‘Fake famous’, un documental sobre el engaño de los influenciadores
Maria Camila Botero
El 86 % de los jóvenes y niños estadounidenses quieren ser influenciadores en redes sociales. Este dato le quedó sonando al periodista británico-estadounidense Nick Bilton, quien decidió dirigir y producir el documental ‘Fake Famous’, para HBO, con el fin de mostrar cuál es la realidad detrás de este mundo aparentemente perfecto que vemos en el internet.
“En los años 60 y 70, cuando le preguntaban a un niño ¿tú qué quieres ser cuando seas grande?, ellos respondían que doctores, abogados o profesores. En los 80 decían que estrellas de rock o jugadores de baloncesto. Pero ahora todo lo que quieren es ser famosos influenciadores y eso es muy triste”, explica Bilton.
De cierta manera, dice, la realización del experimento social tiene el objetivo de mostrarle a algunos de esos niños que hay otras opciones para su gran futuro. “Quizá podamos bajar las cifras del 86 al 85 %”, comenta entre risas.
Nick Bilton lleva un buen tiempo investigando temas relacionados con tecnología y redes sociales. Durante más de 10 años trabajó en The New York Times y en 2016 empezó a trabajar como corresponsal en la revista Vanity Fair. Ha escrito tres libros, el más reciente es American Kingpin, un best-seller de The New York Times, y ahora debuta como director con el documental ‘Fake Famous’, que se estrenará en la plataforma de HBO el 23 de febrero.
Foto cortesía HBO
Este experimento social parte de la idea de qué tan difícil es volverse famoso en redes sociales. Para averiguarlo, Bilton y su equipo publican una convocatoria con una simple pregunta: ¿Quieres ser famoso?
“Cinco mil personas respondieron en un día al casting, ¡Fue una locura!”, recuerda Bilton. Luego de eso tenían en mente escoger a dos personajes, pero al final seleccionaron tres: Dominique Druckman, aspirante a actriz; Chris Bailey, diseñador de modas; y Wylie Heiner, un exagente de bienes raíces que estudia psicología.
La construcción de una mentira
Una vez decididos los personajes, empezó la diversión. “En línea puedes comprar todo lo que quieras, incluyendo falsos amigos”, menciona Bilton en el documental.
Con la ayuda de bots, compraron miles de seguidores, likes y comentarios para convertir rápidamente a tres personas ‘corrientes’ en reconocidos influenciadores en Instagram.
Y funcionó. El caso más exitoso fue el de Dominique Druckman, quien ahora cuenta con casi 350 mil seguidores en Instagram. Todos, o al menos casi todos, falsos.
Foto cortesía HBO
“Aunque llevo más de 15 años escribiendo acerca de tecnología, me sorprendió la cantidad de bots que existen en el mercado y lo mucho que se usan en las redes sociales. La mitad de Instagram son cuentas falsas y eso es demasiado impactante para mí”, explica.
Para Bilton los números no cuadran. “140 millones de personas en Instagram tienen más de 100 mil seguidores. Esa es la población de Rusia. ¿Me estás diciendo que toda esa gente es famosa? De esos, 40 millones tienen más de un millón de seguidores. Entonces creo que muchos aspectos de la cultura de los influenciadores son falsos”.
Bilton asegura que cada persona en Instagram tiene seguidores falsos. Sin importar si ellos han comprado o no los bots, ya que gran parte de usuarios inventados hacen parte de la plataforma. “Revisé las cuentas de influenciadores reales y habían comprado los mismos bots que yo compré”.
Las marcas no hacen su tarea
Sin importar la falsedad de todo este experimento que creó Bilton con su equipo, varios regalos y peticiones por parte de las marcas empezaron a llegarles a los participantes.
“Las compañías nunca se preguntaron si Dominique era real, si sus seguidores lo eran. Lo único que pensaron es que esa era una manera fácil para ellos de alcanzar a una gran audiencia”, explica.
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Así, cree que muchas compañías se equivocan día a día cuando no investigan con quién se van a conectar, porque en redes sociales es muy sencillo aparentar algo que no es cierto.
“Cuando relacionas tu empresa con influenciadores no tienes ni idea de qué pueda pasar”, comenta.
No todo es lo que parece
Buenas luces, un enfoque fotográfico creativo y un poco de recursividad es todo lo que se necesita para parecer magnífico en redes sociales.
Ellos lo sabían e interesados en desenmascarar ese superficial panorama, recurrieron al asiento de un inodoro para simular la ventanilla de un avión y a una pequeña piscina de niños llena de pétalos de rosas para aparentar un lujoso día de spa.
Foto cortesía HBO
Bilton quiso hacer énfasis una y otra vez en que no se puede creer en todo lo que se ve en redes sociales. Pero más allá de las fotos falsas y los escenarios inventados, se dieron cuenta de que la fama es mucho más difícil de lidiar de lo que parece. Tras esa vida de aparentes placeres se esconden muchas frustraciones.
El otro lado de la fama
“No esperábamos que la salud mental fuera a ser un problema. Pero con Wylie nos dimos cuenta del lado negativo de la fama. Enloqueció cuando tanta gente le empezó a escribir. Ansiedad, depresión y muchos suicidios están relacionados a este mundo lleno de presión y falsedad. La mayoría de la gente simplemente no puede lidiar con esto”, explica.
Bilton explica que trataron el tema lo mejor que pudieron dejando de lado las cámaras al tratarse de una conversación tan delicada, pero cree que fue valioso que eso sucediera en el programa porque mostraba la realidad oculta tras ese mundo inventado.
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Al final del día, ¿qué es la fama? “Espero que con el documental muchas personas se puedan dar cuenta de que el número de seguidores, likes o comentarios, no significa nada. No es importante”.
Hay momentos en los que debemos repensar lo que creemos, para él, este es el momento. “Creo que la tecnología nos hace la vida más fácil en un 49 %, pero nos la arruina en un 51 %. Ese punto de diferencia me hace pensar que las redes sociales no quieren nada bueno de nosotros”.
Y por el contrario, cree que Facebook, Instagram, Twitter y todas las demás redes solo buscan su beneficio. “Quieren más usuarios y más tiempo, lo que para ellos se traduce en dinero. Es nuestra responsabilidad mostrar esa realidad y ayudar a que la gente se dé cuenta de esto”, puntualiza.
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