¿Cómo gastan los Millennials?

“Prefiero tener un pasaporte lleno de estampas a una casa llena de cosas”. Así reza en el muro de Facebook de una diseñadora gráfica que vive con la maleta al hombro y a la que no le importa saltar de un país a otro y trabajar por breves temporadas en la tierra a donde llega, ya que solo requiere una conexión a internet que le permita comunicarse vía Skype. Además, habla a la perfección varios idiomas y dice con naturalidad que su casa es el mundo.

Es una típica millennial, que nació en Bogotá en el año de la conflagración del Palacio de Justicia, en una de las décadas más conflictivas y violentas del país, y que luego, en los noventa, escuchó hablar del estallido de la burbuja de los punto com, la crisis hipotecaria, pero también vivió el rápido desarrollo tecnológico y la revolución digital.

Ella es el sueño realizado de sus padres de tener una profesional en casa, ser una mujer independiente y viajar por todo el mundo, y solo piensa en “sentir” y “vivir” el presente. Entre sus prioridades se cuenta ejercitarse a diario para sentirse sana, comer “bien” –más frutas, verduras, proteína y menos chatarra– y fumar menos. Escasamente tiene una cuenta de ahorros, aunque sus clientes le pueden consignar sus honorarios a su cuenta de PayPal; no se le ha pasado por la cabeza comprar vivienda y piensa que nunca se va a pensionar.

Por el contrario, su celular, su portátil y su bicicleta son como extensiones de su cuerpo, y a lo único a que siente apego y por lo que decidiría sentar cabeza sería por su gata, a la que debe dejar al cuidado de sus padres en sus constantes travesías.

LOS POSMODERNOS

Los millennials, hijos del nuevo milenio, también llamados generación Y, nacieron entre 1980 y 1995, es decir, tienen entre 20 y 35 años; han sido objeto de estudios frecuentes y están bajo la lupa de sociólogos, estadísticos, estudiosos del comportamiento y de los hábitos de consumo, ya que son un “segmento” muy particular de la población.
“Nacieron en un entorno donde ya existía internet, teléfono celular y láser. Esta generación es considerada posmoderna y posindustrial, dos términos sociológicos muy de moda que significan que tienen una estructura de valores personales y colectivos para una sociedad económicamente estable y socialmente equilibrada, y por tal motivo sus objetivos no son asegurar su empleo e ingreso, sino sus realizaciones personales, el cuidado del medioambiente y la búsqueda de la igualdad social,”, admite Camilo Herrera, presidente de Raddar Consumer Knowledge Group, organización dedicada a la comprensión del mercado y los consumidores.

Los nexers, como también se les llama, se caracterizan por la hiperconectividad, la comunicación instantánea, los dispositivos móviles y el conocimiento rápido vía Google. Estas condiciones han hecho que su forma de ver el mundo sea muy diferente a la de sus padres o abuelos, ya que la virtualidad no solo ha cambiado los modos de comunicarse, también ha transformado qué y cómo consumen, según lo corrobora la socióloga Laura Gómez, que trabaja en la empresa de investigación de mercados YanHass.

De acuerdo con proyecciones del Dane, en este momento hay cerca de 13 millones de colombianos entre los 20 y los 34 años, es decir, millennials. Una encuesta realizada por la empresa Telefónica en 2014 en 18 países, entre ellos Colombia, indica que los máximos influenciadores de este grupo son, en su orden, el núcleo familiar, su ámbito educativo y los amigos.

También encontró que estos jóvenes se caracterizan por ser cuidadosos con sus movimientos financieros; un 83 % considera que podría ahorrar más dinero; el 81 % prefiere trabajar en algo que le guste, así no gane un gran sueldo, y el 71 % piensa que es importante convertirse en emprendedor. A su vez, tienen un alto grado de conciencia social sobre la problemática del país (87 %) y son críticos ante las decisiones gubernamentales que perjudican a los menos favorecidos (90 %).

Y en cuanto al “desapego” por cosas que antes parecían importantes como la casa y el carro, ¿qué pasa cuando un grupo creciente de la población se rehúsa a casarse a temprana edad, invertir en finca raíz, comprar acciones en la bolsa, adquirir un seguro de vida o ahorrar para pensionarse?

Un estudio de la firma de servicios financieros Goldman Sachs indica que los millennials están remodelando la economía y sus experiencias están cambiando la forma en que la sociedad compra y vende, forzando a las empresas a examinar la manera en la que harán negocios durante las próximas décadas.

El informe de la compañía llamado “Millennials – coming of age”, dice que esta nueva generación está virando a una nueva gama de servicios que proporcionan acceso a productos que no acarrean las cargas de la propiedad, ni atan a las personas, dando paso a la llamada “sharing economy”, término que describe la manera en que las personas se relacionan y realizan transacciones por medio de la web o de aplicaciones para ejecutar muchas actividades de la vida cotidiana como transportarse, entretenerse, adquirir productos y servicios.

Por otra parte, de acuerdo con los estudios de Raddar, algunos millennials, los más grandes, ya han comprado vivienda, son corredores de bolsa e inversionistas natos, al punto de que la mayor población de la nueva camada de emprendedores se encuentra en esta generación, pero también existe una gran cantidad de personas que aún no ha decidido comprar casa. “Se puede decir que muchos de ellos son ‘ownerless’, porque prefieren las experiencias a los productos, pero no está claro si esto es propio de sus rasgos o es un tema temporal”, asegura Camilo Herrera.

NUEVA MIRADA
Lo claro es que ellos han obligado a comerciantes y empresarios colombianos de los distintos sectores de la economía a tener una nueva mirada. También le han dado un espacio significativo al comercio virtual, ya que más de un 40 % de los colombianos entre 15 y 25 años de edad fueron la principal audiencia de plataformas digitales de retail, según un informe de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico. Y entre los productos que más compran se destacan tabletas, celulares y portátiles.

La socióloga Laura Gómez corrobora que los ojos de la industria de la tecnología están puestos sobre estos jóvenes, debido a que son la población que más consume este tipo de productos e influencia a personas de otras edades a comprar, bien sea a través del voz a voz o de las redes sociales.

Al mismo tiempo, dice Gómez, “son la generación más educada de la historia; no necesariamente son los que más ganan, pero sí los que presentan un consumo de alto desembolso, es decir, gastos en tecnología y viajes”, dice la investigadora de YanHass.

Pero así como tienen un alto nivel educativo, también han sufrido en carne propia el flagelo del desempleo. De acuerdo con el Dane, la tasa de desocupación en jóvenes menores de 28 años en el trimestre abril – junio de 2015 fue de 15,2 %, la más alta entre los distintos segmentos de población, mientras que la del total nacional fue de 8,9 %. Esto explica sus ansias de libertad empresarial y sus sueños de emprendimiento. Aquí es clave la tarea del Estado en incentivar la creación de empresas y fomentar el emprendimiento con programas de apoyo financiero y tasas de crédito flexibles.

Atendiendo el viejo adagio de que “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, a pesar de que los millennials se mueven con mayor facilidad en el mundo, no tienen la experiencia suficiente para tomar decisiones en cuanto a su proyección hacia el futuro. Y en esta tarea están involucradas entidades como las financieras y de seguros, que han debido inventar la forma de llegar a estos jóvenes a través de nuevos canales y plataformas.

Por ejemplo, ante el uso más difundido de los celulares para hacer consultas y transacciones financieras, las entidades del sector necesitan asegurarse de ofrecerles a estos jóvenes excelente seguridad y una gran experiencia de usuario, con el fin de mantener su lealtad.

Y si los bienes más preciados para ellos son la bicicleta, el celular y el portátil, pues debe existir una amplia oferta de pólizas que los asegure, así como una forma fácil y rápida de adquirirlos.

En cuanto a la jubilación, aunque estas generaciones vean lejana la edad dorada, la tarea también es concientizarlas sobre la necesidad de cotizar a salud y pensión desde una edad temprana, tener prudencia en el gasto y saber invertir sus ingresos. Pues a pesar de las revoluciones y cambios que seguirán trayendo la ciencia y la tecnología, los años también les van a pasar.