Un Caravaggio en el desván

Obras de Picasso, Caravaggio y Matisse que se consideraban perdidas se han encontrado de la forma más inesperada, y los casos son más comunes de lo que usted cree.
 
Un  Caravaggio en el desván
Foto: "Judit decapitando a Holofernes", Caravaggio
POR: 
Daniel Zamora

A medida que el ejército Aliado se iba acercando a Berlín y las tropas nazis caían, un llamativo grupo de militares, conformados-entre otros- por un conservador del Museo de Boston, un curador de arte del Museo Metropolitano de Nueva York, un escultor, un arquitecto y un coreógrafo, avanzaba con un objetivo: proteger y recuperar obras de arte robadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Una de las políticas de Adolf Hilter consistió en controlar el arte judío para venderlo y financiar parte de su aparato político, “las estadísticas varían; no obstante, se calcula que se expoliaron más de 650.000 obras antes del fin de la guerra”, le dijo a El País de España Inge Reist, investigadora del Center for the History of Collecting America. Hitler también ordenó la apropiación de obras de arte que harían parte del Führermuseum, un gigantesco y fallido museo que exhibiría todas las piezas hurtadas.

Los Monuments Men, como se le llamó al grupo de rescatistas de arte de 13 países, recuperaron miles de obras durante y después de la guerra. Inspiraron la película The Monuments Men, dirigida y protagonizada por George Clooney, y son un ejemplo de las estrategias que se han llevado a cabo para traer de vuelta obras que se creen perdidas. Sin embargo, no todos los hallazgos artísticos merecieron un ejército, ni una película. A veces ha sido tan sencillo como subir al tejado para reparar goteras y, casualmente, encontrar en el ático una pintura de Caravaggio, pionero del arte barroco, valuada en 135 millones de dólares.

El hecho ocurrió el pasado mes de abril en Touluse, Francia, cuando los dueños de una casa, hartos de las filtraciones en el tejado, decidieron darle solución al asunto. Así descubrieron a Judit decapitando a Holofernes, el costoso cuadro que se calcula, duró desaparecido más de 300 años.

Otro inesperado encuentro con un tesoro de arte ocurrió en Reino Unido, en 2010. Dos hermanos-que recientemente habían heredado una casa en el condado de Middlesex-, hacían limpieza y notaron la presencia de un jarrón de colores que menos mal no utilizaron para poner flores o decorar su nuevo hogar, pues se trataba de una pieza de porcelana del quinto emperador de la dinastía Qing, Quianlog, fabricado en el siglo XVIII. El jarrón fue subastado y costó 66 millones de dólares. O el “Atardecer en Montmajour”, de Vincent Van Gogh, que fue autenticada en 2013 después de que pasó casi cien años en el ático del empresario noruego Christian Nicolai Mustad.

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Un gigantesco descubrimiento lo registró la revista alemana Focus, en noviembre de 2013. Publicó que durante 2011 las autoridades tributarias investigaban a Cornelius Gurlitt, sospechoso por evadir impuestos e hijo de un comerciante de arte de Múnich, y en una visita a su casa, sin pretenderlo, hallaron una colección de 1500 obras pilladas entre 1930 y 1940 por el ejército Nazi. La revista cuenta que Gurlitt de vez en cuando vendía alguna pieza de arte cuando estaba escaso de dinero. Entre las obras recuperadas se encontrarían trabajos de Chagall, Picasso y Matisse.

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Aunque Libardo Sánchez, investigador en la Curaduría de Historia del Museo Nacional de Colombia, cree que no es común encontrar por casualidad obras de grandes autores, sí lo ve a menudo con piezas de arte de menor rango. “En este momento tenemos expuesta una obra que por muchos años estuvo pasando de oficina en oficina y cajón y cajón hasta que en el siglo XXI se le dio su justo valor. Se trata del diario de Peregrino Rivera Arce, Recuerdos de Campaña, que se constituye en un testimonio excepcional sobre la Guerra de los Mil Días”.

La gran cantidad de obras de arte perdidas hacen posible que se descubran fortuitamente en cualquier contexto, es que son tantas las que permanecen extraviadas que para Sánchez es imposible calcular un número. “Hay obras perdidas intencionalmente porque lo que representan, no es conveniente para el status quo, o por el paso del tiempo e inclemencias de fenómenos naturales. También es interesante el tránsito de las obras en tiempos en guerra”.

Porque la mayoría de las piezas de arte son de interés de cultural y significativamente importantes socialmente, el Estado es quien tiene la prioridad para adquirirlas a la hora de subastar o venderlas, “se conoce como derecho de tanteo, y se lleva a cabo cuando una obra se considera de suficiente importancia como para que no deba salir del país o simplemente debe estar en las colecciones del estado por su relevancia”, explica Elisa Povedano, doctora en humanidades y profesora en la Universidad Carlos III de Madrid.

Povedano también recuerda que a finales de abril pasado “se encontraron de manera casual en Tomares, Sevilla, 19 vasijas con miles de monedas de la época romana mientras se pretendía instalar unas canalizaciones de agua. El hallazgo es realmente importante y realizado de manera inesperada”.

Otras obras halladas por casualidad fueron dos cuadros de Goya que una familia española tenía como decoración del pasillo de su casa. El costo de las pinturas oscila entre 3.5 y 5 millones de euros; por otro lado, el museo de arte de Tashkent, en Uzbequistán, tuvo guardadas, sin saberlo, una colección de cerámicas hechas por Pablo Picasso que permanecieron 40 años en la bodega. “Estábamos en busca de porcelanas rusas en las reservas para instalarlas en la sala consagrada a la vanguardia rusa. Y de repente dimos con estas cerámicas de Picasso”, le contó a la agencia AFP Gulchehra Ajunova, una de las organizadoras del evento.

Así que preste mucha atención si decide irse a vivir en otro lugar, arreglar unas goteras o visitar la casa de un conocido. Quién quita que en una de esas, mientras empaca o recorre un pasillo se tope con una obra invaluable y que se jura perdida. Puede tratarse de un Caravaggio arrumado en el desván o la cerámica de una antigua dinastía china decorando la mesa del comedor.

         

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mayo
16 / 2016