Albert Camus, un fanático del fútbol y las letras
Revista Diners
“La patria es en realidad la camiseta de la selección nacional”, dijo Albert Camus, el escritor más leído y más amado por todos los intelectuales y todos los futbolistas del mundo.
De hecho su nacionalidad argelina/ francesa, lo hizo tener una forma única de ver el fútbol. A continuación vea las reflexiones del premio Nobel, sobre el deporte rey:
Sentimiento por el fútbol
Por la alegría de las victorias, tan maravillosa cuando va unida al cansancio que sigue al esfuerzo, pero también por esas estúpidas ganas de llorar en las tardes de derrota.
Sobre un adversario
Aterrizaba con todo su peso regularmente sobre mis riñones, sin contar el resto: masaje de las tibias a golpe de tacos, camisetas agarradas con la mano, rodillazos en las partes nobles, sándwich contra el poste.
Enseñanzas
1. Tras muchos años en los que el mundo me ha brindado innumerables espectáculos, lo que finalmente sé con mayor certeza respecto de la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol.
2. Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades donde la gente no suele ser siempre lo que se dice derecha.
Literatura y fútbol
(Cuando le preguntaron sobre qué preferiría entre fútbol y el teatro, contestó):
El fútbol, sin dudarlo.
Su equipo
¿Pero qué es lo que estaba diciendo? ¡Ah sí, el R.U.A.! Estaba encantado, lo importante para mí era jugar.
Me devoraba la impaciencia del domingo al jueves, día de práctica, y del jueves al domingo, día del partido. Así fue como me uní a los universitarios. Y allí estaba yo, golero del equipo juvenil. Sí, todo parecía muy fácil.
Pero no sabía que se acababa de establecer un vínculo de años, que abarcaba cada estadio de la provincia y que nunca iba a tener fin. No sabía entonces que veinte años después, en las calles de París e incluso en Buenos Aires (sí, me ha sucedido) la palabra R.U.A. mencionada por un amigo con el que tropecé, me iba a hacer saltar el corazón tan tontamente como fuera posible.
Y ya que estoy confesando mis secretos, debo admitir que en París, por ejemplo, voy a ver los partidos del Racing Club, al que convertí en mi favorito.
De arquero
El mejor de todos fue Camus, que solo fue batido por un mal entendimiento e hizo una espléndida exhibición.
(Comentario del diario Le Rua sobre un partido en el que fue arquero el escritor).
Del libro Albert Camus de Herbert R. Lottman
Adolescencia
Acababa de cumplir 17 años. Hasta entonces su universo estaba centrado en el fútbol.
¿Tuberculosis?
Un día, en un estadio de Argel, Albert Camus bloqueó sobre su pecho un disparo de un delantero contrario y se desmayó entre los postes de la portería que defendía.
(Un compañero de Camus que aseguraba que la tuberculosis sufrida por el escritor cuando era adolescente se debía a aquel partido).
Por su equipo
Si su participación en los encuentros del R.U.A. ya no era posible, Camus, de 18 años, era al menos un asiduo espectador.
(Lottman sobre el escritor cuando éste superó la tuberculosis).