“El carácter de mis escritos tiene una línea crítica”, Laura Sam

Óscar Mena
Laura Soto, conocida en el mundo de la música como Laura Sam, es una tasadora de palabras. Sabe el momento exacto en el que debe responder con una prosa o un desfile de monosílabos. Entiende la importancia y el efecto de cada frase que puede decir o escribir, como las que han hipnotizado a su público en España, donde combina sus poemas en un performance que se acerca al rap y sus variantes.
Con 33 años, Laura Soto, graduada de Bellas Artes en la Universidad del País Vasco, es la representante del universo spoken word, que ella define como: “la palabra llevada al cuerpo, el ritmo, la conciencia escénica. El texto es llevado a esos lugares a través de la emoción”, así como lo hizo en su momento Bod Dylan, quien se ganó un premio Nobel de Literatura por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la cultura estadounidense.
Tal vez Laura Sam diste en este momento de llevarse un premio de esta envergadura, pero puede decir que es la precursora entre las nuevas artistas de llevar el spoken word a otro nivel. “Considero que la música debe ser amplia, rica, hermosa y a veces complicada. Es bueno que exista de todo para todos. No sé si en este momento aporto algo, simplemente creo en lo que necesito hacer y eso para mí ya es poderoso”.
Laura Sam no improvisa
Llegar a un país como Colombia, permeado por la cultura del rap desde la improvisación que se ven en las conocidas Batallas de Gallos de RedBull, representa un reto para Laura Sam, aunque rápidamente se desliga de este movimiento porque este tipo de rap no está dentro de sus lógicas.
“A diferencia de las Batallas de Gallos, yo no improviso. Mis escritos tienen una línea crítica y no utiliza las lógicas de rimar en una batalla”, comenta Sam, quien se le reconoce por criticar a los gobiernos, las potencias y todo lo que atente contra los más débiles, como lo canta en su canción Supervivencia: “no se gana una batalla perdida que sabemos que nuestra herida no cura igual que la vuestra(…) esta es la vida trabajar, trabajar y trabajar (…)”.
Laura Sam busca mover las entrañas de sus oyentes a través de verdades que nadie quiere ver en la sociedad. Aunque también es cierto que busca espacios para cantarle al amor y lo terapéutico que puede ser perdonar. “Creo que se escribe bien estando mal, pero alejándose de ese mismo mal, porque si te encuentras en ese lugar oscuro resulta muy complicado. Al menos en mi caso”, comenta la española, quien también dirige el Festival Poemática Fest.
Entre tanto, Sam considera el ejercicio de la escritura como un proceso de introspección del ser, que junto a la terapia nutre su creatividad a la hora de escribir versos.
El proceso natural de componer
Al parecer Laura Sam está tocada con una varita mágica que le ayuda a escribir poesía. Cuando quiere, le salen las palabras y cuando no también. Escribe en silencio, se inspira y se deja influir por la Gata Cattana de Córdoba; las británicas Little Simz y Kae Tempest, y el mítico rapero de Zaragoza: Kase.O.
Justamente este sujeto fue uno de los ídolos de Laura Sam desde su adolescencia. Gracias a él empezó a escribir, pero gracias a ella encontró su propio estilo que toca la llaga de aquellos que se aprovechan de su posición en la sociedad, como lo relata en sus canciones.
“Sin entrar en detalles, España y Colombia comparten vivencias. La precariedad, la mala gestión política, el miedo, la soledad y la falta de certidumbre ante el futuro”, comenta Sam y aclara que no le gusta comparar nuestras realidad, pues: “Es cuestión de hablar de mi realidad, que también puede ser la tuya aunque vista desde otros ojos y vivida desde otro contexto”.
Una crítica más al Rock al Parque
Como es costumbre uno de los festivales más importantes de Latinoamérica no se salva de críticas. Esta vez Rock al Parque -al igual que en todas sus ediciones- recibió críticas por sus artistas invitados, que porque eran muchos hombres, que porque eran muchas mujeres, que porque esas bandas no las conocía nadie, que porque eso no era rock, que porque sí, que porque no.
Ante esto, Sam no le presta importancia porque sabe que de igual forma el público va a criticar en mayor o menor medida. “Todos los festivales son criticados por algo que nunca llueve a gusto de todos y menos musicalmente hablando. Para mí es una oportunidad pasar por un lugar así y poder compartir mi propuesta, sea quien sea quien esté al otro lado”.
A diferencia de otros artistas que hablan por naturaleza bien de la ciudad que van a visitar, Sam confiesa que viene con cero expectativas, que la realidad es que no conoce Bogotá y de lo poco que pudo ver de los organizadores es que se pudo sentir acogida y conectada. “Aún no puedo contestar bien esa pregunta porque no he imaginado nada”, concluye la española.
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