La historia de Cine Tonalá en Bogotá contada por su director

Cine Tonalá es sinónimo de buen cine, buena comida y buena rumba. Desde que se inauguró este espacio en Bogotá, en una vieja casa del tradicional barrio de La Merced, al lado del Parque Nacional, muchos aficionados del cine independiente encontraron allí un lugar en el que pueden ver películas que difícilmente se consiguen en otras salas de la ciudad.

Para celebrar sus 1825 días sin parar un segundo, van a tirar la casa por la ventana. El 20 de julio habrá una fiesta especial con diversas propuestas acompañadas de músicos internacionales y locales, donde 600 personas podrán vivir una experiencia descomunal al ritmo de la música.

Conversamos con Salomón Simhon, su director, quien nos habló sobre la experiencia de Tonalá en Bogotá.

¿Qué significa cumplir cinco años para el equipo de Tonalá?

Es una felicidad completa estar todavía vivos. Haber durado cinco años ha sido posible por el trabajo de todo el equipo de administración, de programación y aquí seguimos dando lora y seguimos parados y apoyando la cultura local y alternativa del país y de afuera.

¿Cómo fue el inicio de Tonalá en Bogotá?

Cine Tonalá comenzó primero en la colonia La Roma, en Ciudad de México. Yo vivía allá, conocí Tonalá y me enamoré. Cuando regresé a Bogotá me di cuenta de que no existía un lugar con una oferta cultural como la de Tonalá. De ahí nació la idea de traerlo a la ciudad.

¿Siempre estuvo en su mente que Tonalá debía quedar en La Merced?

Siempre nos gustó este sitio, pero nunca pensamos que debía quedar aquí. Nos parece que es una zona de encuentro perfecta para todo el mundo y es bastante central de la ciudad. Realmente cuando entramos a la casa nos enamoramos y ahí decidimos comenzar el proyecto.

¿Cuáles han sido los obstáculos más grandes en estos cinco años?

Realmente lo más difícil es mantener a la gente motivada para que venga a Tonalá. Siempre tratamos de mantener una oferta cultural que atraiga a la gente y eso es difícil. Siempre estamos buscando nuevos eventos, nuevas formas de hacer cosas diferentes y de mantener una programación distinta mes a mes. La parte más difícil es tener películas vigentes rotando constantemente.

¿Cuáles son los espacios que más disfruta el público?

Lo que más disfruta la gente de Cine Tonalá es que es un espacio cultural en el que pueden venir y ver muchos eventos. Es como venir a la casa, comer algo, entrar a cine, después pueden pasar al almacén, quedarse a la fiesta, tomar algo, ver un stand up o teatro. Pueden hacer muchas actividades en un solo lugar. Esa experiencia multicultural es lo que más le gusta a la gente, saber que si van a un lugar van a encontrar de todo.

¿Desde el principio del proyecto se pensó como un lugar en el que se podría hacer todo esto o eso ha evolucionado con el tiempo?

Desde el principio queríamos tener la mayoría de las artes en la casa y una programación muy diversa.

¿Cómo definen la programación de Cine Tonalá?

Tenemos un equipo que define las actividades y las películas que van a estar cada mes. La curaduría la hacemos tres personas. Nosotros vemos las películas y decidimos qué podría funcionar para la programación.

¿Trabajan de la mano con Cine Tonalá de México?

En algunas cosas. Por ejemplo, hemos traído comediantes que se presentan allá, algunos directores presentan sus películas y algunos artistas. A veces compartimos algo de programación, pero por temas de fechas de estrenos y de derechos en ocasiones no se puede.

¿Cómo ve el panorama de las salas de cine independiente en la ciudad? ¿Ha cambiado el interés del público?

Creería que ese es uno de los logros de Tonalá: formar este tipo de público que sabe que acá encuentran un tipo diferente de cine. En estos cinco años un logro importante es llegarle a esos nichos que están cansados de consumir cine comercial y que ahora intentan ver otro tipo de cine.

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