Selena Gomez: tres décadas de autodescubrimiento
Adrián Osorio
Cientos de rosas carmín adornan la escalera por la que Selena Gomez baja lentamente. Luce un traje palo de rosa, diseñado exclusivamente para ella por la casa de moda italiana Versace. La sonrisa no le cabe en el rostro. Al bajar la esperan su familia y los amigos más cercanos de la industria del entretenimiento —desde Billie Eilish hasta Miley Cyrus—. El motivo es celebrar sus 30 años.
La fiesta tiene lugar en Los Ángeles, California, durante una noche de verano de julio de 2022, y conmemora, además, el año más público y sincero de su vida. “Pensé que estaría casada al tener esta edad, así que me organicé una boda”, le confesó a la revista Rolling Stone. De hecho, su hermana pequeña Gracie va detrás con un vestido blanco como si de una pajecita de matrimonio se tratara.
Celebrar la vida cobra más significado al recordar las luchas que ha enfrentado la actriz originaria de la pequeña ciudad texana Grand Prairie con respecto a su salud física, emocional y mental.
En 2015 hizo público su diagnóstico de lupus, una enfermedad autoinmune, crónica e incurable hasta el momento, que puede afectar órganos vitales. Dos años más tarde, en una inesperada publicación de Instagram, reveló que debió someterse a un trasplante de riñón debido a complicaciones de dicha enfermedad. Su donante, la también actriz Francia Raisa contó después que, durante la recuperación, a Selena se le rompió una arteria y el equipo médico debió realizar otra cirugía de emergencia. “Pudo haber muerto”, le dijo Raisa a la revista W.
Como en cada capítulo de su vida, Gomez ha debido aceptar su diagnóstico con los ojos del mundo sobre ella. Desde los 10 años, cuando fue seleccionada para formar parte del programa Barney y sus amigos, las cámaras han sido una compañía constante. Mucho más cuando consiguió el personaje de Alex Russo, la joven aprendiz de magia protagonista de Los hechiceros de Waverly Place, una serie original de Disney Channel que le dio reconocimiento mundial.
La música vino luego, casi que de manera catártica, junto a la banda The Scene. Sin embargo, el fin de su relación con Disney se dio con la conclusión de la historia de la familia hechicera y la llegada de su papel protagónico en Spring Breakers, una película que sigue las vacaciones de primavera de cuatro universitarias.
Del ojo público a la ausencia mediática
Más tarde, esa misma noche de julio, Selena bailó con sus amigos en un vestido corto con lentejuelas y plumas de la marca británica 16Arlington. Dentro de los invitados a su cumpleaños se encontraban su padre, Ricardo Gómez, hijo de inmigrantes mexicanos que llegaron a Estados Unidos desde Monterrey, y su madre, Mandy Teefey-Cornett, antigua actriz de teatro y ahora productora de cine y televisión de origen italiano.
Debido a la pronta separación de la pareja, Selena creció junto a su madre, quien ha tenido que librar junto a ella sus batallas de salud mental y física, un tema del que Selena ha comunicado su ansiedad y depresión con total sinceridad. Esto la ha llevado a tomar pausas en su carrera como intérprete e internarse en repetidas ocasiones en hospitales psiquiátricos.
Una de sus ausencias más notorias sucedió en 2016, en medio del Revival Tour, una gira que celebraba su primer álbum con la disquera Interscope Records y su segundo como solista. Lo que comenzó como un tour mundial en el mes de mayo en Las Vegas se vio abruptamente interrumpido en agosto, durante su paso por Nueva Zelanda, tras un colapso mental del que mucho se especuló en su momento y que resultó en el diagnóstico de un trastorno bipolar.
“Me enteré de su colapso mental a través del portal TMZ, me llamaron para saber por qué mi hija estaba en un hospital psiquiátrico. Lo más difícil era irse a la cama en la noche con la esperanza de que despertara al siguiente día”, contó recientemente Mandy Teefey.
Los momentos de angustia y oscuridad que afrontó Gomez quedaron registrados en el trabajo del director Alek Keshishian, a quien meses antes Selena y su equipo habían contactado para desarrollar un documental sobre la gira de conciertos. El proyecto cinematográfico, al igual que el tour, quedó suspendido.
“Después de Madonna: Truth or Dare dije que no quería hacer otro documental musical en mi vida. Eventualmente acepté trabajar en el Revival Tour, pero nos dimos cuenta de que no era el momento adecuado. Unos años más tarde, Selena me pidió que documentara su viaje a Kenia para conocer las escuelas que ayudó a financiar. Dos días antes de viajar supe que se trataba de algo mucho más grande”, aseguró el director.
Los secretos más oscuros de Selena Gomez
Noviembre 4 de 2022. Selena Gomez lleva un vestido fucsia con un moño en su hombro derecho y unos pendientes que caen hasta rozar los hombros. Sonríe. Es el estreno mundial del documental Selena Gomez: My Mind & Me, en el Teatro Chino de Grauman, en Hollywood, California. El filme es el resultado de las grabaciones que Keshishian recolectó durante seis años, desde la fallida gira de conciertos, hasta hace unos meses, cuando Gomez fue invitada a la Casa Blanca para discutir asuntos de salud mental con el presidente Joe Biden.
“Déjenme hacer una promesa: solo les contaré mis secretos más oscuros”, dice Selena mientras mira por la ventana de un carro a un grupo de camarógrafos que esperan por ella. Una hora y treinta y seis minutos después, la promesa está cumplida. El documental, disponible en la plataforma de streaming de Apple Tv+, es un viaje brutalmente honesto y presenta a una estrella del pop mundial que poco brilla en la mayoría de los momentos que revela el filme.
Con My Mind And Me Selena abre la cortina de su habitación, literal y figuradamente, y aborda aquellos temas que muchas veces evitó. Keshishian no teme grabar cuando caen lágrimas de enojo por sus mejillas, cuando reniega de una periodista europea que la obligó a responder preguntas que ella considera sin sentido, ni cuando su equipo médico le informa de la relación de su malestar con el regreso de los síntomas del lupus.
Este camino de autodescubrimiento físico y mental llevó a Selena Gomez a tomar acciones frente al tema de salud pública. Junto a su mamá, Mandy Teefey —quien produjo la serie 13 Reasons Why junto a Selena—, y la emprendedora de origen colombiano Daniella Pierson, la actriz creó Wondermind, una plataforma de medios que se enfoca en la salud mental, específicamente en acabar el estigma alrededor de este tema y el temor a confesar un diagnóstico.
A través de pódcast, artículos diarios y entrevistas, Wondermind busca compartir conversaciones y experiencias de personajes reconocidos alrededor de la salud mental. Incluso, en su plan está la idea de desarrollar y producir libros, series de televisión y películas alrededor del bienestar.
Un camino abierto
Aunque en televisión y cine Gomez deja a un lado su vida personal para adentrarse en sus personajes, con su música es distinto. Junto al lanzamiento del documental la estadounidense publicó la canción My Mind and Me. “Mi mente y yo a veces no nos llevamos bien. Y se vuelve difícil respirar. Pero no cambiaría mi vida (…) Si alguien me ve así, entonces no se sentirá solo”, dice una madura Selena en el tono de voz bajo y desgarrado que la caracteriza al cantar.
My Mind and Me es la primera canción en inglés que Gomez lanza a título propio desde su álbum Rare, en 2020. En el entretiempo, la cantante se aventuró a explorar sus orígenes latinos con Revelación, un EP en español con el que se acercó por primera vez a sonidos como el reguetón y el R&B, y que le concedió su primera nominación a los premios Grammy.
Este 2022, la carrera musical de Selena estuvo marcada por colaboraciones. En marzo, la agrupación británica Coldplay publicó Let Somebody Go, como parte del álbum Music of the Spheres, una balada de desamor en la que su vocalista Chris Martin comparte letras con ella y que se convirtió en la tercera canción más escuchada del disco en Spotify.
Más adelante, en agosto, el rapero nigeriano Rema la invitó a participar en el remix de Calm Down. Rápidamente, la colaboración sumó millones de reproducciones y logró entrar en el top 5 del listado global de Billboard 200.
Su música, usualmente arraigada a sus experiencias personales, contrasta con su trabajo reciente en televisión. En la comedia Only Murders in the Building, la actriz interpreta a Mabel Mora, una graciosa joven neoyorquina que se aventura a intentar resolver misteriosos casos de la vida real junto a sus vecinos, dos artistas retirados, a los que dan vida los comediantes Steve Martin (Más barato por docena) y Martin Short (El padre de la novia).
La primera temporada de la serie se convirtió en la más vista en la historia de la plataforma de streaming Hulu (en Latinoamérica se puede ver en Star+) y recibió el título a la mejor serie del año según el portal de reseñas Rotten Tomatoes, debido a su puntaje de 100 %. Junto al lanzamiento de la segunda parte, en junio de 2022, Only Murders in the Building recibió dos nominaciones a los Globos de Oro, tres a los Critics Choice Awards y cuatro a los Emmy, para convertir a Selena en la segunda latina en recibir una nominación como productora en la historia de los premios —la primera fue Salma Hayek en 2007.
En agosto estrenó también la cuarta temporada de Selena + Chef, un programa de cocina de HBO Max que inició en medio de la pandemia como un encuentro virtual entre la actriz y chefs reconocidos a escala internacional. En cada episodio Selena donó las ganancias que generaba el programa a una fundación distinta seleccionada por el cocinero invitado.
Su labor filantrópica se extendió también a su compañía Rare Beauty, una marca de maquillaje que lanzó en 2020 y que este año amplió su presencia en Europa. “Creo que puede ser más que una marca de belleza. Quiero que todos dejemos de compararnos entre nosotros y comencemos a aceptar nuestra singularidad”, dijo en su momento. Con esto en mente lanzó también Rare Impact Fund, una fundación con la que utiliza las ganancias de su línea de maquillaje para crear conciencia y aumentar el acceso a los servicios de salud mental para los jóvenes.
Mientras lidera su compañía de belleza, construye una plataforma de salud mental, comparte su música e interpreta nuevos personajes —su próximo proyecto cinematográfico es el drama biográfico de la montañista y activista peruana Silvia Vásquez Lavado—, Selena es vigilada por 360 millones de usuarios que la siguen en Instagram —es la cuarta persona con más seguidores y por varios años ocupó el primer puesto—. Una presión que parece evitar para enfocarse en lo que verdaderamente importa.
“No sabía qué estaba haciendo con mi vida a los 24 años. Todavía no sé qué estoy haciendo con mi vida ahora —a los 30—. Pero tengo una mejor idea y una mejor forma de vivir, que aprendí a través de esta experiencia de My Mind and Me”, dice.