Las infinitas posibilidades de la literatura de Ricardo Piglia, 3 libros imprescindibles

En el que sería su cumpleaños número 82, le contamos por qué debería leer a este importante escritor argentino y por dónde puede empezar.
 
Las infinitas posibilidades de la literatura de Ricardo Piglia, 3 libros imprescindibles
Foto: Antología Personal, Anagrama /
POR: 
Santiago Gómez Cubillos

Ricardo Piglia solía decir que prefería los suplementos deportivos que los literarios. Defendía que solo en el primero se daban debates técnicos con análisis rigurosos y sofisticados, mientras que el otro tenía la tendencia de querer explicarlo todo otra vez. Era, según él, “como si al lector del deportivo le dijeran que un equipo de fútbol se forma con once jugadores, que hay un árbitro y que el juego consiste en meter la pelota en el arco contrario”. 

Irónicamente, con esta idea condenó a todos los periodistas que alguna vez se enfrentasen a escribir algo sobre su obra, en este caso, a mí. Sin embargo, el poder de recomenzar radica en la posibilidad de retrazar un camino lleno de historias que merecen ser contadas una y otra vez. Historias de un alter ego, de una dictadura, de una novela o de un delirio onírico; historias que convirtieron a Piglia en un faro para toda una generación. 

Han pasado 6 años desde que Piglia dejó en la Tierra su último aliento. Atrás, no solo dejó un legado literario que marcó la historia de Argentina y de la literatura latinoamericana, sino también una inmensa compilación de lecciones para aquellos que aspiran entrar con éxito dentro del mundo de la creación literaria. Ensayista, cuentista, crítico, novelista, pero sobre todo lector y maestro, Piglia estaría celebrando este año su cumpleaños número 82.

¿Por qué leer a Ricardo Piglia?

En un mundo en el que la industria editorial asemeja más a una fábrica de juguetes que a una empresa artística, por qué leer a uno u otro autor se vuelve una pregunta obligada para el lector que se ve constantemente enfrentado a un catálogo que parece inagotable. La vida, por el contrario, nos ofrece un número bastante reducido de obras que podremos llegar a leer, por lo que cada vez esta se vuelve una cuestión mucho más apremiante.

Hay muchas posibles respuestas a esta pregunta, por hoy me conformo con dos: una de Italo Calvino y una mía. Calvino, un prolífico escritor italiano del siglo XX, escribió un texto titulado ‘¿Por qué leer a los clásicos?’ en el que proporcionó varias razones que se pueden aplicar al caso de Piglia. Entre ellas, la más pertinente a mi criterio es la número VI: “Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir”. Y la literatura inagotable de Piglia parece cumplir con esa demanda.

Lo digo no solo porque la crítica en general está de acuerdo en ponerlo en la lista de imprescindibles de la literatura argentina junto con Borges, Pizarnik, Cortázar y Bioy Casares. Más bien porque su literatura parece un enorme ejemplo de una sentencia que alguna vez aplicó únicamente a los cuentos y es su capacidad de contener “dos historias”. Cada uno de sus libros devela apenas las primeras capas de un entramado que siempre esconde mucho más de lo que explican sus líneas.

La segunda razón, la mía, es un tanto más sencilla pero no por eso menos cierta y es la siguiente: leer a Piglia es aprender a leer. Esa actividad que juramos haber dominado después de pasar la primaria es de las primeras que parecemos dejar oxidar una vez que nos la deja de exigir una institución educativa y, además, es uno de los centros de interés más grandes de este autor argentino. “De algún modo, leer e interpretar a Piglia —como leer a Borges— es plagiar a Piglia como lector”, como afirmó Jorge Carrión en un artículo para The New York Time’s dedicado a su muerte.

Pocas veces se tiene la posibilidad de desglosar junto al autor un proceso literario, pero la extensa obra crítica de Piglia en la que explora la relación del lector con la literatura permite entrar a su obra desde otros ojos. A continuación hay tres recomendaciones de punto de partida de este universo, aunque si su idea es profundizar en este último punto, le recomendamos empezar por su colección de ensayos titulada El último lector.

Respiración Artificial (1980)

Respiración artificial, Ricardo Piglia
Crédito: Anagrama

Respiración Artificial teje una narrativa compleja que fusiona elementos de ficción y realidad. La novela se presenta como una investigación literaria llevada a cabo por el personaje de Emilio Renzi, quien busca desentrañar la vida y las obsesiones de su tío Marcelo Maggi, un crítico literario apasionado. A medida que Renzi explora los diarios de Maggi y se adentra en su pasión por la obra de Macedonio Fernández, la novela se convierte en una exploración fascinante de la identidad, la memoria y la literatura misma.

La novela se desarrolla en la década de los 70 en Argentina, un período marcado por la represión política y la censura. Piglia utiliza la novela para reflexionar sobre la relación entre la literatura y la realidad, al tiempo que aborda temas fundamentales de la historia argentina y la lucha por la verdad en un contexto de turbulencia política. En este contexto, Respiración Artificial se convierte en una obra literaria que refleja la complejidad de la narrativa y la búsqueda de la identidad en medio de la incertidumbre política y social, convirtiéndola en una lectura esencial para comprender el período y la literatura argentina.

Prisión Perpetua (1988)

Prisión Perpétua
Crédito: Anagrama

Edgardo Scott, escritor argentino, siempre recomienda este libro a quienes quieren empezar con la lectura de Piglia. “En Prisión perpetua está el mapa completo de sus libros que es, ante todo, un mapa concentrado de la cruza de géneros, el gran hallazgo y acierto de Piglia”, afirmó al medio Infobae al responder a la pregunta por su libro favorito de este escritor. 

Este libro está compuesto de dos novelas cortas que se mueven constantemente entre el relato policial, la novela histórica, el cuento y el diario para dar una visión caleidoscópica de un hecho en concreto: un asesinato. Gracias a una narración magistral en la que pequeños universos narrativos se van entrelazando poco a poco es que Piglia logra dar con esta obra, que parece ser una de las más representativas de su estilo literario. 

Los Diarios de Emilio Renzi (2015, 2016 y 2017)

Los diarios de Emilio Renzi, Ricargo Piglia
Crédito: Anagrama

A su manera este libro son muchos libros, como diría Cortázar, pero sobre todo son tres libros. Esta obra está dividida en tres volúmenes: Los años de formación, Los años felices y Un día en la vida, en los que seguimos nuevamente la vida de Emilio Renzi. Este personaje recurrente en la obra de Piglia se había convertido para este punto en una especie de alter-ego, aunque el escritor alguna vez precisó su diferencia con él: “Emilio Renzi tiene la particularidad de poder vivir todas las vidas que yo no pude”.

A lo largo de los tres volúmenes, Renzi reflexiona sobre su propia vida, sus experiencias como escritor y crítico literario, y su relación con otros escritores y figuras literarias destacadas. Estos diarios ofrecen una visión profunda y multifacética de la literatura argentina y la vida intelectual, al tiempo que exploran la evolución de la identidad del personaje a lo largo de las décadas, brindando una inmersión en el mundo literario argentino y en la mente de un escritor en constante búsqueda de su voz y su lugar en la literatura.  

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abril
22 / 2024