Mateo Blanco, el artista colombiano que llega al Museo de Arte DeLand de Orlando, Florida
Revista Diners
Mateo Blanco tiene 43 años y aunque nació en Estados Unidos está enamorado de Colombia. En su juventud estudió Bellas Artes en Medellín, la tierra de sus padres, donde aprendió del arte nacional de la mano de Débora Arango Pérez, la icónica artista, quien a través de sus pinturas retrató las figuras femeninas en los tiempos de violencia de Colombia.
Esto le abrió un camino en el mundo del arte que fue ampliando bajo la tutoría especial de Arturo Estrada Hernández, el pintor mexicano de Los Fridos, así como una fuerte influencia de Lola Vélez, la colombiana que fue estudiante de Diego Rivera y que se convirtió en la primera muralista femenina de Colombia.
Con estos maestros en el mundo del arte, Blanco perfeccionó su castellano y sobretodo lo que quería reflejar en sus obras a las que complementó con sus estudios de orfebrería y joyería en Medellín. El resultado han sido 25 años dedicados al arte en los que el colombo-estadounidense llegó a los cinco continentes con sus obras y que hoy hacen parte de colecciones privadas en lugares como: los museos Ripley ‘s Believe It or Not! de Nueva York, Londres, Ciudad de México y Copenhague; el Museo de Arte de Boca Ratón en la Florida, Estados Unidos, donde se encuentra la mayor colección de obras del artista.
Las obras de Mateo Blanco
Blanco mezcló el poder narrativo de la colorimetría en el mundo del arte con las figuras icónicas de la cultura pop de los Estados Unidos y el mundo. De ahí realizó los retratos de Dolly Parton con trozos de tela; Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey con granos de café; así como una escultura del beisbolista Hank Aaron, elaborada con chocolates y sus envoltorios.
Sin embargo, la obra que ha trascendido a nivel mundial, es el retrato de la actriz Jennifer Lawrence, hecho con 10.000 semillas de maní, convirtiéndose en su obra más viral en 2016.
“Una de mis obras más famosas es la bandera de los Estados Unidos en retazos de tela. Esta obra significa tanto para los americanos no solo porque es el símbolo más conocido, sino por como cada retazo era de una serie de momentos importantes para mi vida, todas mis luchas. Causó tanto impacto que constantemente me piden crear una Bandera con mi visión. Este año, cinco museos en los Estados Unidos me han pedido una versión de mi Bandera para su colección y en eso estoy trabajando actualmente”, explica el artista.
Estas obras llevaron a Blanco a una gira mundial en la que estuvo por Ciudad del Cabo, Sudáfrica; Ámsterdam, Países Bajos; Kuala Lumpur, Malasia; Queensland, Australia; Miami, Cayo Hueso, Ciudad de Panamá y Orlando, Florida; Gatlinburg, Tennessee; Isla del Príncipe Eduardo y Cataratas del Niágara, Ontario, Canadá; Ciudad de México, México; Nueva York y Bogotá Colombia.
Hopi Girl, lo nuevo de Mateo Blanco
El artista de raíces colombianas realizó una investigación sobre la tribu hopi, una etnia indígena americana de Arizona, la cual ha sido de gran influencia cultural para Estados Unidos. De hecho, es de las pocas tribus que dominaron gran parte del territorio norteamericano, conocido actualmente como las Cuatro Esquinas de los Estados Unidos, que son: Utah, Arizona, Nueva México y el suroeste de Colorado.
Su primer encuentro con los españoles fue en el siglo XVI donde los describieron como una tribu educada, con modales, civilizada, pacífico que contrastaba con las tribus guerreras que subsistían en su época del saqueo.
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Esta historia emocionó a Blanco, sobre todo porque aún es una etnia indígena vigente y que ha trascendido en la cultura pop, pues el peinado de sus mujeres quedó inmortalizado en la princesa Leia de Star Wars, quien adopta parte de la cultura ancestral de los hopi.
“Hopi Girl es uno de mis trabajos más emocionantes. Realmente significa mucho para mí porque la misma tribu me ha apoyado y publicado en sus medios esta obra que es un homenaje a su cultura y sus mujeres que representa la fuerza femenina desde entonces. Esta es una de mis obras con más influencia de los nativos americanos y colombianos”, explica Blanco.
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La escultura está elaborada con cuerda reciclada con el fin de hacer un llamado a la comunidad de artistas a cuidar el medio ambiente desde sus labores creativas. La Hopi Girl estuvo en exhibición por primera vez en la galería Rosenbaum Contemporary en Boca Ratón, Florida, donde se llevó el premio de participar en la exhibición temporal de Museo de Arte de Orlando, luego en el museo de Palm Beach y actualmente en el Museo de Arte de DeLand, donde ha sido la gran novedad de la exhibición.
“Las mujeres han sido protagonistas en mi vida. Desde mi abuela materna, mi madre, quienes también eran artistas, hasta las maestras Débora Arango, Jesucita Vallejo de Mora, estudiante de Pedro Nel Gómez y Lola Vélez, que me inspiraron a llegar a este punto de mi carrera”, explica Blanco.
Un colombiano destacado en el mundo del arte
De esta forma Mateo Blanco sigue consolidándose como un artista internacional y con su escultura Hopi Girl lo confirma. El artista de raíces colombianas está representado por Rosenbaum Contemporary, que tiene en su colección obras de Fernando Botero, Alexander Calder, Robert Indiana, Alex Katz, Roberto Matta, Frank Stella, entre otros artistas mundiales.