Tres días para ver lo mejor del cine africano en Bogotá

Revista Diners
Así como los superhéroes, Jo, una niña fanática de las películas de superhéroes, quiere volar. Mientras pasa por la etapa final de un enfermedad terminal su madre, una partera respetada de la comunidad local, es consciente de que su hija vive sus días finales y decide regresarla a casa.
Allí, Mwix, la hermana mayor de Jo, empieza a hacerle la vida más llevadera: en complicidad con la gente del pueblo, arma una serie de situaciones en donde Jo es vista como una superheroína: espanta a los ladrones, hace gol en medio de un partido difícil y rescata una mochila que estaba en manos de un ladrón. Todo ocurre a espaldas de la madre, pero cuando esta se entera y descubre lo bien que el juego le hace a su hija, la mujer accede a cumplir otro de sus sueños: hacer una película con la gente del pueblo en la que Jo hace de superhéroe.
Esa es la trama de Supa Modo (2018), la película keniana, dirigida por Likarion Wainanina, que hizo parte de la selección del Berlin International Film Festival en 2018 en la sección de mejor largometraje. A Colombia llegó a las pantallas gracias Muica 2019, la 3a Muestra Itinerante de Cine Africano 2019, que organiza la fundación Otro Sur, junto a una selección de 20 películas cuyo valor narrativo y técnico compiten con las mejores del mundo.
Muica es la ventana que ha abierto el colectivo Otro Sur para mirar a África, un continente desdibujado por el desconocimiento y la distancia, y con el que compartimos historia, cultura y un rasgos de vida.
Salym Fayad, director de la Muica, y quien lleva radicado más de 10 años en Sudáfrica dice que, entre África y Colombia “hay una conexión histórica y similitudes a nivel social, pero es sorprendente para nosotros la gran ignorancia que tenemos entre estas dos regiones. Aquí en Colombia es muy poco lo que se sabe de África, lo que se enseña en el colegio es muy poco, y si hay clases en la universidad son muy contadas. Es un vacío que creemos que hay que llenar a partir de productos culturales de muy alta calidad, con películas que son atractivas y muy buenas. ¿por qué tenemos festival de cine francés, de cine alemán, Eurocine y por qué de África no hay si allá se hacen películas que ganan premios, que están en festivales internacionales y cuyo contenido toca realidad que nos tocan a nosotros?”.
Esta selección no pretende generar una mirada unidimensional del continente, al contrario, cada película es una propuesta que descoloca las ideas predominantes que la narrativa occidental ha impuesto sobre África.
“Muchas veces se espera que el cine africano sea del género documental, un poco antropológico, que hable de los animales, de la pobreza, de lo dura que es la vida en las grandes urbes o de la colonia. Y aunque estos son temas que el cine africano toca, no vienen de la manera en que Occidente está acostumbrado a mostrarlos” dice Fayad.
El dramatismo de la miseria, la apelación al pesar y el exotismo crudo de una vida sin el paso del progreso que se acostumbra en la narrativa occidental sobre África, no aparecen aquí. “Es importante mostrar géneros que disloquen lo que se espera del cine africano”. Entre las propuestas se incluyen vaqueros, samuráis, dictadores títeres, músicos, superhéroes de barrio, personas del movimiento queer, y un mundo tan amplio que no imaginamos.
Este año, la muestra llegó a Cali, Cartagena, Bogotá y Buenaventura, en esta última ciudad había puntos de identificación muy fuertes por el origen de la población afro que allí reside. Supa Modo fue una de esas películas en las que la conexión se dio por un personaje específico: la madre de Jo, quien es una partera en la historia: “en esa región el 90 % se relacionó ella porque todos los que la vieron, vinieron al mundo a través de una partera: hubo una especie de reconocimiento en las luchas o en cosas simples como la comida o la forma de vestir. Verse reflejados en la gran pantalla a través de personas que están al otro lado del mundo es muy valioso”.
La llegada de Otro Sur a estas comunidades ha sido gracias a la colaboración con fundaciones y organizaciones locales que entienden y conocen las preocupaciones particulares. Uno de los largometrajes que se incluyó para esta muestra es Silas, de Hawa Essuman y Anjali Nayar, un documental que trata la historia de Silas Siakor, activista liberiano que se ha enfrentado al músculo de los poderes económicos y políticos que destruyen el medioambiente. La película llegó con gran relevancia coyuntural a Buenaventura, donde el liderazgo comunitario es parte de la realidad de la comunidad. Al finalizar se abrieron charlas de reflexión para encontrar puntos en común y luchas transversales que podían enriquecer este escenario.
Las selección de este año corresponde a tres temáticas: Hecho en África, que se compone por un grupo de largometrajes exclusivamente de creativos africanos; Diáspora, que incluye las historias de la comunidad afro en el mundo; y Otras Miradas, que agrupa relatos del universo africano desde la mirada exterior.
Entre las producciones de este año destacamos Supa Modo (2018); High Fantasy (2017) Stories of Our Lives (2014); Blaxploitalian (2016); Wallay (2017).
Para conocer la programación ingrese a: http://otrosur.org/muica-2019/bogota/