¿Cómo negociar un mejor salario?

La mayoría de las personas se quejan de que no ganan lo que realmente merecen. Por eso es clave estar informado a la hora de realizar una negociación salarial, ya sea cuando tiene una entrevista de trabajo o cuando está buscando un ascenso.
 
¿Cómo negociar un mejor salario?
Foto: Randy Mora
POR: 
Cristina Lucía Valdez Lezaca

¿Quién no sueña con el trabajo ideal, en el que además de tener un salario básico acorde con sus estudios y experiencia, perciba beneficios adicionales, cuente con un clima laboral óptimo y logre sus metas profesionales? Sí, todos aspiramos a llegar a ese trabajo en algún punto de nuestras vidas. Y a ganar un sueldo que nos permita, además de resolver nuestras necesidades básicas, tener un colchón financiero para aterrizar sueños y proyectos, ya sea recorrer el mundo, construir un patrimonio sólido, apoyar financieramente a nuestra familia, o simplemente sentir que la remuneración que recibimos compensa el esfuerzo realizado día a día.

El salario tiene una alta carga simbólica y si nos sentimos mal pagos, se manifiestan frustraciones y decepciones que pueden afectar nuestro rendimiento y el equilibrio de nuestra vida. Por esta razón, saber negociar el salario es un aspecto clave para nuestro desempeño laboral.

La mejor manera de prepararse para negociar el salario consiste en estar bien informados sobre el sector de la economía en el que nos movemos, así como la coyuntura que vive nuestro país. Por ejemplo, no es un secreto que el sector minero energético atraviesa tiempos difíciles y en este sentido los trabajadores vinculados con este segmento han estado afectados por el rigor de la crisis. Entre tanto, sectores como el financiero y de telecomunicaciones se mantienen en auge con respecto al año pasado.

Otro punto que se debe considerar es el nivel de estudios, pues mientras mayor sea la preparación, mejor será la remuneración. Los resultados del último reporte del Observatorio Laboral para la Educación (OLE) “Estudiar, sí paga”, del Ministerio de Educación Nacional, muestran que los estudiantes con mayor formación académica pueden tener más oportunidades de empleo con una mejor remuneración. En este sentido, cerca del 93 % de los recién egresados de programas de posgrado tienen vinculación laboral formal, cifra que está 15 puntos porcentuales por encima de la tasa de vinculación de los recién egresados del nivel de pregrado.

El estudio también revela que los recién egresados de programas de mayor nivel de formación pueden engancharse al mercado laboral con un salario promedio de $3.268.000, mientras que los recién graduados de pregrado pueden tener una remuneración cercana a $1.480.000.

QUÉ TERRENO PISAMOS

También hay que tener en cuenta varios escenarios: no es lo mismo negociar la remuneración por nuestro primer empleo, cuando buscamos la oportunidad de adquirir experiencia, que cuando lo hacemos años después, más curtidos y con mayores conocimientos.

Un consejo para los que acaban de salir de la universidad es que consulten con la oficina de egresados, en la que por lo general se realizan talleres y capacitaciones para afrontar los nuevos retos que depara la vida laboral. Sandra Prieto, jefe de la Oficina de Egresados de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, afirma que su unidad apoya a los egresados y estudiantes de últimos semestres en su proceso de incorporación a la vida laboral. “Desarrollamos talleres de hoja de vida, de presentación de entrevista y realizamos asesorías que buscan identificar las ocupaciones que se ajustan mejor a los intereses y expectativas laborales de nuestros egresados”.

Prieto destaca cinco factores que considera relevantes a la hora de negociar un salario. El primero consiste en conocer el mercado laboral y tener claro cuál es el salario promedio que recibe un recién graduado, una persona con especialización o con maestría. “El Observatorio Laboral Colombiano ofrece información para conocer cómo es la relación de los recién graduados con el mercado laboral. Allí se podrá encontrar información de salarios para graduados por región, ciudad, Instituciones de Educación Superior y por nivel de educación (técnico, tecnólogo, profesional, especialista y magíster), que es de vital importancia a la hora de negociar”.

Otro punto clave es conocer cómo opera el sistema de salarios de la empresa a la que aplica y establecer cuáles son y cómo funcionan los mecanismos de retribución, lo que le permitirá diseñar la estrategia para negociar su salario.

El tercer criterio es tener claras cuáles son sus fortalezas con respecto al perfil del cargo. Esto a su vez hará posible negociar el salario teniendo en cuenta esos factores. “El contar con una calificación mayor en sus competencias, otros estudios o experiencia en el área, que complementan los básicos solicitados, le ayudará a argumentar un incremento de la retribución basado en una mayor calificación en competencias, conocimiento o experiencia”.

También resulta importante establecer el nivel jerárquico del cargo en la organización, ya que existe una relación directa entre el nivel del cargo y los requerimientos del perfil. Por último, se considera útil tener en cuenta otros aspectos al momento de negociar su salario y son todos aquellos beneficios adicionales a los legales que se pueden contemplar, dice Prieto. Tal es el caso de primas extralegales, auxilios de vacaciones, maternidad o educativos; bonos por logro de metas o días de descanso remunerados. “Todos estos aspectos se reflejan en su salario de forma directa”, enfatiza la jefe de egresados de la Tadeo.

DURANTE LA ENTREVISTA
El profesor Richard Shell en su libro Negociar con ventaja dice que los mejores negociadores van al grano, hacen muchas preguntas, escuchan con atención y se centran en lo que ellos y la otra parte intentan alcanzar. Puntualiza que la negociación de una oferta laboral no puede ser igual para todos. “Lo que puedes pedir depende de lo que eres capaz de dar como posible colaborador”, dice Shell en su libro.

En ocasiones, la negociación inicia desde la primera entrevista de trabajo, mientras que en otras se da ya avanzado el proceso. Esto depende de la posición de la empresa que lo está entrevistando, pues no es lo mismo una pyme que una multinacional.

Cuando llega el momento de sentarnos cara a cara con nuestro interlocutor, existen varios puntos para tener en cuenta. El primer consejo es ser natural, cortés en todo momento, no mostrarnos ansiosos y no estar a la defensiva.

Otro aspecto clave consiste en procurar que la conversación se desarrolle de manera fluida y no tocar el tema del salario si nuestro entrevistador no lo pone sobre el tapete. Es mejor conocer en detalle los pormenores del cargo al que estamos aplicando; si hay que viajar mucho, si requiere que trabajemos horas extras, si hay bonos o primas de compensación por logros. Emplear frases como “quiero contribuir al crecimiento de la firma y tener proyección profesional”, dejan en claro nuestro interés y compromiso.

De acuerdo con el portal especializado laboris.net, en muchos casos el salario no llega a ser objeto de negociación, y en ocasiones el entrevistador lanza, sin previo aviso, la pregunta sobre la aspiración salarial. Si usted considera que cuenta con la experiencia idónea para el cargo, puede lanzar una franja que no sea muy amplia y decir que de acuerdo con su salario anterior y con la información que tiene sobre el mercado, la remuneración se encuentra en esta franja. Pero aclare que está dispuesto a contemplar otros aspectos fuera del económico.

¿Y EL EMPLEADOR?
Sobre el tipo de compensaciones –diferentes del salario– que puede ofrecer una compañía interesada en vincular empleados claves o en mantener a su grupo sin que haya tanta rotación en la firma, Martha Rosa Quiñones, directora de People & Organization de la consultora PriceWaterhouseCoopers Colombia, indica que las compañías pueden ofrecer paquetes de beneficios adicionales a sus colaboradores, que se adapten a las necesidades según su momento de vida. “Son los llamados beneficios flexibles, esquema bajo el cual la empresa establece un portafolio y el colaborador elige los que más lo satisfacen y son relevantes para su vida. Los beneficios que en mayor medida son incorporados en los portafolios son medicina prepagada para el colaborador y su núcleo familiar, ahorros en fondos de pensión privados, auxilios de educación y gimnasio”.

Quiñones enfatiza que actualmente se está promoviendo el salario emocional, que propende a que el colaborador tenga un equilibrio entre vida y trabajo, permitiéndole tener tiempo para disfrutar con su familia por medio de horarios flexibles, día libre por cumpleaños, viernes con media jornada, trabajo remoto y vestido casual los viernes. “El conjunto de salario básico, pago variable y beneficios compone la compensación establecida a los colaboradores, teniendo en cuenta también la dinámica del mercado en el que se mueve la organización, pero no es suficiente tener una compensación adecuada para atraer y retener a los talentos, se hace indispensable que los líderes dinamicen el ambiente para motivar y generar compromisos y promuevan el desarrollo de sus equipos”, puntualiza Quiñones.

Para la experta, tanto el trabajador como el empleador deben tener clara la propuesta de valor con que cuenta la organización, que finalmente es la que atrae y retiene al trabajador. “Existen aspectos claves como la reputación de la organización, que para el trabajador significará potenciar la visibilidad de su trayectoria frente al mercado, participar en retos de mayor complejidad, expandir su desarrollo con líderes mentores, así como autonomía, capacidad de innovar, conocer y relacionarse con actores múltiples”.

Ya sabe lo que se debe tener en cuenta al momento de dar el salto laboral, ya sea para engancharse por primera vez en una empresa o para buscar nuevos horizontes. Así que suerte y pulso.

         

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julio
19 / 2016