Estrés en 10 síntomas físicos y emocionales
Revista Diners
Del estrés se han dicho muchas cosas. Que es una respuesta natural del cuerpo a algunos estímulos, que nos permite mantenernos alerta y que puede provocar otras enfermedades.
Lo cierto es que es muy difícil de controlar porque puede estar asociado a las cosas que vive cada persona en su día a día, por lo que la respuesta puede ser diferente ante cada situación.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una respuesta del cuerpo que se ha desarrollado desde hace millones de años para alertar a las personas ante una amenaza. Sin embargo, ya no hay que escapar de depredadores que amenazan nuestro bienestar.
Esto produce que suframos síntomas físicos y emocionales que pueden ser perjudiciales a corto, mediano y largo plazo. Para evitar estos picos es necesario identificar los signos que nos indican que algo no está bien.
El médico funcional, Carlos Jaramillo, autor del libro El milagro antiestrés, reveló información que puede ser útil para ver cuáles son las señales que está enviando nuestro cuerpo para evitar una crisis de estrés.
A continuación, vea el estrés en 10 síntomas físicos y emocionales:
1. Cansancio
Sentir cansancio constantemente es uno de los signos principales. Según el doctor: “El sistema de adaptación al estrés hace parte del sistema neurológico del cuerpo humano, donde permite hacer toda la activación energética”.
Cuando no se descansa bien, el cortisol, que es una hormona que se produce cuando hay estrés, pero que permite reaccionar ante ciertos estímulos se produce desequilibradamente, se comienza a producir de forma errática, debido a la mala adaptación al descanso, además, se dan alteraciones que no permiten que el cuerpo se recupere apropiadamente.
Esto hace que se genere mayor cantidad de esta hormona en la noche, cuando no se necesita un pico de producción, y no en la mañana, que es cuando lo necesitamos para funcionar bien durante el día. Esto a la larga hará que no se pueda dormir bien y se sienta cansado durante el día.
2. Somnolencia
Este signo está ligado al cansancio. “Muchas veces durante el día no estamos produciendo el pico de cortisol que necesitamos y muchas personas lo producen de noche, cuando el cuerpo debería estar recuperándose y preparándose para hacer otros procesos que solo ocurren cuando el cuerpo está en estado de calma absoluta”, explica el doctor Jaramillo.
El estrés constante al que estamos sometidos no permite que alcancemos este estado de calma, lo que puede hacer que gran parte del día las personas sientan sueño y agotamiento, mientras que en la noche se pueden sentir más activos.
3. Insomnio
El anterior signo se conecta con este. Según cifras de la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño, 4 de cada 10 colombianos sufren de este trastorno que no les permite conciliar fácilmente el sueño.
“Debido a todos los estímulos que tenemos constantemente en el día, a muchas personas les cuesta dormir en la noche. Por eso sucede el insomnio de conciliación, que es la imposibilidad de dormir y el insomnio de reconciliación, que ocurre cuando la persona se despierta en medio de la noche y no se puede volver a dormir.
Este signo ocurre como respuesta a esa imposibilidad de adaptarse a los ciclos de sueño producidos por el estrés.
4. Calambres
Las contracciones musculares son otro signo de alerta de nuestro cuerpo sobre el estrés. Según explica Jaramillo, el cortisol y la adrenalina tienen balance con minerales del cuerpo como el sodio, potasio y cloro, que hace que se produzcan reacciones en el hígado.
El balance entre el potasio y el magnesio es fundamental para que haya un buen funcionamiento muscular. Al haber un desbalance entre ellos, pueden aparecer los calambres y los tics en diferentes partes del cuerpo.
5. Cefalea
El dolor de cabeza ocurre porque al haber estrés, el cuerpo está en estado de alta excitación, lo que hace que muchas personas tengan contracciones en los músculos de la mandíbula. Esto ocasiona bruxismo, que a la larga deriva en dolores de cabeza.
Otra de las razones por las que se pueden generar estos dolores es cuando se pierde la capacidad de adaptarse al estrés y se afecta la desintoxicación de las sustancias de la cabeza.
“Cuando las personas pierden esta capacidad, no pueden entrar en los estados de desintoxicación del cuerpo, que ocurren en la noche cuando el cuerpo está descansando. Al no poder hacer esto, junto a la tensión de los músculos faciales, termina en dolores de cabeza o migrañas”, explica Jaramillo.
6. Depresión
En el cuerpo debe haber un equilibrio entre los neurotransmisores excitatorios y depresores, para que pueda entrar fácilmente en estados de alerta y descanso. Cuando se está estresado, este equilibrio se pierde y los neurotransmisores como la serotonina no se producen correctamente lo que hace que se pueda llegar a estados de depresión.
“La solución en estos casos no son los antidepresivos, sino encontrar el equilibrio en el sistema de adaptación al estrés”, comenta Jaramillo.
7. Problemas digestivos
Todos los procesos digestivos tienen una conexión directa con el cerebro, lo que controla las funciones y los procesos que permiten que se digiera bien la comida. Cuando una persona está en estrés constante, esa conexión se corta y termina ocasionando fallos digestivos.
“Muchas veces terminan diciéndole a las personas que tienen colon irritable y lo que realmente tienen es una mala adaptación al estrés, que se manifiesta en problemas digestivos”, dice Jaramillo.
8. Disminución de defensas
Cuando el sistema parasimpático, del que dependen todos los procesos de digestión, recuperación y desintoxicación del cuerpo, se apagan o funcionan mal, es posible que una persona se enferme más fácil.
“Es posible que aparezca cualquier tipo de infección, porque la disminución de las defensas hace que el cuerpo se enferme más fácilmente, lo que es muy grave porque no hay forma de que el cuerpo se proteja solo de esto”, añade Jaramillo.
Lea también: El milagro metabólico: “Hay que tener una relación sana con el azúcar”
9. Alteraciones en el peso
Subir o bajar súbitamente de peso es otro de los signos que hay que tener en cuenta. El cuerpo, al momento del descanso, también recupera tejido muscular, por eso, cuando se está crónicamente estresado, es posible que esto no ocurra y eventualmente se empiece a experimentar pérdida de peso.
También sucede lo contrario. Al tener menos masa muscular es posible que se acumule más grasa; esto sucede porque al estresarse, la glucosa va a la sangre para permitir que se pueda reaccionar ante cualquier estímulo. “Como las personas no se están preparando para correr de una amenaza sino que están sentados estresados por el trabajo, la glucosa se termina metabolizando en grasa y se acumula en el cuerpo”, agrega Jaramillo.
10. Aparición de canas y pérdida de pelo
Conocido también como el síndrome de María Antonieta, este síntoma del estrés se debe al agotamiento excesivo de las células madre en los folículos pilosos. Esto genera que eventualmente tenga parches de pelo blanco en la cabeza.
El estrés agudo está directamente relacionado con la pérdida de células madre somáticas y su debida reparación natural. Esto también incluye el debilitamiento de los folículos, lo que produce pérdida momentánea de pelo. Pero tranquilo, si no sufre de alopecia, muy seguramente esos parches volverán a tener cabellos, pues se trata de una reacción reversible en la que debe bajar su nivel de estrés.
También le puede interesar: ¿Por qué el estrés también puede tener un lado positivo?