.
Por otra parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda disminuir el tiempo dedicado a mirar, leer o escuchar noticias, para así minimizar el riesgo de presentar síntomas de ansiedad o angustia. Además, destaca que es importante protegerse a sí mismos y brindar apoyo a otras personas, como por ejemplo, llamar por teléfono a los que puedan necesitar asistencia adicional.
Sobre la investigación
Para la realización de este análisis retrospectivo, se utilizaron datos obtenidos de la red de registros de salud electrónicos TriNetX Analytics Network, una base de datos con más de 81 millones de pacientes que registra en forma anónima información de historias clínicas electrónicas de 62 organizaciones de atención médica, principalmente en los Estados Unidos.
La investigación, llevada a cabo por el Dr. Maxime Taquet y colaboradores de la Universidad de Oxford, abarcó, por un lado, a un grupo de pacientes mayores de 10 años que tuvieron un diagnóstico de covid-19, otro conjunto compuesto por personas diagnosticadas con gripe (influenza) y el restante grupo de control incluyó pacientes que habían padecido cualquier infección del tracto respiratorio en el mismo período, incluida la influenza. En sus conclusiones, se vio que la mayoría de las categorías de diagnóstico fueron más comunes en los pacientes que tenían covid-19 que en los que tenían influenza u otras infecciones del tracto respiratorio.
El grupo de personas que habían cursado la infección por covid-19 se dividió en subgrupos o cohortes de pacientes que no fueron hospitalizados (190.077 individuos), los que sí fueron hospitalizados (46.302), los que requirieron ingreso a una unidad de terapia intensiva (UTI – 8.945 pacientes) y, finalmente, los que recibieron un diagnóstico de encefalopatía (6.229).
Se valoraron 14 afecciones neurológicas y psiquiátricas tales como la hemorragia intracraneal, accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, parkinsonismo, síndrome de Guillain-Barré, trastornos de nervios, raíces nerviosas y plexos nerviosos, enfermedad muscular y de la unión neuromuscular, encefalitis, demencia, psicosis, trastornos de ansiedad y del estado de ánimo y trastorno por uso de sustancias e insomnio.
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