¿El ADN puede determinar la personalidad?
Revista Diners
En algún momento de nuestra vida nos hemos visto encasillados como extrovertidos o introvertidos, y aunque no sentimos que somos 100% alguno de estos, sí existe inclinación hacía alguno de los extremos. Pero ¿por qué pasa esto?
Estas etiquetas se popularizaron a principios del siglo XX, cuando el psicólogo suizo Carl Jung escribió que las diferencias entre estos dos tipos de personalidad se reducía esencialmente a la energía de una persona.
Las personas extrovertidas generalmente reciben energía a partir de las interacciones sociales, mientras que las introvertidas lo hacen del tiempo que pasan solos.
Pero, ¿qué hace a una persona introvertida o extrovertida?, ¿es algo determinado o puede variar a lo largo de la vida?
Lo que acaba de descubrir un nuevo estudio de la Sociedad Británica de Psicología es que, al contrario de lo que se pensaba, nacemos con ciertos genes que determinan si somos extrovertidos o introvertidos. No es algo que se construya a lo largo de los años o que pueda cambiar fácilmente.
El estudio encontró evidencia científica que muestra cómo varía el comportamiento y la biología entre estas dos personalidades. Las conexiones neuronales y los niveles de dopamina se comportan de maneras muy distintas y son determinados a partir del ADN.
En otras palabras, es algo que no se puede cambiar porque tiene que ver con lo que se llama ‘la necesidad de excitación’, que es una necesidad de ser estimulado antes de actuar, un estimulo que o bien viene de afuera, o de la configuración de cada persona.
Los introvertidos tienen suficiente de este estimulo, por eso la interacción social no es vital para ellos, en cambio los extrovertidos no tienen tanto.
Esta es la razón por la cual los primeros evitan las grandes multitudes, y sus contrarios las disfrutan, y de hecho necesitan de esa presión. La personalidad va más allá de una cuestión de confianza, es algo que hace parte de cada persona y que se debe trabajar toda la vida.
En esencia, significa que si un introvertido se encuentra en un espacio ruidoso o en una sala abarrotada, se sobre estimulará y abrumará fácilmente. Un extrovertido requiere estos entornos estimulantes para lograr hacer cualquier cosa.
Otra teoría del estudio sugiere que las personas extrovertidas son más sensibles a las recompensas, como hacer reír a alguien o llamar la atención por sus logros, mientras que sus contrarios no las buscan ni las necesitan.
En cuanto al lenguaje, las personas sociables hablan de manera más abstracta y son buenos comunicándose, en cuanto los introvertidos son más concretos y mejores para escuchar.
De acuerdo con una de las investigadores que lideró el estudio, Linda Blair, lo anterior no significa que una personalidad sea mejor que la otra, cada persona sabrá desenvolverse en diferente entornos y definir cómo actuar. Es simplemente una forma diferente de vivir.
“Mostrar confianza no significa que tengas que salir y mezclar con las multitudes”, dijo. “Para mostrar confianza, es posible que elijas estar solo. La psicología se trata no de lo que haces sino de por qué”, aseguró Blair.