¿Cómo aprender a invertir dependiendo de su edad?
Cristina Lucía Valdés Lezaca
En noviembre próximo María Olarte* cumplirá 57 años y ya está lista para pensionarse. Esta fotógrafa ha trabajado durante las últimas dos décadas en una compañía editorial y desde su ingreso cotiza en un fondo de pensiones privado. Ya habló con su asesor y sabe que no tendrá una pensión muy jugosa porque su sueldo base no supera los tres salarios mínimos, así que ella y su esposo decidieron invertir los ahorros en la compra de un apartamento en Medellín, que les entregarán en marzo de 2020 y que arrendarán de inmediato. “Esto compensará en buena parte el ingreso que reciba mensualmente una vez me pensione”, dice Olarte, convencida de que a su edad la mejor inversión es la finca raíz, por considerarla segura y rentable.
Patricia Castro* acaba de adquirir una finca en el municipio de Sasaima, Cundinamarca. Su pareja puso la mitad de los 160 millones de pesos que les costó el lote de casi tres hectáreas y ella la otra mitad. A sus 36 años, Castro, investigadora y emprendedora social, considera que pondrá en práctica todo lo que sabe en cuanto a cultivos sostenibles y reciclaje. “No sé si vaya a pensionarme algún día pues no he cotizado de forma constante, ya que he cambiado mucho de trabajo y durante diez años estuve fuera del país, por lo que este lote representa una inversión en mi futuro”, indica.
El artista visual Felipe Gómez* da los toques finales a su último documental animado. Acaba de cumplir 30 años, es profesor en varias universidades, trabaja como free lance y vive con sus padres. “No cuento con historial crediticio y tampoco me interesa tenerlo”, dice cuando se le pregunta sobre sus inversiones y ahorros. A corto plazo planea realizar un doctorado en España, por lo que ahorra todo lo que gana como docente y profesional independiente. “No me trasnocha tener un apartamento o un carro, como era el sueño de papá cuando tenía mi edad. La beca sí la estoy buscando”, dice este millennial, al que no lo agobia saber si algún día va a pensionarse. “Lo más importante en este momento de mi vida es hacer mi doctorado y viajar. Ya tendré tiempo de preocuparme por mi futuro pensional”.
Todos ellos se encuentran en distintas etapas de la vida y cada uno tiene una óptica diferente de cómo invertir sus ahorros. De acuerdo con los especialistas en inversión, existe una serie de pautas que condicionan el ahorro de las personas según su edad. Cuando estamos jóvenes, el objetivo es incrementar nuestro capital, pero a medida que envejecemos tenemos mayor cautela y nuestro perfil de riesgo se hace más conservador, pues buscamos preservarlo.
“Típicamente, se suele hacer una catalogación demasiado genérica de los inversionistas y, de acuerdo con ella, se recomienda una serie muy estándar de activos en los que deberían invertir de acuerdo con su edad, pero hay que tener en cuenta otros elementos muy personales”, indica Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario y presidente del Comité Académico del Autorregulador del Mercado de Valores, AMV.
El especialista considera importante que todas las personas, independientemente de su edad y ocupación, tengan un criterio claro de planeación en sus vidas y no solo en el ámbito financiero. “Esta planeación implica hacer un diagnóstico de nuestras condiciones actuales y de las metas que queremos alcanzar. Difícilmente una persona podrá lograr sus metas si no ha hecho una planeación juiciosa y no tiene la disciplina necesaria para tomar las acciones que la lleven al cumplimiento de estos objetivos”, afirma Useche.
El método Bogle
De acuerdo con los especialistas financieros, uno de los mejores métodos de distribución de activos en un portafolio es el llamado Método Bogle, que debe su nombre al reconocido inversionista estadounidense John Bogle, fundador del grupo Vanguard. La filosofía de este experto se plasmó en el libro The Bogleheads’ Guide to Investing, que escribieron Taylor Larimore, Mel Lindauer y Michael LeBoeuf en 2006.
Los autores del libro aseguran que existen dos aspectos fundamentales para un inversionista: empezar a ahorrar desde muy temprano e invertir con regularidad. Los expertos recomiendan iniciar la disciplina del ahorro a partir de los 30 años, pensando en el final de la vida laboral, con un horizonte de 65 a 67 años. De acuerdo con el “Método Bogle”, lo ideal es diversificar el ahorro entre instrumentos de renta fija, que le dan al inversionista desembolsos periódicos de intereses además del pago del capital al vencimiento [certificados de depósito a término (CDT), Fondos de Inversión Colectiva (FIC), bonos emitidos por el gobierno o Títulos de Tesorería (TES), bonos de deuda y papeles comerciales] y renta variable, que no garantizan la devolución del capital invertido ni la rentabilidad del activo (acciones locales o internacionales o FIC de renta variable) para equilibrar anualmente la proporción riesgo-beneficio, debido a que el riesgo solo se justifica siempre y cuando nos permita obtener más beneficio.
Como la aversión al riesgo aumenta con la edad, a medida que envejecemos el porcentaje de la cartera que debería estar en la parte de inversiones arriesgadas debería reducirse, aconsejan los especialistas. Para Bogle, los inversionistas deberían tener un porcentaje equivalente a su edad en renta fija; por ejemplo, un ahorrador de menos de 40 años debería tener invertido un 30 % de su portafolio en bonos, mientras que otro cercano a los sesenta debería tener más de un 50 % invertido en renta fija. Por otro lado, el método Bogle sugiere que la inversión se mantenga enfocada en el objetivo a largo plazo y no se modifique con los vaivenes del mercado.
A cada edad su inversión
Alejandro Useche considera que los inversionistas se catalogan según su aversión al riesgo o el ánimo que tengan de arriesgar su capital, y esto muchas veces se correlaciona con la edad. El experto brinda una serie de pautas para invertir de acuerdo con la etapa en la que nos encontremos:
• A las personas de 50 años en adelante se les suele catalogar como conservadoras y se les sugiere apuntar a inversiones que no tengan mucho riesgo, sino que, por el contrario, estén orientadas a proteger su capital a través del tiempo. Se trata de individuos que tras una larga trayectoria laboral, piensan en el retiro y algunos ya están retirados. De ahí que se les recomienden activos como títulos de renta fija, cuentas de ahorro y CDT, atados a una tasa de interés constante y cuyo rendimiento no sufra altibajos en el día a día por las condiciones cambiantes del mercado.
• Las personas en el rango de edad entre 35 y 45 años suelen clasificarse en un perfil moderado o medio y, por tanto, se les recomienda invertir en activos que puedan combinar ciertos niveles de riesgo, pero también la protección de capital. Son personas que se desempeñan en una profesión u oficio, tienen un horizonte largo de tiempo para continuar su carrera y la generación de ingresos, y podrían apuntarle a una combinación de activos arriesgados y otros más seguros. Por ejemplo, pueden aprovechar las ventajas que brinda el mercado de capitales, pero al mismo tiempo darles protección a sus ahorros. De esta forma podrían pensar en una combinación entre acciones y títulos de renta fija.
• A los inversionistas jóvenes que estén en el rango entre 25 y 35 años, en promedio, se les suele catalogar como personas que podrían asumir mayores niveles de riesgo, porque su horizonte de inversión es bastante extenso debido a que empiezan apenas su vida laboral. Son personas que, por lo general, no tienen grandes compromisos financieros, lo cual les permite aceptar perfiles de riesgo más agresivos y especuladores. Una recomendación típica es que inviertan en activos de renta variable, que aunque son mucho más volátiles en el día a día, pueden entregarles mayor rentabilidad que los títulos de renta fija en el largo plazo.
Useche indica que los anteriores son los consejos típicos de inversión. “Si nos acercamos a una entidad financiera o a una firma de bolsa, es muy probable que, de acuerdo con nuestro rango de edad, nos cataloguen en alguna de las tres categorías. Pero desde mi punto de vista, hay que tener en cuenta elementos adicionales y, entre ellos, el más importante: las metas individuales”.
Enfatiza que no podemos catalogar a todas las personas que estén en igual rango de edad como inversionistas con el mismo perfil o los similares objetivos de vida. “Muchas personas entre 25 y 35 años deciden postergar el momento en que van a asumir compromisos, quieren viajar y no desean un empleo estable; pero hay otros, en esta misma etapa, que buscan estabilidad laboral, ya tienen hijos, compromisos y deudas”.
Por eso es clave que cada persona, de acuerdo con su estado actual y expectativas realice una planeación financiera detallada y se imponga metas realistas y retadoras para avanzar en el cumplimiento de sus objetivos.
Otra recomendación importante es ser muy cautelosos con las oportunidades de inversión que se encuentran en el mercado, porque a pesar de que muchas de ellas lucen atractivas en términos de rentabilidad pueden ser estafas o fachadas de negocios que no van a entregar las rentabilidades anunciadas.
De igual manera, se recomienda revisar muy bien el tipo de entidad con la que vamos a hacer nuestras inversiones y en este sentido las opciones son variadas. Hoy tenemos acceso a activos financieros a través de bancos, fiduciarias, comisionistas de bolsa y empresas fintech que nos ofrecen asesoría en el manejo de portafolios. Así que la clave es saber dónde estamos en este momento de nuestra vida y cuáles son nuestras expectativas para así ir a la fija en la forma como invertimos nuestros ahorros.
*Nombres cambiados a petición de la fuente.