La historia del hombre que vendió su piel
Adrián David Osorio Ramírez
El hombre que vendió su piel
Kaouther Ben Hania
★★★★☆
¿Existen límites para el arte contemporáneo? La pregunta permanece durante los 104 minutos que dura el filme de la directora tunecina Kaouther Ben Hania. Sam Alí, un refugiado sirio en Líbano, recibe la propuesta de un excéntrico artista de convertir su espalda en el lienzo de su próxima obra de arte: un pasaporte tatuado.
La sorpresa aumenta al descubrir que la historia de la cinta está basada en un suceso real. En 2006 el artista belga Wim Delvoye le hizo la misma propuesta a Tim Steiner, y en 2012, Tim –como se titula la obra–, fue presentada en el Museo del Louvre, en donde la directora de la cinta conoció el trabajo de Delvoye.
Con esta idea en mente, Kaouther Ben Hania decidió unir dos mundos que la cautivaban, el arte contemporáneo y las historias de los refugiados. El resultado es tan desgarrador como fascinante y no deja de plantear duros cuestionamientos alrededor de los derechos humanos, el precio del arte y lo que implica “nacer en el lado incorrecto del mundo”.
Con El hombre que vendió su piel, Kaouther Ben Hania recibió una nominación al Óscar por mejor película extranjera, convirtiéndose en la primera cinta de Túnez en lograr esta proeza. Además, el protagonista del filme, el actor sirio Yahya Mahayni, se alzó con el premio Horizonte a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cine de Venecia por su interpretación de Sam Alí.
Mahayni comparte pantalla con la actriz italiana Mónica Bellucci (Irreversible) y el actor belga Koen De Bouw (Un caso de Alzheimer). La película ya se encuentra en salas de cine colombianas.
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