Crowe y Gosling son un curioso dúo de comedia en Dos Tipos Peligrosos
Juliana Uscátegui
DOS TIPOS PELIGROSOS
Estamos frente a una película bastante ridícula, que mezcla los años setenta con una excelente producción de arte y vestuario y que narra una historia descabellada con conspiraciones corporativas poco profundas. Una niña que ejerce autoridad sobre su padre viudo, que a la vez es un detective venido a menos; una niña rica rebelde que quiere vengar las maldades de su madre, y un tipo rudo que golpea a otros por dinero, son algunos de los personajes que desfilan por la pantalla.
Pero por ridícula no queremos decir que sea mala, es tan absurda que la risa es constante. Ryan Gosling es el viudo llorón que trata de salir adelante mientras negocia y estafa al mismo tiempo con sus clientes. Russell Crowe nunca estuvo tan viejo, gordo y divertido. Y, como sorpresa, aparece una Kim Basinger bastante momificada. En general, es una película divertida para ver.
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