Doris Salcedo: la artista que humaniza el dolor
Revista Diners
Los transeúntes que pasaron por la Séptima, una de las avenidas más concurridas de Bogotá, entre el 6 y 7 de noviembre de 2002 seguramente recuerdan un montón de sillas de madera suspendidas en la fachada del Palacio de Justicia.
Se trataba de una instalación que la artista colombiana Doris Salcedo (Bogotá, 1958) ideó para rendir homenaje a lo sucedido en ese mismo lugar, hace 17 años, con la toma y la retoma del palacio por parte del M-19.
Otra imagen que dejó huella en nuestro país fue la Plaza de Bolívar cubierta de blanco. La artista logró que varias personas escribieran en estas telas, con cenizas, los nombres de sus familiares o amigos víctimas del conflicto. Salcedo ideó esta instalación poco tiempo después del triunfo del “no” en el plebiscito del 2 de octubre 2016.
Ahora Doris Salcedo, una artista recursiva y sentimental, se dispone a presentar una nueva instalación “Palimpsesto”, con la colaboración del Museo Reina Sofía de Madrid, que se inaugura el 6 de octubre en el Palacio de Cristal del Retiro.
“Siempre apoyada en un riguroso trabajo de investigación, la artista colombiana utiliza la escultura y la instalación para abordar escenarios conflictivos donde la violencia y sus víctimas, la memoria y el olvido, suelen estar presentes”, afirma el comunicado oficial del Museo Reina Sofía.
Se trata de una muestra que rinde homenaje a los migrantes que se ahogaron durante los últimos veinte años, mientras intentaban cruzar el mar Mediterráneo con la esperanza de mejorar su calidad de vida y encontrar la libertad en otro país.
Desde los ojos de la artista “el duelo nos humaniza, es un reconocimiento social y político porque una vez reconocida la vida, los seres salen del anonimato”, afirmó en una entrevista para el diario español El País.
Salcedo ha trabajado codo a codo con otras 30 personas, durante cinco años, para mostrarle al público una visión estética del dolor. De las paredes del Palacio de Cristal brotará agua, y de ella se dibujaran los nombres de miles de refugiados. La artista y escultura la define como “una idea fantasmagórica”.