Conversación al sur, una apuesta femenina del MAMBO

La chilena Voluspa Jarpa y las colombianas Luz Lizarazo y Alba Triana son las protagonistas del nuevo ciclo expositivo del Museo de Arte Moderno de Bogotá.
 
Conversación al sur, una apuesta femenina del MAMBO
Foto: Cortesía MAMBO
POR: 
Adrián David Osorio Ramírez

Hay conversaciones que cambian el rumbo de la vida. Unas que hacen reflexionar y otras que simplemente pasan desapercibidas. La charla que entablan dos mujeres en Conversación al sur, la primera novela publicada por Marta Traba en 1981, resuena todavía en el arte latinoamericano actual.

La escritora, crítica e historiadora del arte argentina marcó su época con su “poder de crear y destruir con un buen argumento crítico y su pluma incendiaria”, como recuerda Eugenio Viola, curador jefe del Museo de Arte Moderno de Bogotá, el mismo que fundó Traba en 1955.

Aquel intercambio de ideas entre estas mujeres en Montevideo, una de 40 años y la otra de 28, se da en medio de los años tristes y aterradores de las dictaduras militares en Uruguay, Argentina y Chile.

MAMBO
Sindemia, la exposición de Jarpa, está ubicada en el nivel 3 del Mambo, en la sala Carlos Rojas. / Foto: Cortesía MAMBO

En este caso, cuarenta años después de la publicación del libro, Conversación al sur se convierte en un homenaje a Traba y se configura como una charla entre el arte producido por tres mujeres latinoamericanas, que aunque a primera vista parecen no tener conexión, al revisar en detalle se identifica una inspiración clara en los hechos actuales, a lo que Viola, curador de las tres muestras, denomina “una mirada arqueológica al presente”.

La chilena Voluspa Jarpa y las colombianas Luz Lizarazo y Alba Triana componen este nuevo ciclo expositivo del museo, que se puede visitar hasta el 6 de febrero de 2022. Las tres artistas abordan un amplio rango de temas, desde la resistencia hasta la naturaleza sonora y la feminidad.

Sindemia

A través de los años, Voluspa Jarpa (Chile, 1971), quien ha puesto su mirada en los archivos y la memoria, ha realizado extensas investigaciones sobre la noción cultural y simbólica del trauma social. En 2020 la chilena ganó la primera edición del premio Julius Baer a las artistas latinoamericanas –de un grupo de 22 candidatas–, una iniciativa que rinde homenaje a las obras e innovaciones de las mujeres latinas en el arte.

La propuesta con la que ganó se titula Sindemia (la suma de dos o más epidemias), un proyecto multimedia en el que analiza las manifestaciones sociales que ocurrieron entre 2019 y 2020 en Chile, un proceso marcado por el abuso policial que desencadenó en una nueva Constitución.

Voluspa Jarpa
Sindemia, de Voluspa Jarpa, integra elementos multimedia con testimonios de protestantes. / Foto: Cortesía MAMBO

El resultado de su investigación da forma a la primera exposición de este ciclo expositivo. “Esta es la primera vez que Voluspa mira el presente y apela al pasado solo para cuestionar y problematizar la actualidad. Es esa misma ideología que plasmó Marta Traba en su libro”, explica Viola.

Durante el proceso de creación de la exposición, Colombia experimentó un estallido social al que Jarpa y Viola no fueron ajenos. “El proyecto tenía ya algunas resonancias con la situación colombiana. Sin embargo, como muchas veces el arte predice el futuro, durante el desarrollo del proyecto sucedió el Paro Nacional y decidimos añadirlo al proceso porque son dinámicas con la misma lógica, pero en contextos sociales diferentes”.

De esta manera, la exposición se compone por elementos multimedia como videos y fotografías que narran lo sucedido en ambos países, además de las siluetas de algunos protestantes que reposan en el interior y exterior del Mambo.

Cicatrices

A la Conversación al sur se suma Luz Lizarazo (Bogotá, 1966), quien estudió Bellas Artes en París. En su obra, la bogotana plantea “una conversación con mi alma y desde allí con los otros. Cuando se acaban las palabras siempre me queda el arte”.

Para Eugenio Viola, es “increíble que esta artista extraordinaria nunca hubiese realizado una muestra antológica institucional. Esto se suma a que una de las líneas expositivas del Mambo es dar a artistas de mediana trayectoria la oportunidad más grande de su carrera”.

Soy las niñas sin tierra
Soy las niñas sin tierra (2020), Luz Lizarazo. / Foto: Cortesía MAMBO

Cicatrices es, entonces, una muestra de las obras más representativas de Lizarazo en los últimos quince años, junto a nuevas piezas concebidas para la exposición. En ellas cuestiona las relaciones de poder por medio de arquetipos de género y representaciones sexuales.

Las paredes blancas del Mambo se llenan de color con las ilustraciones, pinturas, telares e instalaciones de la artista, que ha desarrollado un lenguaje visual propio representado en el cuerpo femenino y que celebra la autonomía, sexualidad y liberación de las mujeres.

Estados vibracionales

Las conversaciones recurren con frecuencia a elementos sonoros para transmitir ideas. Un componente que suma al ciclo expositivo la colombiana Alba Triana (Bogotá, 1969), artista sonora radicada en Miami.

“Unir a las tres me pareció una manera de conectar tres sentidos diferentes de lo femenino. Incluye las laceraciones de la cotidianidad y el remanso de la historia en el trabajo de Voluspa; la mirada política, poética y perturbadora de Luz, y la intersección de arte, ciencia y tecnología de Alba”, explica el curador.

Alba Triana
Alba Triana explora componentes de la naturaleza como la vibración, el sonido y la luz. / Foto: Cortesía MAMBO

Y es que, aunque el trabajo de Triana se ha caracterizado por un interés profundo en la forma intrínseca en la que opera la naturaleza, ha encontrado en la tecnología una herramienta de investigación fundamental para entender el mundo circundante.

Tres obras in situ componen Estados vibracionales: Órbitas, Ballet entrópico y Movimiento armónico. Instalaciones inmersivas que exploran elementos fundamentales en el mundo natural, como la vibración, la energía y la interconectividad.

Para Viola es imprescindible generar estos espacios que enaltecen el trabajo de artistas latinoamericanas. “Siempre busco que haya una coexistencia de todas las posibles diferencias, de género, raza, religión, social y cultural. Desafortunadamente vivimos en un mundo con intolerancia en todos los niveles. Además, el Mambo es una voz libre, comprometida y plural, y ese es el legado que queremos portar de Marta Traba”, finaliza. 

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septiembre
16 / 2021