Jurassic World: los dinosaurios vuelven a la pantalla grande

Desde que Steven Spielberg tuvo la firme intención de devolver a la vida al Tyrannosaurus Rex, Velociraptor, y al Triceratops, Universal Pictures fue su mejor aliado. Desde ese momento han pasado 22 años y la fascinación por ver a estos gigantes prehistóricos aún genera fanáticos, lo que hace que esta fórmula no cambie.

En esta nueva película, Jurassic World, cuenta con la dirección de Colin Trevorrow, quien tenía tres grandes retos. El primero superar lo hecho por Steven Spielberg y Joe Johnston como directores de las anteriores películas, en donde la primera fue la más exitosa con 23 galardones, de los cuales tres fueron Premios Oscar. El segundo dirigir su primer gran film, tratando de superar lo hecho por Spielberg, aunque contó con la ventaja de tenerlo en la producción general; y el tercero dar continuidad a la saga, ya que se ha anunciado que Jurassic World tendrá una segunda parte y él estará a cargo.

En cuanto al reparto, la renovación era necesaria. Aunque algunos seguidores esperábamos la inclusión de algunos personajes clásicos, el director, decidió que no sería así. La gran sorpresa, para nosotros los seguidores, fue ver a uno de los personajes de la primera película aunque fuera en un papel secundario. BD Wong, actor que interpretó al Dr. Henry Wu, genetista encargado del proceso de nacimiento en la primera entrega, reaparece en esta ocasión como jefe del centro de genética, con intenciones ocultas que son reveladas hasta el final.

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Dentro de las caras nuevas que vienen a refrescar esta nueva entrega de la saga, se encuentra Chris Pratt, recordado por su papel como Star-Lord en Guardianes de la Galaxia, quien seguirá siendo el héroe en este film. También están Bryce Dallas Howard, Vincent D’Onofrio, Omar Sy (Intouchables).

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La historia se desarrolla varios años después de la última expedición que tuvo origen en la Isla Sorna, y que dejó a los dinosaurios aún existentes en ese momento en busca de un nuevo hogar. Simón Masrani (Irrfan Khan, Pi Patel adulto en Life Of Pi) y su compañía Masrani Global Corporate, lograron por fin lo que tanto deseaba John Hammond (Richard Attenborough), y su empresa InGen (International Genetic Technologies), aunque con muchas diferencias de la idea original.

Ahora el parque es un gran centro vacacional ubicado en la misma Isla Nublar en Costa Rica, que no solo ofrece ver a los dinosaurios, sino que brinda alojamiento y otras actividades vacacionales. Del parque que vimos en 1993 se conservan algunos ambientes,  otros son totalmente nuevos, como el estanque gigante donde aparece el Mosasaurus, una especie de cocodrilo gigante que devora todo lo que entre al agua. La diferencia, según la administradora del parque, es que todos los espacios son seguros y controlados, aunque todos sabemos que no será así.

Con el afán de asegurar la asistencia y el patrocinio del parque, la compañía decide “innovar” y experimentar más de lo debido con la creación del Indominus Rex, una bestia magnifica, mejor que todos los dinosaurios creados en el parque y, como su nombre lo indica, realmente indomable. Esta bestia es la encargada de llevar a la película a su clímax y brindar todas las emociones al público.

De las grandes enseñanzas que nos dejaron las anteriores películas de la saga es que correr no es una buena idea si se está ante cualquiera de estos animales y aún más si son velociraptores que desarrollaron “inteligencia”. En esta edición la premisa es la misma, es mejor usar el cerebro y encontrar una mejor salida antes que ser atrapado y devorado.

Aunque el ADN de la película es el mismo de las anteriores, en donde todo se sale de control y existe un dinosaurio que no se adapta al parque, la espera de 14 años desde la última Jurassic Park, vale la pena ante este resultado. Al final de los 124 minutos de la película, Steven Spielgberg demuestra su calidad como productor. Por su parte el director sobresale con un 10 en el cumplimiento de los retos que tenía por delante.

La película es una muestra de realismo mágico que vuelve a traer a los dinosaurios a la vida – ¡y de qué forma! – dejándonos en un punto alto y con ganas de saber más de lo que pasará con este parque.

Para agudizar la emoción, recomiendo verla en cine 4D, en donde las escenas, los ambientes y los efectos, merecen el gasto en la boleta, ya que usted puede sentir desde los pasos de los dinosaurios, hasta la respiración de un velociraptor en su espalda.