Jorge Duque se corona en Colombiamoda
Karim Estefan
Se define intuitivo. Y lo es: a sus 36 años, Jorge Duque, nacido en Medellín y quien estudió fisioterapia, llegó a la moda como un perdido llega de repente a su hogar.
Aunque ama su carrera y se considera bueno en ella, se decantó por este oficio cuando hace ocho años dejó atrás los prejuicios, se declaró gay, tomó la decisión de embarcarse en lo que de verdad le movía el piso, decidió ser autodidacta y aprender cosiéndoles prendas a sus amigos, se mudó a Bogotá y rehizo su vida. Intuición pura unida a una gran dosis de coraje.
Se define voyerista. Y lo es: este diseñador inédito, que ganó el año pasado el concurso latinoamericano Project Runaway, miraba de niño cómo las máquinas de coser transformaban las telas sueltas en algo nuevo y cómo los compañeros suyos de colegio se convertían en alguien desconocido cuando se disfrazaban de otros seres. Esa necesidad de analizar todo lo que pasa frente a sus ojos llegó a ser su herramienta más preciada a la hora de convertirse en creador.
Se define pasional. Y lo es: este autodidacta está libre de los formalismos de la academia y gracias a su recursividad pudo vencer a quince participantes de América Latina y aprender el complejo tema de los moldes mejor que los expertos, pero también debido a ese empecinamiento por lo que le gusta logró rescatar de la basura una máquina de coser que desechó una tía suya, para repararla primero, copiar prendas tradicionales después, al poco tiempo coserles a estudiantes y por fin crearlas a su antojo. Aprendió al revés, primer desbaratando, luego rearmando y por fin creando.
Fue asistente de fotografía y así refinó su visión, pasó a ser vestuarista y terminó como director de arte de películas, hasta que tomó la decisión de crear un taller y su primera clienta lo sorprendió al pedirle un vestido de bodas. Su vida habría seguido ese perfil de no ser porque se ganó el reality de lengua hispana más importante de moda, y eso le valió ser invitado a México y ahora a Colombiamoda.
“Sin ese aval no habría llegado acá porque en la moda abrirse campo es muy difícil”, dice. Allá se acercará a la diseñadora que más admira, Olga Piedrahíta, y al mundo de las pasarelas que siempre vio desde la distancia pero que ahora será también suyo.