David Rocco y la dulce vida en África

El chef, viajero y ‘bon vivant’ David Rocco estrena ‘Dolce Africa’ el próximo 11 de junio en National Geographic. Hablamos con él sobre su experiencia en este continente.
 
David Rocco y la dulce vida en África
Foto: Cortesía National Geographic
POR: 
Revista Diners

David Rocco es un fanático de la buena vida. Durante años se ha dedicado a viajar por
el mundo para descubrir los secretos, la comida y las costumbres de diversas regiones. Sus travesías lo llevaron a África, un continente misterioso, pero con muchas cosas por descubrir.

Hablamos con él sobre su experiencia y sobre lo que se podrá ver en su nuevo programa ‘David Rocco: Dulce África’.

¿Qué cree que es lo más dulce de África?

La cosa más dulce de áfrica es su gente. Todas las personas que conocimos eran amables, cálidas y se emocionaban mucho al ver el potencial de crecimiento que tienen sus países. El entusiasmo que se ve en el show es real y es emocionante de ver.

¿Qué tan compleja o sencilla es la cocina africana en términos de técnicas e ingredientes?

Durante la grabación viajamos por África del este, Etiopía, Kenia, Tanzania, Zanzibar y Sudáfrica. Por ejemplo las especias en Zanzibar son muy distintas a las de Etiopía. La mayoría de veces la cocina es simple, entonces se trata más de su acercamiento a este tipo de especias. Otro ejemplo, las especias en Etiopía son más picantes, el berbere y awaze lo usan en muchas preparaciones, diferente en Zanzibar donde no usan mucho picante.

¿Por qué el show se llama ‘Dolce Africa’?

‘Dolce’ significa dulce… Y eso es lo que he tratado de hacer con mi serie de shows “Dolce” es viajar por el mundo resaltando lo dulce y lo bueno de la vida en diferentes lugares. ‘Dolce Africa’ se trata de aprender como la gente vive su día a día en diferentes países y los retos a los que se enfrentan, pero aquí el punto en común es el amor por la comida y la buena compañía.

¿Cuál es el lugar más asombroso que conoció en África?

Cada lugar es especial. Es una de esas experiencias raras, y creo que ni yo ni nadie del equipo de producción sabíamos en lo que nos estábamos metiendo. Muchas veces hablamos de eso, de hecho me encuentro en Italia grabando ‘Dolce Vita Italia’, y durante las comidas nos sentamos a recordar cosas. Todas son muy diferentes.

Etiopía fue sorprendente porque no era lo que nos imaginábamos, mucha gente tiene en su cabeza la hambruna que había en los ochentas, pero ahora es un país progresivo. La gente es muy joven. Creo que la edad promedio en Addis Ababa es 29 años.

Kenia tiene una energía increíble y fue muy divertido. Una de mis experiencias personales favoritas fue estar con una familia Maasai Mara y compartir con ellos. De hecho fui capaz de de probar la sangre de vaca, algo que nunca me habría atrevido a hacer.

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¿Cómo fue el proceso para hacer el programa y de dónde viene el interés por estos países?

Es personal, Etiopía es un lugar al que siempre quise ir. El proceso para hacer programa fue, primero grabamos cosas al estilo documental, andábamos con personas locales que nos llevaban a explorar la ciudad. No planeamos mucho las cosas y lo que nos gusta hacer es conocer a la gente para que nos cuente sus historias.

Cuando escogimos los lugares pensamos en ir a África del este porque Zanzibar y etiopía siempre me han fascinado. Sudáfrica nos ayudó a mostrar otro aspecto que no se conoce mucho sobre el país y darle otra visión de él a los espectadores.

¿Qué experiencias durante la grabación le cambiaron la vida?

Fueron dos. La primera ser parte de los Massai Mara con mi familia. Ver los animales, ir de safari fue mágico. Vivir con los Massai y compartir sus tradiciones con mi familia me cambió la vida. Probé sangre de vaca, que es un ritual que hacen ellos todas las mañanas, estuvimos en el sacrificio de una cabra e hicimos parte de sus tradiciones como si fuéramos parte de su comunidad.

El segundo fue en Sudáfrica. Tuvimos la oportunidad de grabar en Soweto y Johannesburgo y todo el mundo tiene preconcepciones de que es peligroso y que hay que tener cuidado. La verdad es que Johannesburgo es una ciudad increíble, con mucho arte. Soweto también fue una sorpresa porque compartimos con un coro gospel que son ganadores del Grammy. Es una ciudad mágica, con mucha cultura y cosas por conocer.

¿Cuál fue la mejor y la peor comida que probó?

La mejor en Zanzibar. El pescado y el pulpo estaba muy fresco. La comida iba directo del mar a la parrilla, luego la adobaban con canela. También el curry es delicioso porque lo combinan con coco, lo que le da mucho sabor.

Sobre lo peor que probé, como sabes África tiene una historia muy fuerte de esclavitud y pobreza, así que muchos platos están hechos de lo que podían conseguir para comer. Probablemente el peor fue en Kenya. Era un plato lleno de los cascos y la cabeza de la cabra. Esto lo cocinan por horas y luego se toman el caldo. En Sudáfrica tienen un plato que le dicen “Sonrisa”. Ponen la cabeza de la cabra en una parrilla y la piel se va cayendo mientras se cocina, así que parece que estuviera le estuviera sonriendo. No me gusto su sabor.

¿Le gustaría hacer un ‘Dolce Vita Latinoamérica’?

¡Me encantaría! Tengo muchos amigos de Latinoamérica. Cuanto uno más viaja más curioso se vuelve sobre los sabores y las técnicas de cocina. Hay algo en lo que siempre he creído y es que todos debemos comer, y la comida sabe mejor en compañía. Y sabe aún mejor cuando te haces amigo de la gente comiendo.

¿Cuál es su consejo para vivir la vida al máximo?

Disfrutar los pequeños momentos y rodearse de familia, comida y risa.

         

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junio
8 / 2018