Llegó la hora de independizarse

Conozca los principales aspectos financieros que debe tener en cuenta si decide lanzarse a las aguas de la independencia.
 
Llegó la hora de independizarse
Foto: Randy Mora
POR: 
Cristina Lucía Valdés Lezaca

La pasión por el diseño y las nuevas tecnologías fue lo que impulsó a la diseñadora gráfica Margarita Acosta y a los hermanos Julián y Steven Urrego a salirse del molde y crear su propia empresa. Ninguno de estos tres jóvenes supera la treintena, pero ya navegan como avezados peces por las aguas del emprendimiento.

Su aplicación de diseño y edición de fotografías, Typic, cuenta con más de tres millones de usuarios en todo el mundo y fue elegida por Apple como una de las mejores de su tienda virtual en 2014. Sus creadores cuentan que llegar a este punto no se dio en forma instantánea, sino que fue el fruto de varias noches de insomnio en las que comenzaron a ponerle forma a su idea de negocio, después de terminar su jornada laboral. Dicen que el miedo que más agobia a quienes acarician el sueño de independizarse es no contar con la seguridad económica que les da el ser asalariados.

Y ese es uno de los puntos claves cuando una persona está considerando seriamente montar su propia empresa, pues son varias las preguntas que debe formularse antes de lanzarse al ruedo. ¿Está dispuesta a aceptar el riesgo de tener un ingreso irregular durante los dos primeros años de actividad?, ¿sabe exactamente el monto que requiere para lanzar su negocio?, ¿conoce qué entidades públicas y privadas podrían ayudarle a poner a funcionar su proyecto?, ¿ha calculado el tiempo que le tomará llegar al punto de equilibrio entre los ingresos y los gastos? Y este es solo el comienzo.

Sin embargo, y por arduo que pueda parecer el camino, los colombianos le están apostando a la independencia y al emprendimiento. En 2014, según cifras de Confecámaras, se crearon 301.334 compañías, de las cuales el 76 % fueron formadas por personas naturales. Y los sectores donde más surgen empresas son establecimientos de comercio, servicios, comida y en la industria manufacturera.

De acuerdo con el reporte global del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el estudio más importante en el mundo sobre iniciativa empresarial, en 2014 el 19 % de la población colombiana entre 18 y 64 años estuvo involucrado en nuevas actividades empresariales, lo que ubica al país en el puesto 15 entre 73 naciones con la mayor tasa de actividad emprendedora. Y una buena noticia en este sentido es que ya las empresas no perecen ni cierran sus puertas al año de creadas, sino que se están sosteniendo en el tiempo. Otro dato importante es que Bucaramanga, Bogotá y Medellín son las ciudades en las que más arraigada está la semilla del emprendimiento y en donde más del 5 % de la población económicamente activa es empresaria. Solo en la capital del país hay más de un millón de empresarios independientes.

MOTIVACIONES

¿Qué los impulsa a hacer empresa? Hay varias razones que explican esta tendencia a la independencia: la alta tasa de desempleo, sobre todo entre los jóvenes, así como los niveles de informalidad que llegan al 49% de la población ocupada. También resulta evidente el cambio de chip que tienen las nuevas generaciones, pues los menores de 35 años son más arriesgados de lo que fueron sus progenitores, y entre sus intereses no se encuentra trabajar toda su vida para un único empleador, sino atreverse a aterrizar sus ideas.

Y lo más importante es que se están preparando para ser sus propios jefes. Un estudio de la Universidad de los Andes y la Cámara de Comercio de Bogotá indica que, solo en la capital del país, el nivel de educación entre los emprendedores en etapa temprana resulta ahora más alto, al punto que 36 % de la población involucrada en actividades empresariales por cuenta propia tiene educación universitaria o superior, y el 13 % cuenta con maestría o Ph. D. Y otro dato interesante: aunque hay más hombres vinculados con actividades emprendedoras –29 % frente a 19 % de mujeres–, ellas tienden a estar mejor preparadas en materia educativa. Y lo que los motiva a todos es generar recursos, dar inicio a negocios propios y convertirse en empleadores, ayudando a la generación de empleo.

De acuerdo con el estudio “El emprendimiento en América Latina, muchas empresas y poca innovación”, que publicó el Banco Interamericano de Desarrollo en 2014, “los emprendedores tienen un papel crucial en transformar sociedades de ingresos bajos, caracterizadas por la productividad reducida y, a menudo, por el autoempleo de subsistencia, en economías dinámicas que se distinguen por la innovación y el aumento del número de trabajadores bien remunerados”.

En este aspecto, los especialistas consideran que el país está haciendo esfuerzos tangibles para promover la innovación y el emprendimiento con programas e iniciativas como INNova, Innpulsa y Ruta N. “Somos un hub del emprendimiento, cuando hace diez años no éramos nada”, dice Juan Pablo Correales, jefe del área de Emprendimiento e Innovación de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de La Sabana.

Lo mejor de todo es que el emprendimiento va de la mano de la innovación. Según Correales, la capacidad de aprovechar las oportunidades, crear y dar valor agregado es lo que permite que haya más riqueza en el país y se creen empresas que respondan a las necesidades del consumidor. Y quién quita que su idea tenga el éxito de otras muchas que nacieron como startups tipo Tappsi, la aplicación para conseguir taxi, que fue impulsado por HubBog, comunidad que apoya emprendimientos basados en tecnologías de la información (TI), u otros como Don Jacobo postres y ponqués; Cashery, firma que fabrica botas antiminas; o Gluky, empresa que permite a las compañías lograr sus metas financieras.

PLANEAR, ESTUDIAR Y ASESORARSE

El camino de la independencia ofrece satisfacciones personales, pero no está exento de dificultades y retos. Yesid Mancipe es un joven empresario de 32 años que hace 5 decidió crear Más click, empresa dedicada a la implementación de herramientas para incrementar la visibilidad de un sitio web en internet. Entre los desafíos que él destaca como emprendedor se encuentran conseguir personal idóneo, formado y capacitado; el difícil acceso a los servicios financieros por sus altos costos, y todo el tema tributario. “En este aspecto debí asesorarme y aprender las bases tributarias de mi actividad comercial”. Y otra talanquera al comienzo de su vida empresarial fue dar con clientes que confiaran en su naciente firma.

Entre sus recomendaciones para los que quieren hacer empresa se encuentra tener muy claras la idea y el modelo de negocio: “Defina muy bien sus productos o servicios, alcance, fortalezas, debilidades y ciclo de venta”. También aconseja saber cuáles serán los costos administrativos y tributarios en los que incurrirá, y un ingrediente que no puede faltar: paciencia. “Al principio no llegarán todos los clientes que uno quiere, pero en algún punto llegarán”, asegura Mancipe.

Así que si está interesado en ser su propio jefe, lo primero que tiene que hacer es prepararse bien para asumir el reto y rodearse de gente que lo asesore y socios que lo complementen. También debe tener clara cuál es su idea de negocio. En este punto puede contar con la asesoría de entidades como las cámaras de comercio, que le ayudarán a saber si su idea de negocio se considera viable y lo asesorarán para estructurarla.

Mprende, plataforma virtual que visibiliza, conecta e informa sobre este tema, establece que los interesados en crear empresa deben asumir riesgos calculados, actuar con intuición e inteligencia y pensar en el impacto que van a generar en la comunidad. Teniendo en cuenta todos estos aspectos, ¿ya está listo para dar el salto y crear su empresa?

         

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noviembre
26 / 2015