Matrix Resurrecciones: el regreso de la franquicia que revolucionó el cine
Adrián David Osorio Ramírez
Matrix Resurrecciones
Lana Wachowski
★★★★☆
En 1999, Matrix revolucionó el cine de la ciencia ficción. Fue la primera vez en la historia que se usó el efecto “tiempo bala”, una técnica de filmación que permitió grabar a los personajes de la cinta esquivando los proyectiles en cámara lenta desde distintos puntos. Además, se convirtió en el mayor éxito de Warner Bros. y en la primera cinta en vender un millón de DVD.
Han pasado 18 años desde la última película de la trilogía. Los seguidores de la historia, que describe un futuro en el que la realidad percibida por los seres es creada por máquinas, han esperado una continuación de la saga.
En su regreso, bajo la dirección esta vez solo de Lana Wachowski –las tres películas anteriores las había dirigido junto a su hermana Lily–, Matrix presenta nuevamente a sus protagonistas originales, Neo y Trinity, interpretados por Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss.
Dentro de este universo compuesto por dos realidades, lo cotidiano y lo oculto tras ella, Neo deberá retomar su búsqueda del conejo blanco –que inició en la primera cinta–, mientras se encuentra con una Matrix más fuerte, segura y peligrosa que nunca.
Cinco datos curiosos de Matrix
Para conmemorar el regreso de la saga, recordamos algunos datos curiosos de la trilogía que quizás no conocía:
1. Algunos de los actores que se contemplaron para participar del proyecto fueron: Sandra Bullock, Brad Pitt y Leonardo DiCaprio.
2. Keanu Reeves decidió compartir sus ganancias con todo el equipo que formó parte de la grabación de la película, como maquillaje, sonido, iluminación, etc.
3. El reconocible código que aparece en las pantallas cuando Matrix se muestra codificada, es una receta japonesa de sushi.
4. Los actores protagonistas debieron someterse a un previo entrenamiento físico seis meses antes para dominar la técnica de las artes marciales y moverse acrobaticamente.
5. El guión de Matrix estuvo guardado en un cajón durante muchos años mientras las mentes del estudio decidían si sus contenidos y conceptos eran aptas para producir una película.
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