Todd Field habla en exclusiva sobre ‘TÁR’, su película nominada al Óscar
Mario Amaya
Ya han pasado 17 años desde que se lanzó en las salas de cine Secretos íntimos, la reconocida película que dirigió el actor y director norteamericano Todd Field. Sin embargo, a Field solo le llevó tres meses escribir TÁR, una mirada psicológica al mundo de una directora de orquesta, que invita al espectador a una profunda reflexión.
TÁR, cuyo título se enfatiza en mayúsculas de manera intencional como una forma de evocar la personalidad de la protagonista, se enfoca en Lydia Tár (interpretada por la australiana Cate Blanchett), una compositora lesbiana que se convierte en la primera mujer en dirigir una importante orquesta alemana, la Filarmónica de Berlín. Eso hace que ella viva entre el arte, la fama y el dinero.
Lydia tiene, además, una relación con Sharon, quien también es parte de la orquesta, y juntas crían a una hija adoptiva. Tár es un personaje complejo, atrapado entre el estrés de ser una artista exitosa y un pasado que trata desesperadamente de ocultar en la era del #MeToo, cuando una mujer con denuncias de conducta sexual inapropiada y abuso de poder no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir profesionalmente.
Todd Field, quien escribió y dirigió la película, concibió la historia tras varios años de ausencia del cine, aprovechando la época de la pandemia para perfeccionarla y estrenarla en el pasado Festival de Cine de Venecia, donde recibió críticas entusiastas de la prensa especializada.
Por su parte, Cate Blanchett ganó el premio a mejor actriz en Venecia, además, ganó el Globo de Oro a mejor actriz dramática, al igual que el Critic’s Choice Award, lo que la pone al frente de la carrera por el Óscar a mejor actriz, al cual ya está nominada y donde la cinta recibió otras cinco nominaciones, como mejor película, mejor director, mejor guión original, mejor fotografía y mejor edición.
“Normalmente, pienso en los personajes, en cómo desarrollarlos y en qué tipo de situaciones me gustaría observar su comportamiento”, asegura Field sobre su proceso creativo.
Graduado del conservatorio del American Film Institute, comenzó su carrera como actor, director, productor, guionista e incluso compositor en varios proyectos. Ganó notoriedad por haber aparecido en películas como Radio Days, Twister, Walking and Talking, Broken Vessels y Eyes Wide Shut. En esta última se unió al legendario director Stanley Kubric, quien le dio el impulso para seguir adelante y dirigir su primer largometraje.
En 2001, Field presentó En la habitación, drama centrado en una familia que debe tratar de rehacer su vida después de una tragedia indescriptible. La película fue un éxito comercial y obtuvo cinco nominaciones al Óscar, incluida la de mejor película, con dos nominaciones para Field como guionista y productor.
En poco tiempo se convirtió en un nombre relevante en Hollywood. Cinco años después regresó con Secretos íntimos, un drama psicológico romántico basado en la novela del autor Tom Perrotta. La película fue considerada una de las mejores de 2006, obtuvo tres nominaciones más al Óscar, y Field consiguió otra nominación a mejor guion adaptado.
Su visión cinematográfica es de un cine muy independiente, y en esta época en la que los dramas para adultos han perdido notoriedad frente a películas como las de superhéroes y los presupuestos son tan altos, no había logrado filmar más. Sin embargo, Field le apostó a este nuevo largometraje que se estrenará en Colombia a mediados de febrero. Con Diners conversó al respecto.
Esta película fue escrita pensando en Cate Blanchett; cuéntenos, ¿por qué y cómo trabajaron juntos?
Ante todo, no fue escrita pensando en Cate Blanchett, fue escrita específicamente para Cate Blanchett. Pasé algunos meses en contacto con ella antes de comenzar a hablar del proyecto en sí. Luego, le envié el guion y le dije que lo había escrito para ella. Y así, simplemente, empezó una conversación rica e inmediata entre nosotros desde septiembre de 2020, que aún hoy se mantiene.
TÁR ha traído muchas conversaciones sobre el tono y la forma de narración, que tiene mucho suspenso psicológico. ¿Cómo la definiría?
No puedo negar que existe un elemento de suspenso, y algo de terror, supongo, según como se vea la película. Pero no sé si se pudiera considerarla así. Es un viaje muy largo, en un tiempo muy corto para Lydia. La vemos en un periodo de poco más de tres semanas de su vida, aunque al final de la cinta le suceden muchas cosas.
Su existencia cambia de repente y hay cosas que probablemente nunca pensó que vería antes, así como lugares que visita que jamás pensó conocer. Pero, de otra manera, creo que quizás Lydia pueda ver el mundo de una forma diferente, y eso me parece muy esperanzador.
Desde ese punto de vista trata un tema muy delicado con la cultura de la cancelación. El personaje es llevado a juicio público debido a los informes sobre su comportamiento. ¿Hasta qué punto vio esta historia como lo que pasa hoy?
Son los tiempos que vivimos, pero a la vez la historia no es un tratado social sobre este momento, simplemente lo refleja.
Es una conversación interesante para tener, porque nada es solo blanco y negro, hay matices que deben ser explorados y que la sociedad debe reconocer antes de que muchas cosas se salgan de su contexto original.
A lo largo de la historia, Lydia Tár habla sobre la intención de un artista cuando hace una pieza musical. ¿Cuál diría que fue su intención para hacer esta película?
Creo que la intención principal era tratar de hacer algo que podría fallar miserablemente, y en algunos casos fallará sin importar lo que pase. Intenté tomar este personaje, conocerlo de tal manera que puedas verlo en diferentes facetas y luego ver cómo la gente interactúa con eso que está apreciando. Al hacerlo así, permites que la audiencia saque sus propias preguntas y conclusiones sobre cómo se siente acerca de ese personaje.
¿Cuánto duró el proceso de investigación para elegir las piezas musicales de la película?
El proceso de investigación estuvo en curso por varios meses, pero el proceso en sí comenzó al principio del encierro por la pandemia, cuando me contacté con John Mauceri, quien accedió a ser mi tutor en la parte musical.
Mauceri, destacado director musical, también fue uno de los asistentes de Leonard Bernstein, que ha escrito muchos libros sobre el tema de la dirección y ha sido hasta profesor universitario. Entonces le dije que lidiábamos con un entorno muy particular, donde era importante que este personaje, tan formidable como es, realmente conociera sus puntos débiles.
¿Cómo fue el proceso para encontrar las locaciones para TÁR?
Fue un proceso agotador y aterrador (risas). Y solo muy tarde, casi en el primer día de rodaje, las tuvimos. Eso fue muy estresante para Marco Bittner Rosser, nuestro diseñador de producción, porque a veces puedes comunicar algo muy bien entre las personas y otras veces no. Y yo tenía un sentimiento exacto de lo que quería con los apartamentos de los personajes, porque había cosas muy particulares de esos espacios dentro de la historia, y simplemente no los encontrábamos. Así que fue un proceso largo.
La película es una exploración del reconocimiento, la caída e, incluso, la posible reconstrucción de una artista que abusa del poder que ha ganado con el tiempo. ¿Qué tan difícil fue crear un equilibrio en este tema sin tener que inclinarse hacia un lado específico al contarlo?
Cuando trabajaba en la sala de edición, en medio de la nada siete días a la semana con mi editora, veíamos la película desde diferentes puntos y siempre nos decíamos lo mismo: “¿Cómo te sentiste hoy?”. A veces, esos sentimientos eran muy contradictorios en relación con la visualización anterior. Entonces, si puedo decirlo de una manera humilde, no fue como realmente tratamos de abordarlo, no intentábamos trazar líneas sobre algo específico.
No buscábamos un resultado ni hacer una narrativa de una ecuación. Buscábamos la mayor posibilidad de interpretación posible. No quiero ser intencionalmente vago u oscuro, ni nada de eso, solo que todo estaba disponible, y no hay una respuesta correcta.
¿Cree que la audiencia debería permanecer neutral al mirar a Lydia y las acciones que realiza en su vida?
Creo que la audiencia tiene que hacer lo que sienta con respecto a un personaje. Construimos esta historia para un propósito muy particular, para que existiera la capacidad de hacer preguntas sobre su comportamiento y tener un interés real en tus sentimientos al respecto, ya sea que la juzgaste de una forma u otra, o tal vez cambiaste de opinión sobre ella, o cualquier otra cosa durante la historia.
TÁR es su regreso cinematográfico después de 16 años. ¿Qué extrañó más de hacer una película?
Trabajar con actores. Llevo 16 años fotografiando, no había dejado de fotografiar, porque solo trabajaba en publicidad. Entonces, trabajé con un equipo muy bueno e hice cosas técnicamente placenteras.
Pero en publicidad, la mayor parte del tiempo trabajas con personas, no con artistas, así que colaborar de nuevo con gente como Cate Blanchett, Noémie Merlant o Nina Hoss fue como montar una bicicleta que no habías montado en 16 años, y eso es simplemente increíble.
Desde que hizo su última película en 2006, ¿cuánto ha cambiado la industria?
Nada ha cambiado acerca de hacer una película; en términos de conseguir el capital, por ejemplo, todo se mantiene igual. Pero creo que el mundo para los cinéfilos ha cambiado de forma drástica en términos de capacidad creativa de una manera que tal vez no necesite explicarlo más. Otras personas lo han dicho tan bien o mejor que yo y han sido atacadas o malinterpretadas por ello.
En general, las cosas han cambiado no necesariamente para mejorar, pero eso no significa que no haya gente que continúe trabajando para que se sigan contando historias interesantes y que valga la pena verlas en la pantalla grande.
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