Antonio J. Rodríguez, de Playground: “el espíritu del buen periodismo no ha cambiado”
Gabriela Sáenz Laverde
¿Cómo nació Playground? ¿Cuál ha sido su evolución?
PlayGround nació en el año 2008 como una web musical. Desde entonces ha habido algunos cambios especialmente significativos, sobre todo en los últimos cuatro años. En este tiempo dejamos de ser una web musical para convertirnos en un medio todoterreno, pasamos de ser un medio escrito a un medio multimedia y también abrimos nuevos espacios de trabajo más allá de las redacciones de vídeo, de la web y de PlayGround Studio (la agencia de publicidad dentro de PlayGround); por ejemplo, entre estos nuevos proyectos se encuentra el equipo de LAB, dedicado a investigar nuevas narrativas, o el equipo de DO, dedicado a provocar cambios sociales reales.
En Facebook ustedes se han dado a conocer por sus videos. ¿Cómo conjugar ese comportamiento en redes sociales con el contenido que hacen en su página web?
El fondo editorial que comparte la web y el equipo de vídeo es el mismo. Simplemente, utilizamos todas las herramientas que están a nuestro alcance para amplificar la agenda de PlayGround tan lejos como sea posible.
¿Cuántas personas trabajan en Playground? ¿Qué ‘background’ tienen?
Alrededor de unas 150 y hay de todo: periodistas, realizadores, escritores, filósofos, data scientists, publicitarios, filósofos…
¿Cómo conjugar el periodismo con el “branded content”?
En general el branded content que solemos hacer no se trata de contenidos periodísticos, sino que suele estar más cercano a los contenidos de entretenimiento, la historia, las curiosidades… de tal forma que los contenidos publicitarios no tienen influencia sobre la agenda del medio.
¿Cree que los medios digitales reemplazarán definitivamente a los impresos?
Es un hecho, sí.
¿Cuál es la clave para garantizar la sostenibilidad económica de los medios digitales?
Supongo que esa clave es la que todos los medios o expertos en medios intentan o intentamos buscar sin éxito, porque no es posible: la tecnología cambiante y las tendencias impredecibles dificultan mucho planificar modelos de negocio que puedan durar poco más que unos meses. En cualquier caso, yo haría hincapié sobre tres conceptos: autoconsciencia, agilidad y, por encima de todo, contenidos; buenos contenidos.
¿Para usted qué significa “contenido de calidad”?
Mi definición no cambia mucho de las definiciones que debían manejarse hace 10 ó 150 años en cualquier redacción: buenas historias con buenos enfoques. Lo que cambia en nuestra época es la distribución y uno de los grandes desafíos pasa por comprender y saber utilizar esos nuevos mecanismos de distribución hoy; por lo demás, el espíritu del buen periodismo no ha cambiado en absoluto.
¿Ha participado en otros eventos como CLIC? ¿Cuál considera que es el aporte de este tipo de encuentros a las comunidades digitales?
Una muy buena parte de nuestra comunidad reside en Latinoamérica, de manera que para nosotros siempre es una experiencia fantástica estar en contacto físico con lectores o espectadores con quienes digitalmente interactuamos a diario. Tuve la suerte de viajar a Colombia a comienzos de este año y realmente fue una experiencia sensacional. En el marco de CLIC, además, se suma el hecho de poder estar en contacto con otros creadores latinoamericanos de muy distintos ámbitos, de manera que el intercambio de ideas y energía está asegurado.