La historia de la Sinfonía Inacabada: la obra que Schubert nunca terminó

El pasado martes 7 de enero la Camerata Royal Concertgebow Orchestra de Amsterdam interpretó esta obra en el marco del Cartagena Festival de Música.
 
La historia de la Sinfonía Inacabada: la obra que Schubert nunca terminó
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Laura Galindo M

“En una palabra, me siento el hombre más infeliz y más miserable del mundo”, le escribió Franz Schubert a su amigo Leopold Kupelwieser en 1824. “Imagínate un hombre cuya salud ya no mejorará nunca y que en su desesperación solo empeora todo en lugar de mejorarlo. Imagínate un hombre cuyas más brillantes esperanzas han quedado reducidas a nada, al que la felicidad del amor y la amistad no ofrecen otra cosa que sumo dolor”, seguía la carta. “Un hombre al que el entusiasmo por la belleza le amenaza con desaparecer. Y ahora, pregúntate: ¿no es este el hombre más miserable e infeliz?”.

Tres años antes, Schubert había sido diagnosticado con sífilis, una enfermedad que, para entonces, no tenía cura. Si bien fue siempre un hombre sombrío, la inminencia de la muerte lo hizo todavía más amargo y melancólico. Se volvió depresivo, se apartó de sus amigos y dejó varias obras sin terminar, entre esas la Sinfonía No. 8 en Si menor, D.759, apodada por razones evidentes, ‘Inconclusa’ o ‘Inacabada’.

El compositor vienés dejó escritos y copiados a limpio dos movimientos, y en el reverso de la última página esbozó ideas para un tercero, un scherzo del que no quedaron más pistas que su forma y algunas frases musicales. El misterio sigue sin resolverse y las razones por las que Schubert no terminó su Sinfonía No. 8 siguen siendo desconocidas. Algunos biógrafos aseguran que se debió a la profunda depresión que padeció junto a la sífilis; otros, a que nunca pudo dar con un final que le hiciera honor a la profundidad de los dos primeros.

El camino de la partitura

La partitura pasó 40 años en manos Anselm Hüttenbrenner, amigo cercano de Schubert, y el 7 de diciembre de 1865, fue estrenada en Viena por el director Johann Herbeck. A lo largo de la historia, la Sinfonía No. 8 ha intentado completarse varias veces y por distintas manos. El compositor Brian Newbould grabó una versión suya construida a partir del boceto que sobrevivió en el manuscrito y hace un año, Huawei desarrolló una aplicación para completar el movimiento faltante mediante un algoritmo que generaba melodías usando como referencia el timbre y el tono del resto de la música.*

Lo único cierto, es que la ‘Inacabada’ es una de las obras más importantes del repertorio schubertiano. Una música llena de contrastes que va de la tristeza a la violencia y de lo íntimo a lo estridente. Que desconcierta al público y lo deja lleno de preguntas. Tal como ocurrió en el Cartagena Festival de Música durante el concierto Schubert y el romanticismo temprano. La Camerata Royal Concertgebouw Orchestra de Amsterdam, bajo la dirección del austro-húngaro Christoph Koncz hizo una interpretación fiel al carácter, pesimista y cálido al mismo tiempo, de la Sinfonía No. 8. Desencadenó aplausos, sobrios al principio y decididos al final.

Sinfonía Inacabada

La Camerata Royal Concertgebouw.

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enero
8 / 2020