Cristina Umaña en ‘Noticia de un secuestro’: “Esta era la historia que anhelaba contar”
Adrián David Osorio Ramírez
Era un día de julio de 2020, de esos que parecían tener más horas de lo usual, cuando su mánager la llamó al celular. Cuatro meses antes, en marzo, Cristina Umaña recibió el guion de la adaptación para televisión del libro Noticia de un secuestro. Apartada de sus seres queridos debido a las cuarentenas, la actriz ibaguereña atendió la llamada que soñó recibir la primera vez que leyó la novela de Gabriel García Márquez.
Aunque en principio había audicionado para interpretar a la periodista Diana Turbay, Cristina Umaña consiguió quedarse con el rol protagónico, el de Maruja Pachón. Al oír la noticia, las lágrimas de Cristina se fusionaron con los gritos que daba en la soledad de su casa en Bogotá.
La periodista y política Maruja Pachón fue una de las personalidades secuestradas en 1990 por Los Extraditables, un grupo de narcotraficantes liderados por Pablo Escobar que se oponía a los tratados de extradición con Estados Unidos. Su rapto se sumó al de Diana Turbay, Francisco Santos y Marina Montoya, hechos que mantuvieron al país en estado de zozobra durante nueve meses.
Seis años más tarde, el nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez plasmó, a petición de Maruja y su esposo, Alberto Villamizar, las experiencias de ambos. Pero solo en 2008 el libro llegó a la vida de Cristina Umaña. “Estaba grabando la serie Capadocia, no recuerdo si lo compré o me lo regalaron, pero lo traje a México y empecé a leerlo mientras esperaba mis escenas”, le confiesa a Diners desde su residencia en el país azteca.
En ese momento se cruzó por su corazón el anhelo de, algún día, interpretar a esta estoica mujer, un pensamiento que se vio parcialmente frustrado en 2009, cuando se anunció la iniciativa de adaptar la novela al cine, protagonizada por Salma Hayek. “Fue un deseo que mandé al universo, pero que luego olvidé. Años después, cuando me llegó el casting, fue muy emocionante”, revela.
Dentro y fuera del set
Lejos de ser cuestión de suerte, Cristina Umaña le atribuye su rol protagónico en esta producción a la carrera que ha forjado desde 1996, cuando regresó a Colombia tras estudiar actuación en el Centro de Educación Artística de Televisa, en México.
Desde entonces, la actriz se ha transformado en mujeres tan recordadas por los colombianos como Paquita Gallego y, más recientemente, en series de streaming del nivel de Jack Ryan, en donde fue Gloria Bonalde, y Distrito Salvaje, en la que se convirtió en Daniela León, ambas políticas en álgidas carreras presidenciales.
Esta vez, para convertirse en Maruja, Cristina debió acudir a los recuerdos de su adolescencia, mientras terminaba el colegio en Bogotá, cuando el país entero seguía las novedades de estos secuestros. Para esto tuvo a su lado al director chileno Andrés Wood, ganador del Premio Goya por La buena vida (2008).
Noticia de un secuestro, la adaptación del libro que se puede ver en Prime Video, transforma el relato de García Márquez en seis episodios de una hora, y cuenta, además, con el respaldo de su hijo, el guionista y productor Rodrigo García Barcha.
“Cristina, Majida Issa (Diana Turbay) y Julieth Restrepo (Beatriz Villamizar) lograron darles a estas mujeres fuerza, vulnerabilidad y miedo, en una interpretación muy humana que me pareció fascinante”, le dijo a Diners Rodrigo García Barcha. El elenco, compuesto en su totalidad por actores y actrices colombianas, lo completan Juan Pablo Raba, como Alberto Villamizar, Carmenza Gómez y Constanza Duque.
Siempre vigente y con personajes que la obligan a salir de su zona de confort, Cristina Umaña vive en una búsqueda permanente de mujeres radicalmente distintas a ella para interpretar. Precisamente, después de finalizar el rodaje de Noticia de un secuestro en Colombia, y de tomarse un tiempo para descansar en España junto a su pareja, el chef Koldo Miranda, la actriz se encuentra en una temporada de extensas jornadas de grabación. Un par de horas antes de la charla con Diners, a eso de las cuatro de la mañana de un sábado, Umaña terminó un llamado nocturno para una serie que está filmando en México con la directora argentina Julia Solomonoff.
Al revisar su filmografía, cada título es más reconocido que el otro. ¿Cómo desarrolló ese sexto sentido para escoger las producciones en las que participa?
Creo que cuando tienes el propósito, todo va sucediendo. La mayor parte de los personajes de mi vida he tenido que ganarlos por medio de audiciones. Tal vez cuando comencé a actuar, el ímpetu y ese deseo a flor de piel hicieron que fueran llegando grandes historias.
Un efecto secundario de producciones con personajes tan recordados como el de Paquita, es quedarse encasillado en ellos. ¿Cómo logra soltar cada historia y comenzar una nueva?
Se relaciona con la necesidad que tengo de interpretar mujeres distintas, de sumergirme en diferentes universos. Sería muy aburrido tener que contar la misma mujer toda la vida. Así que es una búsqueda constante, sumergirme en una persona nueva, descubrir de dónde viene, cuál es su mundo, sus miedos, sus pasiones.
Además, siempre que termino de trabajar me desconecto. Me voy de vacaciones, a estudiar, a conocer el mundo y a vivir otras cosas lejos de la industria en la que trabajo. Eso me ayuda a resetearme y regresar con muchas ganas de trabajar. También tiene que ver con que ahora sé qué personajes me interesan y cuáles no.
En principio usted audicionó para el papel de Diana Turbay en Noticia de un secuestro, ¿por qué?
No estaban muy claros los rangos de edad que querían manejar, no sabían si querían acercarse a las edades reales de estas mujeres. Entonces, en ese momento, Maruja debía ser una mujer más adulta, como 10 años mayor que yo. Por eso audicioné para Diana.
Luego, el equipo me pidió audicionar como Maruja y comenzaron a ver a actrices un poco más jóvenes para el papel, y mucho más jóvenes para el de Diana. Aunque el personaje de Diana es maravilloso, y Majida lo hace increíble, yo quería a Maruja, era la historia que anhelaba contar.
¿Cómo fue la experiencia de filmar con este elenco, además de estar en plena pandemia?
Fue una espera muy larga porque yo quedé en julio e íbamos a empezar en octubre, pero se aplazó a enero de 2021 por la pandemia. Después se volvió a aplazar hasta abril. Y justo cuatro días antes de iniciar el rodaje salí positiva para COVID-19. Me aislaron 14 días, ¡una locura! Pero hoy lo agradezco, porque estaba tan nerviosa y tan ansiosa que ese tiempo me sirvió para bajar la revolución.
Pero ya en el set, con Juan Pablo fue muy especial porque veníamos de hacer Distrito Salvaje y este era un universo muy distinto, en el que no interactuamos tanto porque su personaje está buscando la manera de sacar a su mujer y a su hermana del encierro, pero sí construimos una relación previa para contar la historia lo mejor que podíamos.
Y no pude tener mejores compañeras en este encierro que Julieth y Carmenza. Todas lo contamos de una manera real, con mucho respeto y una entrega profunda.
Menciona nervios y ansiedad antes del rodaje, ¿a qué se debían?
Yo quería parecerme lo que más pudiera a Maruja, en lo físico, en su gestualidad, en su forma de hablar. Trataba de ser lo más cercana a ella. Sin embargo, Andrés, el director, estaba muy nervioso con que todos los actores tratáramos de convertirnos en estas personas.
Él quería adentrarse en lo íntimo, en ese dolor humano del secuestro. Entonces nos pidió explorar un camino mucho más emocional, con atención al detalle, encontrar lo cotidiano dentro de una situación tan particular como esta.
En una situación tan particular como esta y con un personaje que, supongo, la obliga a hacerse vulnerable frente a las cámaras…
Exacto. Durante un año lloré permanentemente porque me conmovió mucho contar esa historia, porque el secuestro es una cosa oscura para cualquier ser humano, y me genera un dolor particular, y porque es una historia que acompañamos, es un dolor que vivimos como país.
Al grabar Noticia de un secuestro descubrí que una huella quedó marcada en mi cuerpo y en mi memoria desde que ocurrieron estos hechos. Y ahí estuvimos casi que constelando este relato para poder transformar ese dolor y ese loop de violencia que cambia de protagonistas.
No sé qué tan igualita soy yo a Maruja, simplemente traté de ser lo más respetuosa y honesta frente a esa experiencia de vida tan profunda, compleja y dolorosa, que además ella con mucha generosidad nos compartió.
¿Tuvo la oportunidad de hablar con ella sobre su interpretación en la serie?
Sí, hablamos una vez por Zoom antes de grabar. Me interesaba mucho saber cuáles eran sus pensamientos durante el encierro, sus miedos, sus incomodidades. Y ella, de una manera muy generosa, me los compartió. Nos vimos otra vez cuando terminó el rodaje, fuimos a desayunar. Me encantó verla ahí, al frente, porque la tuve dentro de mí por mucho tiempo.
En el momento del secuestro, Maruja Pachón era directora de la empresa estatal de fomento del cine. Y ahora su historia se podrá ver en un formato audiovisual, como una manera de conservar su memoria…
La de ella y la de todos. La mirada de Andrés Wood es muy linda porque muestra a los secuestrados, a los secuestradores y al país, porque todos estábamos secuestrados en esta violencia, todos éramos víctimas. Y por eso la serie es tan especial, porque da la oportunidad de mirar de frente los dolores de todos.
¿Cuál cree que es el éxito de una buena adaptación literaria?
Eso es una maestría, un don. Es una habilidad del escritor, los guionistas, el showrunner, de darle la vuelta a una historia. Uno se encuentra con muy buenas historias, pero cuando las ves en los guiones les faltan cosas. Hoy los escritores tienen esa capacidad de hacer que fluya todo de una manera mágica.
Y eso sucede en Noticia de un secuestro. Hay mucha rigurosidad, un gran talento de todos los escritores y de quienes han estado involucrados en la adaptación, desde Andrés y Rodrigo.
Al principio de la charla mencionó que este era un personaje soñado. Ahora que lo consiguió, ¿con qué sueña?
Sigo soñando con lo mismo de siempre: poder encontrar grandes historias, grandes personajes, grandes directores y directoras, gran elenco, gran equipo. Ahora lo tengo en esta nueva producción.
Aunque hay jornadas de mucho cansancio, me siento feliz de poder retratar la vida de una mujer diferente, en otro género y con una directora espectacular.
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