¿Le ha estado mintiendo la serie biográfica de Chespirito?

¿Es cierto todo lo que vemos en la nueva serie Chespirito: Sin Querer Queriendo? En Diners le contamos qué aspectos son reales y cuáles son ficción: desde los nombres de los personajes hasta los orígenes del Chapulín Colorado.
 
¿Le ha estado mintiendo la serie biográfica de Chespirito?
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Poster de la serie Chespirito: sin querer queriendo.
POR: 
Pablo Montero Cabrera

Desde el 5 de junio se ha emitido un episodio semanal de la serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños (también conocido como Chespirito) y su camino hacia la creación del icónico Chavo del Ocho. La historia, dividida en ocho partes, está por llegar a su fin con el episodio de la próxima semana. Por eso, en Diners le contamos qué elementos se han mantenido fieles a la realidad y cuáles han sido adaptados a la ficción.

La serie se inspira principalmente en la autobiografía de Roberto Gómez Bolaños, Sin Querer Queriendo. Sin embargo, muchos de los momentos clave han sido modificados, ya sea por los personajes involucrados o por la duración de los eventos. También vale la pena señalar que los principales productores del proyecto son los hijos de Bolaños, lo que añade una capa de subjetividad a la narrativa.

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Nombres diferentes, mismas personas (Alerta de Spoilers)

Un espectador distraído podría terminar la serie sin notar que varios personajes reales no aparecen con sus nombres verdaderos, sino bajo seudónimos.

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Mientras que María Antonieta de las Nieves —conocida como la Chilindrina— colaboró en la producción, asesoró a la actriz que la interpreta (Paola Montes de Orca) e incluso hizo un cameo, otros como Florinda Meza y Carlos Villagrán ni siquiera aparecen con sus nombres reales.

En la serie, la actriz que interpreta a Doña Florinda se llama Margarita Ruis, apodada “Maggie”, mientras que el actor que da vida a Quico es Marcos Barragán. Aunque no está confirmado, se cree que estos cambios se deben a que ni Meza ni Villagrán autorizaron el uso de su imagen. Y no son los únicos: el director principal de El Chavo del 8 aparece como Mariano, aunque en la vida real fue Enrique Segoviano.

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En la narración paralela sobre la grabación en Acapulco, se muestra cómo Segoviano y Bolaños chocan tanto en lo creativo como en lo personal, debido a un triángulo amoroso con Meza. Incluso se insinúa que Segoviano estuvo a punto de abandonar el programa durante ese viaje, aunque otras versiones afirman lo contrario.

En 2022, en el programa de YouTube Pinky Promise, el presentador Marco Antonio Regil fue el primero en mencionar que “fue muy doloroso porque corren a Segoviano de un programa que él cocreó”. Según Regil, fue el propio Segoviano quien le relató cómo ocurrió su despido tras el viaje a Acapulco.

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Un comienzo no tan veraz

Chespirito
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Fotograma de la serie Chespirito: sin querer queriendo.

La serie muestra que a Roberto Gómez Bolaños le costó convencer a las grandes productoras de darle una oportunidad a sus historias. Incluso hay una escena donde se cuela en las oficinas de Canal 8 para presentar su idea, algo que es desmentido por el propio Bolaños en su autobiografía.

En realidad, fue el productor cubano Sergio Peña —quien aparece en los primeros episodios— quien lo llamó directamente e incluso lo animó a crear un personaje que representara al público, lo que eventualmente dio lugar a Ciudadano Gómez.

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Algo similar ocurre con el origen de Los Supergenios de la Mesa Cuadrada. Peña ya le había ofrecido a Bolaños un espacio de diez minutos para hacer lo que quisiera, incluso antes de la cancelación de Ciudadano Gómez.

Además, la serie incluye una escena completamente ficticia en la que el personaje de Treviño —que no corresponde a una persona real— intenta reemplazar a Bolaños con un supuesto actor llamado Víctor Palacio, también ficticio. Aunque esto no ocurrió, podría ser una representación exagerada de la competitividad en la industria televisiva de la época.

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Chapulín Colorado: Una idea de antes

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Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Poster de la serie Chespirito: sin querer queriendo.

El tercer episodio de la serie es, hasta la fecha, uno de los mejor valorados en IMDb, con una calificación de 8.1. Un dato que no sorprende, ya que el capítulo retrata de forma casi idílica la creación del Chapulín Colorado.

En la ficción, el personaje nace en un solo momento: tras decidir dejar atrás al Doctor Chapatín, Bolaños escucha el canto de los grillos, imagina una parodia de superhéroe mexicano, diseña el traje, elige el color e incluso define sus frases icónicas. Todo ocurre en cuestión de días. Sin embargo, la creación del Chapulín fue mucho menos aleatoria y no tan inmediata.

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El 24 de junio, Florinda Meza publicó un video en su perfil de Instagram comentando el episodio. En él desmintió varios elementos de la narrativa, como la supuesta grabación de un piloto a escondidas o la existencia de un ejecutivo “malvado” que habría intentado impedir su emisión. También aseguró que el personaje ya estaba en desarrollo antes de que Bolaños fuera actor. “De hecho, lo ofreció a varios comediantes famosos de la época y ninguno lo consideró gracioso”, afirmó Meza.

Un Carlos Villagrán algo exagerado

Chespirito
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Fotograma de la serie Chespirito: sin querer queriendo.

Una de las representaciones más comentadas en la serie es la de Carlos Villagrán. En cada episodio, sin falta, su personaje lanza algún comentario que lo hace parecer arrogante o desagradecido con Roberto Gómez Bolaños.

La serie recrea el momento —durante el viaje a Acapulco— en que Villagrán le comunica a Bolaños su decisión de abandonar el programa. La conversación, en la ficción, es abierta y acalorada. No obstante, en su autobiografía, Bolaños afirma que el tema no era nuevo y que, en realidad, la charla terminó en buenos términos. Incluso asegura que permitió a Villagrán seguir usando el personaje de Quico, y que este le agradeció el gesto y le pidió consejos.

Otro momento que ha generado conversación es aquel en el que el hermano de Bolaños, Horacio, informa al elenco de El Chavo del 8 que se relanzarán productos comerciales. En medio de la escena, Marcos —en el rol de Villagrán— interrumpe y pregunta si esta vez les pagarán lo que les corresponde. Su actitud parece arrogante y molesta, pero también parece haber algo de verdad en sus palabras.

En 2012, la revista Forbes estimó que El Chavo del 8, excluyendo productos y giras, había generado alrededor de 1.700 millones de dólares. Sin embargo, los salarios del elenco estaban muy lejos de reflejar esas ganancias.

En una entrevista con Sale el Sol, Florinda Meza aseguró que no ganó más de 10.500 pesos mexicanos durante los últimos años del programa. Y se sabe que era la segunda mejor pagada de toda la producción, después de Bolaños. Supuestamente, Edgar Vivar (el Señor Barriga) no ganaba más de 2.000 pesos semanales; María Antonieta de las Nieves (la Chilindrina), 1.500 pesos; Rubén Aguirre (el Profesor Jirafales), 700 pesos; y Villagrán, apenas 650 pesos. Bajo esa luz, su reclamo en la serie podría tener fundamentos más sólidos de lo que parece.

Vea también: Los secretos y curiosidades que revela la serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños

         

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julio
18 / 2025