Los paisajes célebres de la artista Margarita Lozano
Adrián David Osorio Ramírez
La artista Margarita Lozano completa sesenta años frente al caballete. Ya sea en Roma, París, Nueva York o en su estudio de Cajicá retrata la belleza que encuentra en la naturaleza y se ha hecho un lugar en el círculo artístico nacional.
Entre óleos, pasteles, témperas y carboncillos –todas técnicas que ha explorado–, la artista, nacida en Francia en 1936 pero radicada en Colombia desde los 23 años le ha sido fiel a esa idea de no dejarse deslumbrar por el arte vanguardista. No cree en el arte conceptual ni en la pintura abstracta. Por el contrario, desde muy temprano definió su sello figurativo, que atesora hasta hoy.
Ese mismo sello la ha llevado a presentar 34 exposiciones individuales y 40 colectivas en museos de Europa y América. Esta vez, sus pinturas regresan a Colombia.
Olivo en un trigal, 2014. / Foto cortesía Óscar Monsalve
Aquellos paisajes coloridos que han caracterizado a Margarita Lozano serán acogidos por la galería Mmaison. Con la curaduría de Eduardo Serrano, la exposición Entre naturalezas estará disponible hasta el sábado 10 de julio.
“Margarita representa los valores de la perseverancia en relación con unos criterios y principios pictóricos que aprendió en Europa durante la primera mitad del siglo XX. Ella tuvo la ventaja de ser testigo en directo de muchos de los movimientos que surgieron después del impresionismo y asimiló las enseñanzas de esas primeras corrientes del modernismo y las transportó al país con un sentido muy propio. Porque, ante todo, Margarita Lozano pinta a Colombia”, le cuenta a Diners el curador Eduardo Serrano.
Sesenta obras coloridas componen la muestra y marcan el regreso de la naturaleza de Lozano a las salas de exposición colombianas. La última vez fue en 2011, en una retrospectiva realizada por la Universidad de los Andes. En esta oportunidad no se trata de una muestra rememorativa, sino de una antología, según explica Serrano.
Margarita Lozano en su estudio en Cajicá. / Foto cortesía Andrés Oyuela
“La colección se compone por obras de periodos anteriores y las creaciones más recientes de la artista, pero enmarcadas en la naturaleza viva y exterior, que nunca se había hecho en relación con la pintura de Margarita, únicamente se había explorado la naturaleza muerta. Esto tiene un sentido muy claro con la gran reivindicación de la pintura de paisajes que se vive en el mundo entero”, afirma Serrano, quien, además, lanzará un texto sobre el recorrido artístico de Lozano junto a la exposición.
Desde aquel estudio en las afueras de Bogotá, Margarita Lozano le expresa a Diners su emoción por presentar sus obras en la galería Mmaison.
¿Cómo inició su relación con la sabana de Cajicá y el trópico de Nocaima?
Me vine a vivir a Cajicá con mi marido, Enrique Cavelier, hace casi sesenta años. En la casa que construimos tenía mi estudio con vista a la sabana de Bogotá. Esta ha sido mi casa y mi entorno casi toda la vida. Nocaima vino hace solo treinta años, pero ya me había enamorado de la naturaleza tropical en el Jardín Botánico de Cartagena.
De la naturaleza que retrata, ¿qué objetos le causan mayor admiración?
Desde el inicio de mi carrera me fascinaron los platanales y pinté un cuadro que me mereció el segundo premio en el XI Salón Nacional de Artistas Colombianos y que forma parte de Entre naturalezas. Las palmeras y las guaduas también son recurrentes en mis paisajes. El verde de la naturaleza en todas sus gamas es mi color favorito.
Paisaje tropical con árbol, 1989. / Foto cortesía Óscar Monsalve
Usted se ha destacado por no seguir las tendencias de la pintura, sino por plantear una propuesta personal. ¿Continúa con ese pensamiento?
Yo he venido a este mundo para pintar la belleza de la naturaleza de lo que me rodea y no el dolor ni la maldad de los seres humanos. Además, no estoy de acuerdo con volver el arte un tema político. Matisse y Bonnard, dos de mis pintores preferidos, en plena guerra pintaban interiores de casas, floreros y paisajes llenos de color y alegría.
¿Qué siente al volver a exponer en Colombia?
Siento una gran emoción por el amor y admiración que le tengo a nuestro país. Quiero traer una nota positiva y con mucho color en estos momentos tan difíciles. Siento que exponer es también una oportunidad para mostrarles mi obra a las nuevas generaciones.
Ceiba bosque de Fagua, 2010. / Foto cortesía Óscar Monsalve
¿Cómo fue el trabajo con Eduardo Serrano y la galería Mmaison?
Eduardo Serrano ha sido una institución en el arte colombiano y para mí fue una gran satisfacción saber que Mmaison lo había invitado a este proyecto. Hemos trabajado en equipo desde hace dos años para mostrar una faceta muy importante de mi pintura, como son los paisajes tropicales.
¿Qué tanto ha cambiado el mundo del arte para las mujeres desde que usted comenzó a pintar?
Colombia ha producido grandes artistas mujeres como Doris Salcedo y Olga de Amaral, a quienes admiro mucho. Y en el mundo han surgido artistas como Marina Abramovic, quien ha generado mucho furor con su particular estilo. Creo que, si bien hoy hay muchas más posibilidades para las mujeres, el entorno del arte sigue siendo privilegiado para los hombres.
¿Qué consejo le daría a una joven artista?
Mi consejo sería que fuese honesta y pintara con amor y pasión, sin dejarse influenciar por lo que esté de moda ni las nuevas tendencias.