Ant-Man: una película de robos al estilo Marvel (y la más cómica del UCM)

¿Vale la pena ver Ant-Man? Definitivamente. Nuestro experto en Marvel le cuenta por qué.
 
Ant-Man: una película de robos al estilo Marvel (y la más cómica del UCM)
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POR: 
Rafael García

Un científico desarrolla un elemento nuevo y maravilloso que le permite potenciar un traje que le confiere habilidades sobrehumanas. El científico decide mantenerlo en secreto, pero uno de sus hombres de confianza lo descubre e intenta replicar el descubrimiento para crear su propio traje y venderlo como arma al mejor postor. Hay una batalla final donde el villano demuestra tener un traje más avanzado; todo está en contra del héroe, que sin embargo, no se da por vencido y arriesga su propia vida para detener a su rival. Triunfa y se queda con la chica. Ruedan los créditos. Escena después de los créditos.

La fórmula de Ant-Man parece calcada de Iron Man, la precursora del Universo Cinematográfico de Marvel que se estrenó hace siete años, pero el tono y la temática le permiten diferenciarse de su predecesora y ser una película sólida y entretenida en su propio derecho.

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Más que una película de superhéroes, El Hombre Hormiga es una película sobre un robo (un subgénero de las películas de crimen que en inglés es llamado heist film). En ella, Paul Rudd (This is 40, Friends, Role Models) interpreta a Scott Lang, un ladrón experto que acaba de salir de la cárcel y que es reclutado por Hank Pym (interpretado por Michael Douglas), científico y ex agente secreto, que inventó un traje que le permite reducir su tamaño al de una hormiga mientras que mantiene su fuerza proporcional. La misión de Lang es infiltrarse en la empresa de Pym y robar un prototipo del traje antes de que sea vendido y usado como arma.

Sin embargo, el traje y la capacidad de reducir su tamaño, así como el dispositivo que le permite “comunicarse” con las hormigas y darles órdenes pasan entonces a ser herramientas que Lang emplea, parte del obligado montaje de entrenamiento antes del gran robo. En este sentido, Ant-Man es similar a otras películas de Marvel —Guardians of the Galaxy es una película de aventura y ciencia ficción y Captain America: The Winter Soldier es un film de intriga y espionaje— que buscan trascender el género de superhéroes e ir con su historia más allá de la simple fórmula de un hombre con poderes espectaculares.

Vea también: Guía para entender el Universo Cinematográfico de Marvel

Aparte del tema, la película se destaca por tener un tono más ligero y cómico que el de otras películas que hacen parte del Universo de Marvel. Esto se debe al guión original escrito por Edgar Wright (conocido por cintas como Shaun Of The Dead y Hot Fuzz) y reescrito después por Paul Rudd junto con Adam McKay, escritor de SNL y de las comedias Step Brothers y Anchorman, donde trabajó con Rudd. El actor se adueña de sus líneas y mantiene su tipo de comedia inexpresiva que le permite ser gracioso sin convertirse en un payaso o cuentachistes. Vale la pena hacer una mención especial a la actuación de Michael Peña, que se roba todas sus escenas recitando con absoluta seriedad y naturalidad algunas de las mejores líneas del guión.

Es refrescante también que la cinta no trate de superar en escala el conflicto al que se enfrenta el héroe, sino que, al igual que hace el propio Ant-Man, reduce su tamaño sin disminuir su importancia. No estamos esta vez ante la destrucción de Manhattan o frente a un ser omnipotente que planea destruir un planeta completo; lo que motiva a Scott Lang es recuperar la relación que tenía con su pequeña hija antes de divorciarse e ir a la cárcel. Esto le da al personaje mayor profundidad, haciéndolo más humano e identificable, y es una variación bienvenida del festival de destrucción masiva en que se convierten la mayoría de películas del género.

Ant-Man en el Universo Cinematográfico de Marvel
Con el Hombre Hormiga son ya 12 las películas del Universo Cinematográfico de Marvel en poco más de 7 años; además, la cinta marca el fin de la llamada Fase Dos, que empezó en 2013 con Iron Man 3. Entonces ¿qué le aporta la historia de Scott Lang al UCM? Por ahora es muy poco.

Aunque hay algunas referencias a SHIELD y a los Vengadores, además del cameo de Anthony Mackie como Falcon, Ant-Man procura pararse sin ayuda de sus precursoras y no depender de éxitos anteriores de Marvel. Más que retomar temas o personajes de las fases 1 y 2, la película abre la puerta a las expectativas de la Fase 3, con una escena que vincula a Scott Lang con Captain America: Civil War, la cinta en la que el Universo Marvel entrará en conflicto y se dividirá en dos facciones rivales encabezadas por Iron Man y el Capitán América.

Además de esta escena y la promesa de que Ant-Man volverá, vale la pena resaltar la mención casual de “un tipo que escala paredes”, una referencia obvia a Spider-Man y a su inminente llegada al UCM. Se espera también que el llamado “Reino Cuántico”, un microuniverso subatómico explicado por Michael Douglas, le permita a Marvel darle un matiz científico y creíble a otro de los personajes que llegarán a la pantalla grande en el 2016: Doctor Strange, el Hechicero Supremo que será interpretado por Benedict Cumberbatch y que abrirá la puerta del Universo Cinematográfico al género de fantasía y magia.

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julio
24 / 2015