¿Por qué Delirio, de Laura Restrepo, es tan importante en la literatura colombiana?

Pablo Montero Cabrera
Este viernes 18 de julio se estrena en Netflix la adaptación de Delirio, la premiada novela de la escritora colombiana Laura Restrepo. Ambientada en la década de los ochenta, la historia comienza cuando Fernando Aguilar, un profesor universitario de literatura, regresa a Bogotá tras un breve viaje y encuentra a su esposa, Agustina Londoño, sumida en estado de locura.
Desde ese momento, Aguilar emprende una búsqueda desesperada por entender qué ocurrió, mientras Agustina intenta darle sentido al caos de su mente. En el proceso, resurge un antiguo amor de su pasado y salen a flote las turbulentas relaciones dentro de la familia Londoño.
Publicada originalmente en 2004, la novela va más allá del drama familiar: entrelaza elementos del realismo mágico con temas de salud mental y retrata con agudeza el contexto de la época, marcado por el ascenso del narcotráfico en Colombia y su influencia en todas las esferas sociales.
¿Cómo fue recibida la novela?

En el año de su publicación, Delirio recibió el Premio Alfaguara de Novela, convirtiéndose en la primera autora colombiana —y apenas la tercera mujer— en obtener este galardón en casi cuarenta años de historia. Dos años más tarde, también fue reconocida con el Premio Grinzane Cavour, un reconocimiento italiano creado para fomentar la lectura entre los jóvenes.
En su sección de reseñas, The New York Times elogió la novela como “desconcertantemente encantadora”, destacando que su retrato de la sociedad colombiana en tiempos difíciles es “agudo, vívido, sumamente persuasivo […], a la vez más dulce y menos enriquecedor de lo esperado”. The Washington Post fue un paso más allá, calificándola como “una de las mejores novelas escritas en la historia reciente”, una obra que “va mucho más allá de la política, llegando hasta el arte”.
Delirio también fue aclamada por la crítica local. Medios como El Espectador la describieron como “una novela que se atreve a mirar de frente la locura colectiva del país”, mientras que Semana la incluyó en su lista de novelas imprescindibles del siglo XXI. Además, ha sido una infaltable en los programas académicos de literatura de universidades como los Andes, la Javeriana y la Nacional.
En plataformas menos formales, como Goodreads —el sitio web más grande de recomendaciones de libros—, la edición en español de Delirio mantiene una sólida calificación de 4/5, basada en más de diez mil reseñas. Este número de lectores va acorde con su impacto comercial. En Colombia se han vendido más de cincuenta mil copias, y la novela ha sido traducida a varios idiomas, incluyendo inglés, francés e incluso chino.
Su valor literario

En un artículo para la Universidad de Pittsburgh, el Ph. D. en Literatura Latinoamericana Alejandro Sánchez señala que, en la novela, “quien delira es el cuerpo social mismo y no el individuo y su psique”, haciendo referencia al personaje de Agustina.
Como novela colombiana, Delirio nos confronta con la complejidad de nuestra identidad nacional: una amalgama de bien y mal, de comunión y sacrificio, de ternura y traición. En cuanto a sus recursos literarios, Sánchez también destaca la capacidad de la obra para dialogar con conceptos filosóficos, como la noción de moral esclava planteada por Nietzsche.
Sin embargo, lo primero que podría notar un lector habitual es la multiplicidad de voces narrativas, dado que la historia se cuenta desde distintas perspectivas, incluyendo las de Aguilar, Agustina y Midas, el antiguo amor. Y si esto no fuera suficiente para hacer ambigua su interpretación, la novela también presenta una estructura no lineal, con constantes saltos temporales.
Esto obliga al lector a abandonar el rol tradicional de observador pasivo y asumir el papel activo de investigador: alguien que debe reunir todas las piezas para responder a la pregunta que atraviesa la trama: ¿por qué Agustina se ha vuelto loca?
Esta peculiaridad literaria es, precisamente, lo que salva a Delirio de ser fácilmente clasificable dentro de la llamada “literatura narco” y lo que realmente permite a los lectores ponerse en los zapatos de Agustina.
El siguiente paso obvio
Dicho esto, algunos aún podrían preguntarse por qué adaptar Delirio y no cualquier otra novela colombiana. Porque era el siguiente paso obvio. Aunque la serie tuvo que comenzar su desarrollo mucho antes del lanzamiento de Cien años de soledad en 2024, Delirio funciona como una sólida continuación. No solo en términos de representación histórica, sino de evolución literaria.
En Cien años de soledad, escrita por Gabriel García Márquez en 1967, uno de los conflictos históricos centrales es la guerra entre liberales y conservadores, símbolo del fracaso de los proyectos políticos en Colombia. En Delirio, Laura Restrepo aborda la siguiente gran fuerza de poder en el país: el narcotráfico, una fuerza al margen.
En cuanto a lo literario, Cien años de soledad es el ejemplo más reconocido del realismo mágico, profundamente marcado por la mística y la alegoría. En Delirio, ese realismo se transforma en un posrealismo: más desilusionado, fragmentado y psicológico. Esta diferencia también se manifiesta en el uso del narrador. Mientras García Márquez recurre a una voz omnisciente —figura de claridad y autoridad—, Laura Restrepo opta por una verdad subjetiva y escurridiza.