Leímos ‘La ciudad y sus muros inciertos’ de Haruki Murakami y el resultado es increíble
Óscar Mena
Haruki Murakami ha publicado más de una docena de novelas de las que salen a relucir Tokio Blues, Kafka en la orilla, 1Q84 y La muerte del comendador, además de varias colecciones de cuentos e historias de no ficción, las cuales han sido traducidas del japonés, al inglés, español y muchos otros idiomas. Sus historias contemplan interrogantes, como: ¿Qué pasaría si un mono se robara su nombre? o ¿qué consecuencias tendría perder la sombra? como sucede con La ciudad y sus muros inciertos, su más reciente novela.
Al escritor le bastaron 560 páginas para demostrar por qué es uno de los escritores más importantes de nuestro tiempo. Con una prosa inquisitiva y exploratoria, el japonés de 75 años convierte su ficción en un lugar nuevo que obliga al lector a romper con la realidad y a preguntarse cosas personales, de su infancia, sus traumas e incluso sus relaciones amorosas fallidas.
‘La ciudad y sus muros inciertos’ una novela casi imposible de concebir
Murakami terminó una novela que durante más de 40 años estuvo inconclusa, pues el título La ciudad y sus muros inciertos acompañó uno de los primeros relatos que publicó en la revista literaria Bungaku-kai en 1980. En esa época el escritor aún no tenía pinta de escritor y sus ideas no estaban lo suficientemente ordenadas como hoy, que es catalogado como un digno ganador del Nobel de Literatura.
Sin embargo, en esa época era el administrador de un bar de jazz, donde carecía del tiempo necesario para escribir, por lo que dos años después cerró este exitoso lugar para dedicarse por completo a la escritura y por fin darle forma a ese relato corto que alguna vez empezó.
Sin un plan exhaustivo, Murakami empezó a escribir lo que parecía la continuación de este relato, sin embargo, por capricho y de forma improvisada terminó creando un mundo completamente nuevo al que bautizó La caza del carnero salvaje. Así que volvió a intentar seguir con el relato original y para su sorpresa terminó con El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas de 1985, donde su carrera como escritor terminó por afianzarse y convertirse en un referente de la literatura japonesa a sus 36 años.
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Sin embargo, el título de La ciudad y sus muros inciertos nunca dejó de estar presente, como esa idea que se tiene antes de conciliar el sueño. No fue sino hasta 2020, en plena época de pandemia, que Murakami decidió enfrentarse a su propia creación y hacerle frente con sus años de experiencia y madurez a la inclemente hoja en blanco.
Fue así que sin mirar el reloj, el japonés pasó tres años escribiendo la novela encerrado en su casa, sin salir apenas. Al dar por terminada la novela, la dejó reposar para luego agregarle un segundo libro y luego un tercero, razón por la que tardó tanto tiempo sin volver a salir a la luz mediática.
Esa espina, que durante tantos años estuvo clavada, por fin fue sacada del lugar y puesta como un escenario perfecto para descrestar al más incrédulo y crítico de los lectores que existen en el mundo.
De qué se trata la novela de La ciudad y sus muros inciertos
Esta historia seguro la ha escuchado e incluso, capaz que la vivió en carne propia: un joven adolescente se enamora de una chica radiante, que desaparece de su vida. Ambos se cruzaron por casualidad en un concurso estudiantil de diferentes institutos por lo que su única forma de comunicación son cartas.
A través de extensas líneas poéticas y de amor fugaz, la joven le empieza a describir al protagonista una ciudad amurallada, el lugar donde ella vive, que a ciencia cierta no se sabe si es de este u otro mundo.
Luego, el joven enamorado deja de recibir cartas de su amada y aunque llame a su casa no tendrá respuesta, por lo que al pasar los años decide visitar esa ciudad amurallada, la que logra encontrar tal y como ella la describió, incluso con los detalles que se escapan de los límites de la lógica.
Un poco de literatura y música
Tanto autores internacionales de la talla de Gabriel García Márquez, como plumas históricas de su natal Japón aparecen entre líneas de esta novela que no tiene página mala. Murakami no escatima en recursos para poner todas las referencias que ha aprendido con los años en su más reciente novela.
Entre tanto, la construcción del relato logra llevar al lector a una realidad paralela donde no existe la magia, porque eso que parece irreal se convierte en un escenario de la vida cotidiana. En un principio parece una novela melancólica y de amores perdidos, pero evoluciona hasta convertirse en una guía de autodescubrimiento especialmente hecha para el lector.
No importa si es la primera o segunda vez que lee a Murakami, esta novela no tiene punto de comparación porque es la versión más completa y segura del autor sobre un relato que lleva gestando durante más de cuarenta años y, como un buen vino, su periodo de tiempo bajo las sombras le dio un tono emocionante y de alto valor.
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Además de ser una lectura fácil y dinámica -con 70 capítulos- podrá conocer los más profundos pensamientos de Murakami y las confesiones del escritor que empezó con un bar de jazz, género que cobra importancia dentro de la novela junto a The Beatles.
Sin duda, La ciudad y sus muros inciertos pone en duda la separación diáfana entre realidad e irrealidad o la existencia de una posible división entre ambos. El lector que se adentre en la novela encontrará que la realidad es relativa y que dependerá mucho de su visión de la vida para entender los diferentes mensajes entre líneas que Haruki Murakami ha dejado en esta agradable lectura publicada por TusQuets Editores y traducida directamente del japonés por Juan Francisco González Sánchez.