Al Pacino: “Lo importante es lo que interpreto, no lo que pienso”
Mario Amaya, en Hollywood, California
Finales de la década de 1970, Nueva York. Meyer Offerman (Al Pacino), un judío millonario, reúne a un grupo de personas con un objetivo único: capturar y ajusticiar a los nazis que viven en Estados Unidos y que, presuntamente, se reorganizan para instaurar el Cuarto Reich en ese país.
El joven Jonah Heidelbaum (Logan Lerman) conoce a Meyer Offerman (Al Pacino) líder de los cazanazis.
Al Pacino, próximo a cumplir 80 años, interpreta a Offerman en Hunters, una serie de Amazon Prime. Ganador de un Óscar y recordado por sus papeles en películas como El Padrino, Scarface y Serpico, asume este nuevo reto luego de su último papel en una serie de televisión, Ángeles en América, en 2003.
Aunque el argumento de la nueva serie ha tenido, en general, una muy buena crítica por parte de la prensa especializada, también ha generado una discusión debido a un elemento ficticio. En un campo de concentración se muestra un juego de ajedrez de tamaño humano. Un maestro de ajedrez se ve obligado a jugar con sus compañeros prisioneros como sustitutos de piezas reales. Cuando se “elimina” una pieza del tablero, se mata al prisionero correspondiente. En la vida real no existe evidencia de que algo así haya sucedido durante el Holocausto y esto ha despertado el disgusto de ciertos grupos judíos.
“Auschwitz estuvo lleno de dolores horribles y sufrimientos documentados en los relatos de los sobrevivientes. Inventar un juego falso de ajedrez humano para una serie como Hunters no solo es una tontería y una caricatura peligrosa. También les da la bienvenida a futuros negacionistas. Honramos a las víctimas al preservar la precisión de los hechos”, declaró el Memorial de Auschwitz.
David Weil, creador de la serie, ha tenido que salir en defensa de la serie. “Hunters es una realidad emocional y simbólica que nos permite comprender mejor las experiencias del Holocausto”, afirmó. También recordó haber visitado Auschwitz años atrás y haber visto los albergues donde su abuela vivió como prisionera. Argumentó que la serie tenía la intención de honrar a las víctimas y sobrevivientes, pero “no es un documental y nunca pretendió serlo”. Weil agregó que tuvo cuidado de respetar a las víctimas, por ejemplo, al no dar a sus personajes los números que tuvieron los prisioneros en la vida real.
También defendió la escena del ajedrez, explicando que se incluyó en la serie por “mostrar el sadismo y la violencia más extrema y, representativamente veraz, que los nazis perpetraron contra los judíos y otras víctimas”. Weil afirmó que sentía que esto era más respetuoso que representar “actos reales y específicos, traumáticos, vividos allí”.
Lena Olin interpreta a un personaje llamado Coronel, que tendrá una revelación al final de la primera temporada.
Y si bien ha habido respuestas positivas de muchos seguidores de la serie, el museo conmemorativo Memorial de Auschwitz argumenta lo contrario. “Nos molestamos porque creemos que se debe preservar la precisión cuando se habla del lugar histórico real –explican–. Ficticio es una mala excusa, hay que respetar la precisión y la memoria de las víctimas”.
La negación del Holocausto está en aumento, sobre todo entre los jóvenes. Investigadores de este fenómeno advierten que, irónicamente, se debe a internet, y denuncian el peligro de ir perdiendo la memoria de lo que sucedió. Ante ello, el Memorial de Auschwitz lanzó un trino contundente en Twitter: “Inventen un campamento que no exista y las atrocidades nazis perpetradas allí. Sin embargo, si usan un lugar real, respeten su historia y el sufrimiento de sus víctimas”.
Diners conversó con Al Pacino sobre su papel en la serie.
¿Cómo se pueden tratar, objetivamente, temas como el nazismo en cine y televisión? ¿Por qué piensa que este concepto, en particular, es interesante?
En mi caso, pensé que David Weil, el escritor que concibió Hunters, tenía un sentido original y personal de la historia, por ser judío y haber estado su abuela en un campo de concentración. Esto le agrega colores diferentes y aspectos que son mucho más eclécticos e inusuales en la forma como presenta la historia. Y, en resumen, mi personaje, Meyer Offerman (Al Pacino), es alguien que pensé que me gustaría perseguir y ver a dónde podría llevarlo. Esto me hizo pensar en la serie como una gran película de diez horas de duración.
¿Qué tan diferente es trabajar en televisión con respecto al cine?
Hay muchas historias que se cuentan en estos episodios. En cada uno hay sucesos interesantes y se muestran personajes que van y vienen; esto no lo puedes hacer en cine. Así que estuve allí, no tanto como si filmara una película, pero tuve tiempo libre para hacer cosas y desarrollarlas, y de muchas maneras; el horario fue más sencillo de lo que puedo recordar cuando hago cine; tenía que hacer mucho más trabajo, pero a la vez podía salirme del personaje y volver a él mucho más fácil que cuando me concentro en hacer un largometraje.
Los Hunters son un grupo que busca a los nazis que viven en Estados Unidos para frustar sus futuros planes.
¿Quién le ofrece más libertad de interpretación: un personaje de ficción o uno real?
Mucho de eso tiene que ver con el guion. Lo que sucede, generalmente, cuando interpretas a personajes que no existieron en la historia real, es que encuentras grupos de personas, y también te vuelves loco. Pero si haces el mismo tipo de trabajo, debes encontrar a esa persona en algún lugar dentro de ti. Y eso tiene mucho que ver con el texto. En este caso, David Weil me ayudó a entender a este personaje. Me reuní con él un par de veces antes de decirle que lo iba a intentar.
¿Y en cuanto a personajes reales que ha interpretado?
Recuerdo que cuando hice Serpico, Frank Serpico estaba allí y eso fue particularmente útil; incluso, en algunas de las cosas que entraron en la película y en la escritura de ciertas escenas, porque él decía lo que realmente sucedió. Y luego buscaba al director y lo volvía loco con lo que pasó y le decía ¿a qué te refieres? ¡Así es la escena! A veces el director lo ponía en la película y a veces no. Con David Weil, en cambio, hablamos todo el tiempo sobre las cosas y los diferentes giros de la serie.
¿Cómo se ha sentido en su carrera cuando los personajes que interpreta están lejos de lo que usted es?
Es interesante porque no lo sé, tal vez porque somos actores, somos muchas personas a la vez. No sé, ¿estás seguro de que soy el hombre que ves ahora cuando me vaya de aquí? Así que, todos, como dice Shakespeare, interpretamos muchos papeles constantemente. Creo que parte de lo que haces cuando interpretas a un personaje eres tú también, es tu interpretación de algo, ya sea consciente o inconsciente. Entonces, parte de su sentido de las cosas, casi como si fuera una pintura, que tiene un cierto estilo y un contenido, y eso es personal.
Muy pronto va a cumplir 80 años. ¿Qué lo mantiene activo y qué consejo les daría a los jóvenes talentos?
Todo depende de a dónde te lleve la vida, de cómo te comportas, especialmente cuando te montas en el carril de la fama, pues eso se convierte en algo con lo que vives. Al mismo tiempo, me acompañó la suerte de haber tenido todas estas oportunidades durante mi vida. Y algo importante es saber adaptarse a lo que sucede. Para los actores jóvenes eso es fundamental, porque hay muchas cosas en las que puedes meterte, y me refiero a las drogas, el alcohol, los vicios, etc., y todo lo turbio que acompaña a la fama.
¿Sus hijos influyen en los proyectos que elige? ¿Cuánto se involucran en lo que hace hoy?
Bueno, mi hija mayor es cineasta. Escribe películas, las dirige y las hace. Algunos son cortometrajes y ahora tiene uno que se estrenará pronto. Mi hijo es una especie de programador y también hace sus propios videojuegos; me mostró algunas de las obras de arte que hay en los videojuegos ahora, que son impresionantes. Y mi hija menor está haciendo lo suyo, me acompañó a los Óscar y fue divertido tenerla allí. Le gusta estar en ese ambiente.
Hunters es, en sí, una historia de “ojo por ojo, diente por diente”. ¿Siente que tiene algo de eso en su personalidad?
No, no creo que sea ese tipo de gente, nunca he pensado de esa manera. He interpretado a muchos con esa personalidad, pero no soy así. Y quien tiene esa visión se complica, así como cuando Meyer Offerman, mi personaje, le dice a un joven que un héroe, a veces no hace lo correcto sino lo necesario. Hay asuntos interesantes como este que encuentras en la trama…
Mucha gente puede encontrar algunas similitudes con lo que está pasando en ámbitos políticos. ¿Cuán importante es una serie como esta para señalar que se necesita hacer oposición, que se necesita luchar para hacer justicia?
Todas esas cosas son apéndices de lo que uno va haciendo. He hecho películas que han hablado sobre cierto tipo de cosas, pero no elijo eso. Creo que cuando un escritor escribe y un cineasta hace una película sobre algo que habla de un tema, lo aborda de una u otra forma, y esta serie se puede interpretar de muchas maneras.
La estética de la serie tiene colores saturados, música disco y ropa de los años setenta.
Pero sí creo que se están haciendo películas en las que se quiere expresar un trasfondo. Así que pienso en mi actuación, pienso en el personaje, pienso en cómo retratar algo y lo que sea que salga de eso y lo que salga de cualquier tipo de personaje que interprete, es algo que el personaje siente. Pero cómo me siento, eso es algo que guardo para mí, no quiero salir a mostrar lo que pienso. Soy quien soy, tienes un sentido de mí, pero lo que importa es lo que interpreto, no lo que pienso sobre diversos temas.