El diamante sí es un símbolo de lujo
Juliana Muñoz Toro
En la mítica película Desayuno en Tiffany’s cuando Holly (Audrey Hepburn) entraba a esta joyería –cuyo lema sigue siendo “Diamantes a la medida”– sentía que nada malo le podía suceder allí.
Por supuesto, Tiffany’s le devolvería las atenciones a la diva con una dedicación, mínima para la profunda huella que dejó en todos nosotros: nombró la vitrina “Our Huckleberry friend”, un recuerdo a la canción principal de la película.
Vale la pena recordar que a unos metros de allí se encuentra el diamante Tiffany, con 90 caras talladas y un peso de 128 quilates.
El diamante a través de la historia
Los diamantes estuvieron de moda en los tiempos de Napoleón Bonaparte y en la actualidad siguen estando a la vanguardia en la joyería de lujo.
Esto porque es una piedra preciosa que tiene la capacidad de adaptarse a las tendencias. Tiene una versatilidad increíble de cortes y colores que varían entre azul, amarillo, marrón, verde, violeta, rosado, rojo, naranja y negro.
En un diamante, las impurezas y los defectos son en realidad posibilidades de tonos “a la medida de cada gusto”. Y unbonus track: mientras más antiguo sea el diamante, más historias tiene que contar, atrae más deseo y aumenta su valor.
Una piedra preciosa siempre va a tener detrás algún mito, varias fantasías, deseos, glamour. Por eso, uno de los íconos de la moda es el Diamante Hope, o Diamante Azul, que fue parte de las joyas de la Corona francesa en forma de collar.
Hoy en día se exhibe en el Museo Nacional de Historia de Washington y atrae a muchos curiosos debido a su supuesta maldición. Se dice que Hope le ha dejado a sus dueños ruina, olvido, locura y muerte. También inspiró la película The Diamond Queen.
El diamante más grande de todos
Pero tal vez el más famoso es el Cullinan, o la Estrella del Sur, el diamante más grande que se haya encontrado. Su nombre se debe a Thomas Cullinan, el dueño de la mina en la que fue hallado, y su apodo es un guiño a la novela de Julio Verne, quien mencionaba la existencia del diamante de mayor peso en el mundo: Estrella del Sur.
Esta pieza se dividió en nueve gemas que hoy hacen parte del tesoro de la corona británica y 96 pequeñas piezas, la mayoría transformadas en joyas exquisitas.
Otro ícono que fue noticia hace un par de años es el Broche de Diamantes de Catherine, pues fue subastado por la casa Christie’s en Nueva York.
El costo ascendió al millón y medio de dólares sustentados no solo en el diamante, sino en una esmeralda colombiana de 60 quilates que hacía parte de la joya. Este broche imperial perteneció originalmente a Catalina II de Rusia a mediados del siglo XVIII.
Los favoritos en la alfombra roja
En la celebración de los premios de la Academia de este año, Anne Hathaway, ganadora del Óscar como mejor actriz secundaria, llevó una gargantilla de la colección Blue Book de diamantes sobre platino.
Sobre la espalda de Jennifer Lawrence, ganadora de la estatuilla a mejor actriz, caía un ejemplar de Dior Haute Couture: un collar de oro blanco engastado con diamantes. Y vimos también a Charlize Theron con un par de brazaletes articulados de diamantes de la casa Harry Winston.
Swarovski ha logrado maravillas con sus productos de cristal tallado que produce un efecto similar al del diamante…, se ha abierto un enorme lugar en el mercado rindiéndole culto a la piedra preciosa.
Los hombres también usan diamantes
Hasta los hombres han empezado a usar diamantes, sobre todo como un ingrediente sutil en sus relojes de lujo. De hecho, Bonaparte usaba un diamante conocido como El Regente en la empuñadura de su espada.
Se les ve bien, por ejemplo, en mancornas, en argollas con pequeñas incrustaciones y en relojes. Que lo diga Brad Pitt que apareció en La gran estafa con un anillo plateado salpicado de diamantes de Tiffany’s.
Hasta los futbolistas Diego Maradona -que en paz descanse- y David Beckham usan un pendiente de diamante.
Y no podemos olvidar que el diamante es el protagonista indiscutible en las peticiones de matrimonio. Tal vez tiene que ver con su significado en griego “invencible, inalterable, indomable”, como debería ser el amor eterno que se juran los novios.
También le puede interesar: Cinco razones para enamorarse de los diamantes