Seis claves para entender la obra de Jim Jarmusch

A propósito del estreno de Paterson, la nueva película escrita y dirigida por Jim Jarmusch, reunimos las marcas que hacen que sus películas sean tan particulares.
 
Seis claves para entender la obra de Jim Jarmusch
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POR: 
Jhonny R. Quintero

A Jim Jarmusch puede tildársele de varias cosas; de exagerar con el simbolismo, o que se le va la mano con las referencias literarias, pero nunca de que sea un director que se repita. Sus películas van desde vampiros en el siglo XXI (antes de que aparecieran las sagas de Crepúsculo), pasando por un sicario con vocación de samurái, documentales, hasta thrillers, trípticos, y finalmente un conductor de bus que es, además, poeta.

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Y, como todo artista, Jarmusch no puede evitar dejar una marca de agua en sus películas. Con su nuevo filme, Paterson, vuelve otra vez a un estilo similar al de Flores Rotas (2005), y se aleja de dos películas tan distintas (entre sí y entre todas las demás), Los Límites del Control (2009) y Solo los Amantes Sobreviven (2013).

Pero volvamos a las improntas que va dejando en sus películas y que hacen que, aunque sean tan distintas unas de otras, todas lleven su nombre.

1- El silencio cómodo: Jarmusch se siente más a gusto en la imagen que en el diálogo. Sus personajes son, muchos de ellos, personas parcas, que dicen más con lo que callan que con lo que dicen.

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Tal es el caso del protagonista de Los Límites del Control, de quien no sabemos ni su nombre, o Ghost Dog, que solo habla para decir lo necesario. Incluso Bill Murray, en Flores Rotas, no es precisamente parlanchín, como nos tiene acostumbrados, o Tom Hiddleston en Solo los Amantes Sobreviven, que interpreta a un músico lacónico y de pocas palabras. Pueden pasar escenas enteras, seguidas una de otra, en la que nadie diga nada.

2- Amor por la poesía: quizás esto parezca evidente con Paterson, pero desde Vacaciones Permanentes (1980), su primer largometraje, que no es más que una especie de tributo a sus venerados Beatniks, va soltando versos en sus guiones, algunas veces más sutil, como en Los Límites del Control, donde los versos están unidos a la trama de la película, o como en Ghost Dog, el Camino del Samurái (1999), donde el protagonista rige su vida por el Hagakure, un libro japonés.

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Y otras veces en las que no se molesta en disimular, tal es el caso de Solo los Amantes sobreviven, en la que no es nada sutil y los personajes llevan nombres de poetas o son escritores, como en el caso de Marlowe, el poeta inglés del siglo XVI.

3- La fuerza de la repetición: si alguien sabe cómo representar la cotidianidad, ese es Jarmusch. Como la mayoría de los argumentos de sus películas suceden en un lapso corto, los días se suceden casi idénticos. En Paterson logró, quizás, perfeccionar su estilo. El conductor de bus comienza cada mañana calcada de la anterior. El personaje misterioso de Los Límites del Control también pasa por días tediosos, así esté en un pueblo de Andalucía o en Madrid, se repiten las preguntas, los cafés, la ropa, o las caminatas que toma.

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4- El dato oculto: junto con los silencios, es uno de sus rasgos más particulares. Jarmusch (que casi siempre es el escritor de sus películas), no nos cuenta muchas cosas, y enfoca su argumento en solo una parte de la historia, nos muestra solo un pedazo, y lo demás, todo lo que queda afuera, nos lo muestra con pequeños detalles, como si solo nos permitiera ver unos segundos a través de un hueco en la pared. En Paterson, por ejemplo, no sabemos mucho de su protagonista, ¿cómo terminó manejando bus?, en algún punto, muestra en su mesita de noche una foto de él cuando estaba en el ejército, y ahí nos permite ver por un instante a través de ese hueco en la pared.

5- Adiós al estereotipo: llenamos nuestras vidas con moldes, culturales, raciales, y muchos de ellos son condescendientes. Un negro que sigue las enseñanzas de un libro japonés para samuráis, un mafioso italiano al que le gusta el hip hop, un contador (Johnny Depp), que termina prófugo en el medio oeste y que es admirador de William Blake o un chofer de bus que lee desmedidamente a William Carlos Williams y a Emily Dickinson, y es con este último que nos quita el estereotipo de los poetas como seres especiales, iluminados, de vidas díscolas o deprimentes.

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6- I don’t speak english: En Los Límites del Control, la línea que más se repite es “Usted no habla español, ¿verdad?”. El misterioso personaje a duras penas habla inglés, y no es el primero en sus películas. La barrera del idioma es una constante, y plantea entre los personajes diferentes formas de comunicación.

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Raymond, el heladero Haitiano de Ghost Dog que no habla inglés, con quien el protagonista mantiene una amistad; Bob (Roberto Beningni), el italiano en Bajo el Peso de La Ley que a duras penas farfulla unas palabras en inglés; o el taxista alemán (Armin Mueller-Stahl) en Una Noche en La Tierra quien, además de no saber manejar, tiene un inglés precario.

         

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agosto
17 / 2017