Serge Kakudji, una voz que une la ópera y la música africana

Yhonatan Loaiza
Para resumir las influencias musicales que tuvo en su infancia, el contratenor congoleño Serge Kakudji recuerda un proverbio de su país: “Un congoleño nace con la rumba en las piernas y el relámpago en la mirada”.
La rumba es el género más popular de las zonas urbanas de este país de África Central y fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El relámpago, en el caso de Kakudji, sería su continua exploración de unir sus raíces con la ópera occidental.
Es un trabajo que lo acaba de traer a Bogotá, en donde durante la semana pasada impartió talleres de canto y actuación para 27 cantantes líricos. Todos seleccionados por la Fundación Kitambo para su proyecto Colombia Hecha Ópera.
Sus raíces
“Siento que estoy en mi casa, siento una continuidad de mis raíces africanas aquí en Colombia. Estos jóvenes artistas me dieron una bofetada positiva, me llama mucho la atención el amor que tienen por su trabajo, me hizo recordar a cuando yo empecé en el Congo como cantante”, asegura Kakudji a la revista Diners sobre su trabajo con estos jóvenes, que vienen de Cali, Popayán, Medellín, Pereira, Barranquilla, Cartagena, Tierra Bomba y Bogotá.
Cuando tenía unos seis o siete años, el artista tuvo su primer contacto con la ópera, escuchando en televisión algunas arias. Según él, ni siquiera sabía en qué idioma estaban cantando los solistas. Luego, gracias a los discos que tenían los sacerdotes de las iglesias de su nativa Lubumbashi, se familiarizó con algunos de los famosos coros del alemán Georg Friedrich Händel.
Ópera sin frontera
“Esto nos demuestra de forma muy clara que la ópera no tiene fronteras. Que uno no debe haberla vivido o visto para poder conectarse con ella o entenderla. Eso es suficiente para afirmar que podemos ser unidos por medio de la música”, dice el artista.
Kakudji, aún con la rumba congoleña moviéndose en sus piernas, se embarcó en su sueño de convertirse en cantante de ópera participando en competiciones en su país y en Zimbabue y en festivales como el New Crowned Hope, que se realiza en la capital mundial de la música clásica, Viena (Austria).
Tras esas experiencias, el congoleño empezó sus estudios formales en Bélgica y en Francia. Siempre con un objetivo claro: “Mi interés más allá de formarme en música clásica europea era poder hacer esta conexión entre mi cultura, mi música y mi país con lo que aprendiera en las academias”.
Su voz se concentró en el repertorio barroco, especialmente en Händel y en Bach, y también ha recorrido las obras de otros famosos compositores como Monteverdi, Britten, Gluck y Mozart. Justamente, en su taller en Colombia trabajó sobre una de las óperas más famosas de este último: La flauta mágica, pues Kitambo está preparando una nueva y disruptiva versión de este clásico.
Revolucionario en la música
A partir de ese repertorio académico, Kakudji ha puesto en marcha un revolucionario experimento en la ópera. En primer lugar, su voz de contratenor también se puede adaptar a otros rangos muy diferentes, como el de barítono o barítono tenor. Aprovechando esa elasticidad de su voz, el compositor franco italiano Gualtiero Dazzi lo invitó a participar en una nueva versión de los célebres Madrigales de Monteverdi, en los que el ensamble musical Variances utilizaba instrumentos de rock.
“Yo no me quiero quedar solamente en el repertorio barroco, sino ir en otras direcciones, trabajar en un tono más grave o también buscar una voz aguda. Puedo mover mis cuerdas vocales y darme este gusto”, explica el contratenor.

Además, en esa búsqueda de unir sus raíces culturales con repertorios tradicionalmente europeos, compuso y estrenó en su país Likembe, la primera ópera en suajili, un lenguaje de países del centro y del oriente de África. Likembe también es el nombre de la compañía de Kakudji, que fundó en el 2019 y también explora la conjunción de diversas tendencias artísticas.
“En Bélgica estaba aprendiendo sobre Europa y sobre mi propia historia por medio de las voces y quise hacer un trabajo sobre eso. En la pieza había dos voces, unas líricas y otras que contaban los relatos de mi pueblo. Yo interpreté la voz lírica”, recuerda el artista, quien añade que en su trabajo en Colombia también aplicó esas ideas de representar las realidades propias a través de este tipo de óperas históricas.
La presencia de Kakudji en Bogotá se complementó con un recital privado, que se realizó el viernes 23 de septiembre en la Galería La Cometa.
Ópera con talento colombiano y alma africana
La presencia del contratenor Serge Kakudji es una de las etapas del proyecto ‘Colombia hecha Ópera’ de la fundación Kitambo. A través de proyectos socio educativos y culturales, la fundación busca estrechar los lazos entre las culturas africanas y colombianas.
Kitambo, fundada por Marleen Palmaers y Catherine Dunga, inició en febrero pasado el proceso para montar una ópera con talentos de varias regiones del país. A sus convocatorias se presentaron más de 300 personas, entre cantantes, músicos, artistas plásticos y de otras disciplinas. El paso final será el montaje de una nueva versión de La flauta mágica.
La producción será una mezcla de lo clásico con lo tradicional, lo ancestral y lo africano. Además estará protagonizada por esos talentos jóvenes y también por artistas consolidados como la compañía Sankofa Danzafro, de Rafael Palacios.
A diferencia de los montajes de ópera tradicionales, en los que a partir del título se escogen a los solistas que protagonizarán el espectáculo. En este caso, Kitambo decidió invertir el proceso y escuchar primero a los cantantes para escoger luego el título que mejor se acoplara a sus veces, que en este caso fue la ópera en dos actos de Mozart.
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