Entrevista exclusiva con John David Washington, protagonista de Tenet
Cortesía Warner Bros
Las luces se apagan, la pantalla se enciende. El silencio reina en la sala. Comienzan 150 minutos de una trama trepidante y compleja, en la que se mezcla una historia de espías internacionales con la posibilidad de que algunos perciban el tiempo a la inversa. Sí, es confuso; sí, hay que verla varias veces, como la mayoría de películas de Christopher Nolan para entenderla, pero vale la pena de principio a fin.
La cinta del director británico, que se estrena por estos días en las salas de cine del país, es como un gran rompecabezas, el tiempo va y viene, la banda sonora resuena por horas y las teorías de las múltiples explicaciones del final de la historia aparecen una y otra vez en la mente del espectador.
En palabras sencillas, John David Washington interpreta a un personaje denominado El Protagonista, reclutado por una organización para detener a un traficante de armas ruso que tiene las claves de un algoritmo capaz de cambiar la historia del mundo. Con la ayuda de los agentes Neil (Robert Pattinson) e Ives (Aaron Taylor-Johnson) intentará cumplir la misión.
John David (1984) es el hijo mayor del actor estadounidense Denzel Washington (ganador de dos premios Óscar por Días de entrenamiento y Tiempos de gloria) y la actriz y cantante Pauletta Pearson. Aunque en principio se dedicó al fútbol americano, y estuvo en varios equipos como el St. Louis Ramos y el Sacramento Mountain Lions, en 2012 tuvo una lesión en su talón de Aquiles y supo que jamás volvería a jugar profesionalmente.
Su primer papel importante lo obtuvo en Ballers, una serie de HBO, en la que interpretaba a un joven jugador de fútbol americano. Luego, en 2018, Spike Lee lo llamó para protagonizar la película Infiltrado en el KKKlan y después recibió la llamada de Christopher Nolan para Tenet.
Ahora, a sus 36 años, tiene un futuro prometedor en el cine. Próximamente lo veremos aparecer en dos proyectos: Malcolm y Marie, una película romántica que produjo y protagonizó junto a Zendaya en medio de la pandemia, y Born to be murdered, un thriller producido por Luca Guadagnino (Call me by your name).
¿Qué lo atrajo de este proyecto?
¿Un título palíndromo escrito por Christopher Nolan?, ¿dónde firmo? ¡Sí, lo haré! Eso me bastaba, tú sabes a qué me refiero. Trabajar con uno de mis héroes me llenó de alegría, porque no había forma de saber qué tenía Nolan en mente para mí. Cuando pude leer el guion me pareció una idea increíble, única y original. Y me emocionó aún más pensar en cómo íbamos a lograr darle vida. Día tras día, semana tras semana lo hicimos, y fue una gran experiencia.
Usted afirma que Christopher Nolan es uno de sus héroes. ¿Por qué piensa que sus películas son tan innovadoras y deben verse?
Me atrevería a decir que Nolan es brillante en la narración cinematográfica –como une los conceptos y construye mundos–. Y dentro de esos mundos, establece reglas en sus películas que todos disfrutamos. Pero también hay que apostarles a los personajes, lo que dicen, sus intenciones. Y para mí, Nolan lo tiene claro, sus personajes siempre tienen puntos de vista fuertes. Me encanta su habilidad para contar historias y la manera en la que escribe.
¿Y cuando tuvo la oportunidad de trabajar con él?
Ese fue un sueño hecho realidad. Superó mis expectativas. No puedo hablar por los demás, pero en mi experiencia, Chris es un director de actores. Él defendió completamente mi desempeño y espontaneidad, y las contribuciones que hice utilizando mis instintos y lo que sentía que podía aportar. Nunca quiso hacer las cosas de la misma manera.
A veces me decía, junto con el director de fotografía Hoyte van Hoytema –y eso me dejaba boquiabierto–: “No, no, no. Tú hazlo, nosotros trabajaremos contigo”, eso es algo que no esperas, dadas sus historias y el listado de sus películas. Yo pensaría que sería algo como “ve aquí porque esto funciona y luego mira hacia abajo y habla”. Y me han dirigido así antes, pero viendo que estas leyendas, estas personas que están en la cima, querían que yo dictara ciertas cosas, fue increíble. Me dieron mucha confianza por momentos como esos. Fue un redescubrimiento de mi habilidad artística y de lo que creo poder hacer después de algo como esto. Ahora sé mucho más sobre el proceso y se lo atribuyo a Christopher Nolan.
John David Washington interpreta a un personaje denominado El Protagonista, que tendrá la misión de salvar el mundo.
También trabajó con un elenco notable: Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh, Michael Caine…
Fue un elenco de ensueño. Todos son brillantes. Es interesante porque cada uno tiene su propio estilo. Por eso, a veces puede llevar tiempo adaptarse al estilo de todos y tal vez las condiciones no fueron siempre las ideales. Sin embargo, al tener que trabajar en algunas de estas cosas, nadie se quejó y fue perfecto. Discutimos y ejecutamos; a veces no discutimos y lo hicimos, incluso, mejor (risas). Me encanta la forma como trabaja Robert. No hablábamos demasiado de lo que estábamos haciendo. Descubrimos cosas y dejamos que los elementos dictaran nuestra actitud, nuestra motivación, y creo que funcionó muy bien.
¿Y con el resto?
Hay ciertas escenas con Elizabeth de las que no puedo hablar, pero lo que hacía era fascinante. Y Ken, hay algunas cosas que estaba haciendo… tampoco puedo revelarlo, pero entenderán a qué me refiero cuando vean la película. Me sorprendió lo que todos traían a la mesa. Y yo solo quería mantener mi parte. Tenía que hacerlo.
A Christopher Nolan le encanta hacer todo lo posible con la cámara, en lugar de depender de los efectos visuales. ¿Cómo ayudó eso a su proceso?
¡Me encantó! Como actor, cuando puedes entrar en el espacio, todo se siente vivo y en juego. Tiene que crearse de esa manera. El líder debe crear ese entorno para que esto suceda; después, si has investigado y estás involucrado, depende de ti reunir esas pistas, recopilar esos descubrimientos y ponerlos en la “sopa”. Y, luego, convertirlo en algo inimaginable, algo que solo puedes crear cuando estás en esas situaciones. Y Chris nos lo proporcionó.
Para hacer esta película viajó a muchos países. ¿Cuáles fueron los desafíos inherentes a esa situación?
Bueno, un saludo a toda la tripulación (risas). Sé que algunos de los lugares no siempre fueron ideales para el departamento de cámaras o maquillaje, pero me encantaron todos los países a los que fuimos. Y creo que eso es parte del atractivo de la película. Estas ubicaciones, obviamente, le dan una gran escala, pero lo que es más importante, le dan más cualidades en niveles. No está mejorado digitalmente ni nada de eso. Lo que ven es porque realmente estábamos en ese lugar del mundo en ese instante. Y será interesante saber dónde estará el público cuando lo vea.
Además de trabajar con Christopher Nolan, su productora Emma Thomas está a su lado. ¿Cómo es trabajar con ella?
Ella es muy cariñosa. Está ocupada, ocupada, ocupada, pero no se desperdicia energía con ella. Sea lo que sea, lo va a hacer. Y, sin embargo, tiene el toque maternal; siempre sentí que estaba seguro y cuidado gracias a su luz y positividad… realmente me alimenté de eso. Me encanta el hecho de cómo ella mantiene equilibrado a Nolan. Creo que la razón de su éxito durante tanto tiempo es ese equilibrio. Esa es la clave.
Esta es la segunda película que protagoniza John David Washington.
¿Por qué cree que las películas de Christopher Nolan deben verse en la pantalla grande?
Siempre me han gustado las películas porque tienen una gran cantidad de asombro y escapismo. Apreciarán Tenet de cualquier forma en que la vean, pero si tienen la oportunidad de observarla en cine, creo que se quedará con el espectador por más tiempo y maximizará la experiencia.