Tina Fey se toma el humor muy en serio
Tina Fey parece que no tiene en mente bajar el ritmo de su trabajo como actriz, productora y madre de familia. A sus 45 años, la artista, casada con el músico Jeff Richmond y con dos hijas, Alice, de diez años y Penélope Athena, de cuatro, ha logrado una carrera sólida en el mundo del entretenimiento. Primero, escribiendo y haciendo comedia para televisión, para luego dar el salto al cine. Ha aparecido en películas tan diversas como Muppets most wanted, así como en This Is Where I Leave You, en la que compartió escenario con Jane Fonda y Jason Bateman.
Elizabeth Stamatina Fey nació en Pensilvania el 18 de mayo de 1970 y desde siempre ha tenido una chispa especial para hacer reír a la gente. Saltó a la fama cuando se convirtió en la primera mujer en ser nombrada Escritora Jefe del programa Saturday Night Live, y luego junto a Jimmy Fallon y posteriormente junto a su compañera Amy Poehler en Weekend Update, el segmento de noticias del programa. Nuevamente con Poehler y bajo la dirección de Jason Moore (Pitch Perfect) estelariza su más reciente película titulada Hermanas.
La cinta, que próximamente se estrenará en Colombia, narra las aventuras de dos hermanas que se reencuentran para hacer una fiesta en la casa de sus padres, antes de que la propiedad sea vendida.
La actriz habló con Diners sobre su trabajo y cómo va su vida.
Usted es, indudablemente, una mujer con muchos talentos artísticos. ¿Cómo logra inspirarse?
Todo depende de la situación y del momento. La inspiración puede llegar de cualquier cosa. Si, por ejemplo, escribo para una serie de televisión y estoy creando un grupo de personajes que me gustan, me encanta pensar en ellos y en lo que les puede pasar en su cotidianidad. Así como hay artistas y actores que pueden inspirarte, hay personas comunes y corrientes, amigos, familiares que pueden inspirarme.
¿Y qué o quién la inspiró a convertirse en lo que es hoy?
Bueno, comencé como escritora y pienso que probablemente fue porque en la escuela me motivaron mis profesores, quienes conocían que había escritores dentro de mi familia. Pero al saber que actuar es mucho más divertido, utilicé mi versatilidad en la escritura para abrirme paso en ese mundo.
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¿Qué comediantes la han inspirado?
Yo crecí viendo a Gilda Radner, Jane Curtin y Laraine Newman en Saturday Night Live. Después a Jan Hooks, Nora Dunn, Catherine O’Hara, Andrea Martin y todas esas mujeres graciosísimas. Luego pude trabajar con Amy Poehler, Maya Rudolph y Kristen Wiig, en ese mismo show. Con ellas nos hemos inspirado mutuamente y, además, son excelentes en lo que hacen.
Cada vez que uno va a Nueva York se siente una energía única. ¿Esto le ayuda en su trabajo?
Sí, totalmente, y de hecho este nuevo show que estoy escribiendo tiene como escenario Nueva York, porque quiero seguir viviendo aquí y porque es un lugar en el que uno puede dirigir la cámara hacia cualquier dirección. Es interesante ver esa mezcla de gente y de personajes que la habitan y conforman esa energía que describes.
¿Sería diferente si viviera, por ejemplo, en Los Ángeles o Miami?
Sí, a eso me refiero. Mi forma de crear y escribir no sería la misma, no sentiría la urgencia de hacerlo, o al menos así lo pienso.
Usted es famosa por su forma de hacer comedia en Saturday Night Live, ¿su sentido de humor en casa es igual al que proyecta en su vida profesional?
En la casa soy una mujer muy aburrida. Demasiado, diría yo [risas].
Eso es difícil de creer…
Es verdad. Si quieres llamo a alguien para que te lo compruebe [risas]. Muchas veces uno no se pone a pensar qué tan chistoso pueda resultar para su familia.
¿Qué tipo de humor disfruta?
Tengo muchos comediantes a los que admiro, como Chris Rock, que tiene un tipo de comedia que me encanta, basada en hacer un chiste sobre una situación real, pero desde un ángulo inusual. Para mí eso es primordial.
¿Cree que uno puede reírse de cualquier situación en la vida?
Definitivamente sí, dentro del contexto adecuado. No quiere decir que uno deba hacerlo en cualquier parte o todo el tiempo, pero en el momento adecuado uno sí puede reírse o hacer comedia de lo que sea.
Hace una década se estrenó Mean Girls, una película que se ha convertido en un clásico. ¿Cómo fue su experiencia y qué significa para usted este filme hoy en día?
Sí, es una de esas películas de las que me siento orgullosa de haber hecho parte, aún la vemos en casa de vez en cuando en el canal TBS. Me parece increíble, además, encontrarme, de vez en cuando, con chicas que están entrando en la adolescencia y disfrutan la película. Eso es grato de ver.
Y como madre de dos hijas, que en un futuro cercano se convertirán en adolescentes, ¿cómo abordaría una conversación con ellas sobre las chicas malas?
Ya sabes que la película está basada en un libro de no ficción de Rosalind Wiseman. Espero que pueda usar algunos principios de los que se ven en la película y enseñarles que en la vida hay personas que dicen cosas odiosas. Creo que uno tiene que tener las bases de saber cómo es uno para afrontar este tipo de personas. Y, bueno, pronto tendré que abordarlo con mis hijas.
Recientemente la vimos en la película Muppets most wanted interpretando a una oficial rusa y en otras ocasiones ha imitado diversos acentos. ¿Dónde aprendió a hacerlo?
Lo he hecho desde pequeña. Siempre me ha gustado practicar acentos y cuando estaba en la escuela de actuación podíamos tomar clases de dialectos. Y mi acento en la película, aunque suene aceptable, sería una gran vergüenza para mi profesor, que era implacable en esa época.
Si tuviera la oportunidad de volver a su lugar de origen, ¿hay gente con la que quisiera mantener el contacto?
De hecho, lo hago; tengo mucha gente de mi infancia y juventud que aún está presente en mi vida. Hace unas semanas fui a mi pueblo en Pensilvania, a visitar a gran parte de mi familia. Sin embargo, al mismo tiempo considero que fue bueno haber salido de allí, porque de lo contrario no hubiera podido haber hecho lo que quería hacer en la vida y lograr lo que he obtenido.
¿Cuál fue su primer trabajo?
En la escuela trabajé en un restaurante, haciendo papas a la francesa, sándwiches de queso y sirviendo helado de vainilla italiano. ¡Ya me hiciste dar hambre de solo recordarlo! [risas].
¿Siente que es buena para mantener secretos?
Por qué me lo preguntas, ¿tienes algún secreto que me quieras contar? [risas]. La verdad, no tengo muchos secretos guardados, pero pienso que soy una mujer confiable para mis amigos y, bueno, mi familia no tiene secretos que sean una amenaza para nadie, al menos que yo sepa [risas]. Si tuviera uno, lo mantendría hasta la tumba.
¿Piensa que la gente nace divertida o aprende a ser chistosa con el tiempo?
Pienso que, en la mayoría de las ocasiones, uno aprende a ser chistoso, es como un arte, pero hay elementos que nacen con algunas personas que las hacen naturalmente idóneas para ser divertidas. Si uno crece en un ambiente donde se aprecia el humor, es natural que uno pueda admirar de mejor manera cómo hacer comedia, pero algunos nacen con el don. ¡Ya hubiera yo querido ser una de esas personas! [risas].
¿Cuál es su régimen para verse siempre bien?
Básicamente, siempre busco comer muy bien y trato de tener el tiempo para hacer ejercicio, aunque muchas veces, cuando llega el invierno, se hace algo difícil salir. Con mi esposo tratamos de turnarnos para ir al gimnasio en las mañanas y de la primavera al otoño siempre soy muy activa.
¿Qué es lo que siempre guarda en su refrigerador que es saludable y que no lo es?
Bueno, en general, como mucha espinaca y helado de fresas. No sé cómo clasificar lo que es saludable de lo que no lo es [risas].
¿Cuáles son sus diseñadores favoritos?
Lo que más aprecio de ir a eventos de galardones y premieres de películas es poder lucir vestidos hermosos que en otras ocasiones no me pondría. Me gustan mucho los diseños de Carolina Herrera y cuando vivía L’Wren Scott me hizo un par de trajes maravillosos. Tenía mucho talento.
¿Cuál es su lujo favorito?
En la actualidad, una indulgencia que me doy consiste en llevar a las niñas a Disneyworld todas las veces que puedo, que en realidad se trata de un lujo porque ir allí no es nada barato. Y en cuanto a cosas más personales, mi debilidad son los pasteles.