Iván Alarcón: el colombiano detrás del manejo financiero de Karol G, J Balvin y Bad Bunny

Adrián David Osorio Ramírez
Esta noche el estadio Metlife de Nueva York, con una capacidad de más de 80 personas, recibirá la gira Mañana será bonito, con la que la cantante antioqueña Karol G consiguió, por primera vez, reunir a 70.000 asistentes durante su parada en Dallas, Texas.
Hace siete años, cuando su nombre comenzaba a sonar en Medellín y apenas había lanzado su primer álbum Unstoppable, Karol G fue la primera artista en firmar con Vibras Lab, una compañía de entretenimiento dedicada al management y business management de artistas.
Detrás de la idea de la compañía se encontraban José Álvaro Osorio -J Balvin-, su manager Fabio Acosta, Ramiro Agudelo e Iván Alarcón. “La idea de crear Vibras Lab surgió antes, en 2014, cuando conocí a José y empecé a ayudarlo en el tema de business management. Hicimos una reestructuración financiera y él decidió llevar su carrera a Estados Unidos. Ahí se dió cuenta de que este era un servicio indispensable para más artistas”, le dice a Diners Iván Alarcón, socio fundador de la compañía.
En pocas palabras, la figura de un business manager es semejante a la del director financiero de cualquier compañía, quien tiene a su cargo la gestión financiera de la empresa, además de la toma de decisiones de financiación e inversión.
“Para mí el artista es el CEO, el líder del barco, su manager es el COO, director de operaciones, y el business manager es el CFO, director financiero. Para conseguir el éxito comercial es indispensable este business manager, ya que le da la tranquilidad al artista para hacer lo que sabe hacer. Un artista no debe estar pensando en pagos, ni en qué cobrar, sino dedicar su tiempo a crear lo más importante de todo esto: la música”, explica Alarcón.
De Juanes a Bad Bunny: un camino de estrellas
Iván Alarcón llegó a la industria musical sin planearlo en 2006, cuando decidió sumarse al equipo de trabajo de Juanes y hacer las veces de business manager, incluso sin saber que este término existía.
“José Aristizabal, el hermano de Juanes, también es ingeniero mecánico como yo y durante cinco años trabajamos juntos en temas de maquinaría industrial para el sector del agro. Pero justo después del éxito de La camisa negra, cuando Juanes estaba en el pico de su carrera, José decidió irse a trabajar con él. Al año siguiente me fui yo”, recuerda.
Algunos lo llamaban contador, otros financiero e incluso abogado. Sin embargo, después de mucho leer sobre la industria musical y relacionarse con otros business managers, Iván identificó su función dentro de todo este engranaje musical, una industria que en 2022 género ingresos comerciales de 26.000 millones de dólares, según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica.
El éxito de Vibras Lab
Aunque Karol G fue la primera artista en firmar oficialmente con Vibras Lab, el primero en recibir la propuesta de sumarse fue el reggaetonero puertoriqueño Bad Bunny. “Él fue el primer artista al que le di el discurso de todo esto. Tres años después terminó firmando con nosotros (risas)”, dice el empresario paisa.
Al puertoriqueño se han sumado otras estrellas como Eladio Carrión, Grupo Firme, Sech, Yeison Jiménez, Sky y Las Villa. Cada idea que surge de estos artistas se convierte en un reto financiero para el equipo de Vibras Lab.
“Toda idea de un artista o de un manager hay que convertirla en números. Por ejemplo, lanzar un álbum. Hay que pensar cuánto dinero se necesita, quién paga qué y qué significa cada porcentaje en el macro financiero del artista. Lo mismo con una gira, hay que hacer un planeamiento financiero para saber cuánto se va a gastar y cuánto va a ingresar, al igual que la operación fiscal, saber qué impuestos hay que pagar y en qué países. Las giras son como construir una casa, uno comienza con un presupuesto y cuando termina, cuesta el doble”, explica Alarcón.
El éxito de Vibras Lab ha extendido su trabajo del business management a convertirse en los encargados de las finanzas familiares de los artistas y en asesores financieros de sus inversiones.
“Nunca se me va a olvidar que cuando recién empezamos a trabajar con J Balvin estábamos haciendo su cuenta de pérdidas y ganancias, que es el PyG, e identificamos varios asuntos por mejorar. A la mitad de la reunión José se paró y dijo: ‘no quiero más de esto, yo solo quiero saber que dentro de un año voy a tener un avión’. Al año siguiente lo tenía. Él siempre se pone metas grandes, muy grandes”, dice el paisa.
El fenómeno detrás de Karol G
Además del éxito de Balvin, Iván Alarcón ha acompañado a Karol G en cada paso de su carrera. Hoy en día, en medio del que podría ser el momento cúspide de su trayectoria musical, el paisa cuenta que “siempre están en el corazón de uno los artistas que empiezan desde abajo, porque se vuelve una relación cercana, de amistad y mucha confianza. Es increíble poder ver ese desarrollo, de empezar en discoteca, después en un teatro y luego en una arena. Esta gira por Estados Unidos de Karol supera todo lo que algún día pudimos imaginar”.
Para Alarcón, el éxito de la cantante antioqueña radica en tres aspectos. El primero, su música, y la capacidad de balancear un buen proyecto musical con la relación con el público. En segundo lugar, la concentración en la carrera musical. “En el caso de Karol G la clave ha sido su padre, una persona que no ha permitido que se quiebre ni se desconcentre. Es una familia hermosa que la mantiene serena. Y por último, trabajar muy duro. Karol G nunca para”.
Mientras avanzan con éxito las últimas fechas del tour Mañana será bonito, Vibras Lab se prepara para otros conciertos con Clarín León, Grupo Firme y para la llegada de RBD a Colombia.
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