3 marcas colombianas de moda para cuidar el agua

Aunque no son las únicas, estas marcas colombianas de moda se destacan por su propuesta amigable con el medioambiente. Le contamos su presente y futuro.
 
3 marcas colombianas de moda para cuidar el agua
Foto: Cortesía Marcas, 2022
POR: 
María Camila Londoño Dueñas

La revolución ambiental -o ecologismo- se inició aproximadamente en los años 50, y una de sus consignas era apoyar el uso adecuado y eficiente de los recursos naturales disponibles en nuestro planeta, como cuidar el agua.

Dicho movimiento se originó bajo 3 pilares primordiales: la reducción de la contaminación para mejorar la vida urbana, la conservación y regeneración de los recursos naturales y la preservación de la vida silvestre.

El movimiento contó con el apoyo de biólogas como Rachel Carson, quien expuso el efecto negativo de las actividades humanas sobre el medio ambiente.

Rachel Carson
Foto: Orionpozo/ Flickr/ (CC BY 2.0).

Cuidar el agua y otros recursos

Carson escribió el libro Silent Spring (Primavera Silenciosa) como protesta a las actividades que malversaron el medio ambiente tras testificar una serie de acontecimientos que ocurrieron en 1954, cuando 23 de los tripulantes de un buque pesquero, conocido como Daigo Fukuyü Maru, fueron expuestos a la radiactividad luego de que se probara una bomba de hidrógeno en el atolón Bikini, Islas Marshall.

 Silent Spring (Primavera Silenciosa)

Este libro se convirtió en la biblia para los ecologistas modernos, pues, además, se documentaba todo lo ocurrido con respecto al cambio climático y los diferentes problemas que tenía el medio ambiente de la época, al igual que The population Bomb (La bomba demográfica) de Paul R. Ehrlich en donde se comenzó a entender el impacto de la raza humana en el medioambiente.

La contaminación en la industria de la moda

Gracias al efecto social del movimiento se hicieron visibles problemáticas ambientales como la lluvia ácida, el cambio climático y el agujero en la capa de ozono.

Aunque la industria petrolera es la principal responsable de la contaminación, la de la moda es la segunda, y diferentes movimientos ambientales han procurado algunos cambios de mentalidad en varios campos. Esto incluye la regulación de prácticas, procesos y formas de comunicarse en el mundo de la moda.

Algunos de los procesos que más contaminan en la moda pasan por el manejo de textiles, para los cuales se utilizan tintes químicos, también la descomposición de fibras, al estar expuestas a diferentes procesos industriales.

Por otro lado, se ocasionan alta cantidad de CO2, afectando las fuentes hídricas, el aire y de la misma manera la agricultura, pues se usan pesticidas en la creación de materias primas.

Así mismo, la moda rápida o fast fashion, un fenómeno conocido por la creación en masa de productos buscando seguir las tendencias de temporada, genera sobreproducción y desperdicio de gran cantidad de productos que utilizan textiles sintéticos con materias primas poco sostenibles. Algunas de las abanderadas de la moda rápida son Zara (Grupo Inditex), Topshop, Forever 21, Stradivarius o Mango.

Para contextualizar

La industria de la moda produce el 20 % de la contaminación industrial en fuentes hídricas alrededor del mundo.

También las fábricas de poliéster generan alrededor 924 billones de Kg de CO2 anualmente en 2020, según la ONU. Esta contaminación contribuye significativamente al calentamiento global y ha enfurecido a los ambientalistas y ecologistas contemporáneos, quienes presionan a la industria para hacer cambios efectivos y eficientes prontamente.

Marcas como Adidas, Stella McCartney, Prada, H&M y Versace, unieron sus fuerzas para fijar un pacto ambientalista que busca regular los procesos de contaminación con respecto a su producción y distribución, actividades tanto dentro y fuera de la empresa que impactan el medio ambiente.

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La moda eco

El replanteamiento no solo ha surgido desde la misma industria, sino que las nuevas generaciones apoyan y se inclinan por consumir marcas que tienen un compromiso ecológico, ya que el 61 % de los millennials está dispuesto a pagar más por un producto sostenible y ecológico, según un estudio hecho por GlobalWebIndex.

En Colombia cada vez son más los esfuerzos por crear diseños y productos sostenibles, en Diners les contamos sobre 3 marcas colombianas comprometidas con cuidar el agua y el medio ambiente.

1. Vici Mare

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Foto: instagram.com/vicimarewear/

Vici Mare es la creación de María Vernaza y Sofía Mora, dos arquitectas egresadas de la Universidad de los Andes. A través de su marca buscan crear una comunidad que de las herramientas para contribuir a diferentes causas proambientales.

El ADN de Vici Mare se basa en la sostenibilidad industrial. De esta manera Vernaza y Mora apoyan a la Fundación Natura, una ONG que en Colombia desarrolla diferentes proyectos de conservación ecológica y cuidado del agua esto junto a los objetivos de desarrollo sostenible expuestos por la ONU.

Además, Vici Mare trabaja con madres cabeza de familia en su taller, esto resulta un valor agregado de su propuesta, ya que genera trabajo y de paso crea un desarrollo estabilidad económica en cada uno de estos hogares.

Cuidar el agua con materias primas nacionales

Los productos de Vici Mare tienen un impacto ambiental importante que comenzó con el uso de materias primas nacionales.

Sin embargo, su línea de vestidos de baño está confeccionada con telas importadas de Italia, en donde encontraron un producto a base de residuos hallados en el mar, principalmente nylon de redes de pescar, conocido como econyl. Este material llega a Colombia a través de Aquafil, un grupo que trabaja con firmas como Kering, Chanel, LVMH, Inditex y H & M.

En Vici Mare se produce por demanda, de esta manera se reduce la sobreoferta y por ende, el desperdicio. De igual manera tienen una línea de venta de camisetas, sin ánimo de lucro, cuyas ganancias van en su totalidad a la Fundación Natura, constituyéndose como empresa solidaria con causas ambientales.

Vici Mare tiene gran acogida por los consumidores y así es como toda su operación e iniciativas reflejan una identidad de marca coherente vendiendo un estilo de vida y basada en sus tres casas, ya que todo es un círculo establecido por la coherencia:

Cuerpo, alma y cabeza, a partir de la afirmación de que el cambio comienza desde adentro “nuestros somos nuestro propio hogar” como lo cuenta María Vernaza.

Wata: “Evolución es Revolución”

Wata
Foto: instagram.com/bywata/

Wata fue creada en 2019 por Simón Román, Miguel Gutiérrez, Santiago Barriga, Pablo Estrada y Víctor González, quienes creen en la idea de impactar positivamente el medio ambiente desde la industria textil.

La marca tiene un crecimiento sostenible basado en la adaptación de sus productos a las necesidades del consumidor con conciencia ambiental. Wata produce billeteras, gorras, maletas, camisetas, sacos, chaquetas y tapabocas.

Por otro lado, es una de las pocas marcas en Colombia que cuenta con certificados de buenas prácticas ambientales, entre los cuales están:

El Global Recycled Standard, OEKO. TEX STANDARD 100, The Global Compact, Higg Index y Organic Textile Standard- GOT- Global.

Materiales para cuidar el agua y los recursos naturales

De ahí que Wata es una marca completamente sostenible, desde la producción de sus productos a base de materiales reciclados o reutilizados al 95 %.

“Está el poliéster producido de botellas plásticas, algodón orgánico, algodón recuperado. También Tencel, textil orgánico hecho de la pulpa de eucalipto de cultivos sostenibles. Y Piñatex, material similar al cuero hecho de desechos del cultivo de la piña”, afirmó Simón Román.

El uso de nuevos textiles ecológicos no es lo único que los hace diferenciar. Su impacto social genera alianzas para ayudar a diferentes grupos vulnerables de Colombia.

Ata Felting Design: el futuro en lo ancestral

Ata Felting Design, cuidar el agua
Foto: instagram.com/ata_felting_design/

María Lucía Londoño es fundadora de Ata felting Design y diseñadora de la Universidad de los Andes. Se enamoró de la técnica ancestral del fieltro, que consiste en que por medio de humedad, jabón y fricción, se abran las microescamas del vellón de lana o vellón que se enreden, encojan y unifiquen para crear un textil.

Buscó a Constanza Téllez, quien había aprendido este arte en Estados Unidos y Chile. Ella la inspiró y le enseñó esta técnica que le permitió mejorar los procesos de implementación del fieltro en el diseño colombiano.

Además, María Lucía decidió trabajar con Laura Lasso para crear la marca Ata Felting Design. Esta marca busca incorporar los tejidos ancestrales con nuevos procesos y estéticas, dándole a la lana y el fieltro una nueva moda y textura.

Cuidar el agua desde tejidos ancestrales

Sus textiles son tintados a partir de víveres como el aguacate, espinaca, repollo y café. A partir de estos procesos innovadores.

Ellas buscan impactar a nivel social y ambiental, ya que trabajan con materiales artesanales y generan empleo justo para las comunidades involucradas. Para la muestra está el colectivo de mujeres de Sutatausa que busca generar conocimiento y empleo alrededor de la técnica del fieltro.

Sus piezas varían entre vestidos hasta sacos, todos ellos de lana vegetal y diferentes materiales biodegradables y reciclables.

La exclusividad en cada uno de los diseños y sus empaques ecológicos buscan dar “un nuevo paso hacia el upcycling”. También conocido como supra-reciclaje, que consiste en aprovechar todo los materiales reciclables disponibles. Para crear productos con un mayor valor que el producto original, concluye María Lucía Londoño.

         

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marzo
22 / 2022