“Es muy doloroso que no conozcan quiénes le hacen daño al país”, Alejandro Riaño

Maria Camila Botero
Una palabra es la responsable del éxito de Alejandro Riaño: incomodidad. Esa sensación de desespero fue la que le permitió al comediante crear su personaje estrella: un bogotano adinerado que representa el racismo, la xenofobia, la corrupción y la indiferencia. En pocas palabras, lo peor del ser humano.
@dinersrevista #alejandroriaño habló con #Diners sobre su serie #juanpisgonzalez y los políticos y abogados que incluyó en ella. #Netflix #colombia ♬ WTF – Juanpis Gonzalez & Mauro Tejeiro
“Estaba inconforme con la comedia que venía haciendo. Era algo muy light y no me gustaba que aunque un número importante de personas asistían al teatro, al final se iban sin ninguna reflexión. Claro, nos reíamos, pasábamos un rato agradable, pero salían sin pensar en nada más”, asegura Riaño.
Fue así como apareció Juanpis González, el personaje que hace unas semanas llegó a Netflix con su propia serie. Desde entonces, no ha salido del top 10 de los más vistos en Colombia en esa plataforma de streaming, algo que tomó por sorpresa al también actor.
Pero no todo ha sido positivo, a pesar de la buena acogida, muchos lo han criticado. “Algunos dicen que antes era más chistoso y que qué pereza siempre hacer lo mismo, pero justamente eso es lo que quiero mostrar porque, lastimosamente, Colombia no descansa y todos los días tiene temas álgidos de los que se tiene que hablar”, responde.
Mientras González viste elegante, toma Macallan y anhela una “Colombia libre de mantecos”, Riaño usa jeans rotos con camiseta básica y tenis. Su deseo no está muy claro, pues no es nada optimista frente al futuro del país. Sin embargo, con una postura descomplicada asegura que se da por bien servido si con su humor crea conversaciones que inviten a tener una posición crítica y recuerda que “no podemos permitir que nos sigan metiendo los dedos a la boca”.

Diners habló con el actor y comediante sobre el mensaje que deja en la serie, su personaje Juanpis González y los proyectos en los que está trabajando.
¿Cómo siente que ha evolucionado su personaje Juanpis González desde la primera aparición?
Juanpis empezó con un fin claro: denunciar lo que estaba pasando en nuestro país. De hecho, las primeras entrevistas fueron a los candidatos de las presidenciales pasadas. Y aunque siempre he tratado de llevar el personaje más allá y de meterle más cosas, no puede ir más lejos. Siempre se va a quedar en los miles de ‘güevón’, en el marica y el manteco porque así funcionan estas personas. Siendo así de petardos le hacen un daño enorme a Colombia.
El problema es que eso tiene una repercusión enorme sobre la gente que lucha día a día para ganarse la vida de una forma honesta. Este tipo de personajes tiene el descaro de coger todo lo que le pertenece al pueblo y robárselo para beneficio propio. Lo que pasó con los 70 mil millones de pesos, que hoy en día no sabemos ni dónde están y ya ni se habla al respecto.
Justamente al hablar de esos temas tan álgidos y al hacer comedia política en Colombia, ¿qué considera que es lo más complicado?
Lo más complicado son los enemigos que uno se puede ganar. Cuando uno habla de frente no le cae bien a la gente y eso ya de por sí entra en reversa. No es fácil mostrar este tipo de personajes que desnudan a otros. Algunas veces Juanpis se convierte en un ser político, otras en un asesino o en el que da la orden, pero siempre encarna todo lo que le hace daño al país. Desde ahí esa comedia no es cómoda para nadie.
Eso que menciona de la representación es muy visible en la serie con personajes como Ivancito, Luis Carlos y Martuchis, que según ha indicado en sus redes sociales hacen referencia a políticos y empresarios colombianos. ¿Quiere que ellos se sientan aludidos con nombre propio?
Quiero, quiero. (Risas) Escogimos los personajes, los nombres y todo pensando en ellos, así que evidentemente quiero que sepan quiénes son. Y mira que es absurdo porque no es tan obvio y hay gente que me pregunta quién es quién. Entonces es muy doloroso saber que ni siquiera conocen a quienes le hacen tanto daño al país.
En la serie de Juanpis González también nos encontramos con que tanto el abogado Abelardo de la Espriella como el senador Armando Benedetti actúan como ellos mismos dentro de la serie. ¿Cómo lo lograron?
Estábamos buscando a alguien que interpretara a Abelardo y encontramos a uno igualito, pero entonces caí en cuenta de que tenía el número del verdadero porque se había sentado en una entrevista con Juanpis y dije “llamémoslo, yo sé que ese man nos dice que sí”. Me acuerdo que ese día me dijo “estoy acá en un yate con Silvestre festejando” y le conté sobre el proyecto y me dijo “cuenta con eso, mándame el guion” y así fue. Lo mismo pasó con Benedetti.
Con Santiago Moure nos encargamos de invitar a María Fernanda Cabal, pero ese mismo día viajaba. Si no, hubiera sido hermoso que perteneciera al partido Juanpis. Espero que para la segunda temporada haya más de estos personajes.
Que haya incluido estas figuras públicas en la serie es algo que muchos han criticado. ¿Usted cómo lo ve? ¿Por qué decidieron incluirlos?
Genera mucha incomodidad. La gente dice qué hace ahí ese personaje si él los está criticando, pero esa es la idea. Es un despertar de cierta manera y ayuda a ser transgresores desde el arte. A generar conversaciones.
¿A qué le atribuye que a pesar de los temas tan complicados que toca la serie aún se encuentre entre las más vistas de Netflix?
Primero, no me lo esperaba. Segundo, creo que cuando las cosas se hacen con tanta pasión, amor y con un equipo tan entregado, nada puede fallar. Así no hubiéramos estado dentro de los 10 primeros sabíamos que habíamos hecho un trabajo maravilloso. No lo hacemos por popularidad sino con el fin de que más personas puedan entender que estos personajes siempre han pasado a la impunidad y que no podemos seguir permitiéndolo.
Estamos en época de elecciones y usted lleva un buen tiempo entrevistando a los precandidatos y hablando sobre esta situación, ¿qué mensaje le gustaría que dejara la serie de Juanpis González?
Primero, que es una obligación salir a votar. Hay gente que se queja todo el tiempo, pero ni siquiera votaron. Es importante leer las propuestas, ver los debates, no votar por el que digan y escoger razonablemente.
En este sentido, para cambiar esta vaina, podría traer a colación la frase nefasta de María Fernanda Cabal de “estudien vagos”, pero no veo cambios, es muy doloroso. Sin embargo, lo más importante es salir a votar, sobre todo en las del Congreso porque ellos son quienes toman las decisiones y allá hay unas personas aplastadas desde hace tiempo que lo único que hacen es daño.
Al final de su show, cuando sale del personaje de Juanpis González, le gusta dejar una enseñanza…
Que el cambio debe empezar por nosotros mismos. Tenemos que volver a hablar con esa persona de la que nos alejamos por su pensamiento político. Es necesario volver a encontrarnos y generar conversaciones desde el respeto. Es muy importante agradecer, pedir el favor, no pasarse el semáforo en rojo, no darle plata al policía. En todas partes hay corrupción y muchos están en esto sin darse cuenta. No seamos parte de ese mismo sistema que nos tiene jodidos, salgámonos de él y construyamos un mejor país.
Hace unos meses decía que quería despedir a Juanpis González por lo alto, ¿aún lo considera así?
Sí, sí. Estoy entrando en temas de escritura de guion, muy alejado de la comedia, también en el tema de la denuncia de muchos temas sobre violación de derechos humanos que hay que mostrar en todo el mundo.
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