¿Cómo afecta el uso de la Inteligencia Artificial a la creación literaria?
Revista Diners
Hoy en día parece que no existe dominio que no haya sido atravesado o cambiado de alguna manera por la Inteligencia Artificial. Se utiliza para crear imágenes, editar audios y, sobre todo, escribir textos. Textos de todo tipo, desde la redacción de argumentos de defensa en casos judiciales, hasta novelas y poemas de amor. Esta última tendencia ha abierto preguntas sobre los límites que una tecnología como esta puede tener y de cómo afectará el futuro desarrollo del arte.
Hay quienes afirman que este fenómeno es más que una tendencia, y que el futuro de la creación literaria va a estar mediado desde ahora y para siempre por las herramientas de inteligencia artificial. Mientras que otros se aferran a la idea de que la capacidad creativa de los humanos no podrá ser superada jamás por una máquina, algunos llegan hasta a afirmar que esta tecnología no debería siquiera tener un lugar en el arte.
Si bien el debate no tiene una solución definitiva, sí podemos remitirnos a los hechos que demuestran que la inteligencia artificial no solo ya interfiere en estos campos artísticos, sino que ha revolucionado la forma en la que entendemos la literatura.
Libros escritos con Inteligencia Artificial
En mayo de este año se conoció la historia de Tim Boucher, un hombre que había escrito 97 novelas utilizando Chat GPT. Cada escrito le tomaba más o menos entre unas 6 y 8 horas para completar y, una vez terminado, Boucher utilizaba Midjourney para ilustrar cada una de sus historias, que posteriormente subía a la plataforma de Gumroad, en la que los vendía por entre 1.99 y 3.99 dólares. Con esta técnica, el ‘autor’ afirmó haber ganado más de 2.000 dólares.
No obstante, Boucher no fue la primera persona en apoyarse en herramientas de inteligencia artificial para escribir. Cuando la autora de novelas de misterio Jennifer Lepp se vio metida en un bloqueo creativo mientras escribía una novela que tenía que entregar tres días después, decidió recurrir a Sudowrite, una inteligencia artificial que prometía enriquecer cualquier tipo de texto.
Desde entonces, Lepp, que firma sus obras con el pseudónimo Leanne Leeds, utiliza frecuentemente esta herramienta para apoyarse en la escritura de sus libros. “Es mi historia, mis personajes, mi mundo. Se me ocurrió a mí. ¿Y qué pasa si las escribió un computador?”, afirmó la autora en una entrevista con The Verge.
Antonio Caballero, periodista y escritor colombiano fallecido en 2021, solía decir que la escritura de su novela ‘Sin Remedio’ le había tomado aproximadamente 12 años, mientras que ahora son cada vez más y más los escritores que, con ayuda de herramientas de escritura, logran acortar significativamente el tiempo que demoran en producir una obra. ¿Son comparables las dos cosas?
La pregunta por el arte
Las obras creadas con inteligencia artificial, ¿cuentan como arte? Esa es una de las preguntas clave que se han puesto sobre la mesa en este debate. Para muchos, una de las grandes limitaciones de la tecnología es la transmisión de la experiencia humana. Como afirmó la escritora Laura Mas durante la Feria del Libro de Madrid de este año: “La creatividad nace de las entrañas del ser humano, no creo que sean capaces de hacerlo por muy perfectas que sean”.
Para otros, el tema es un poco más complejo, debido a que muchas de estas herramientas se alimentan de textos ya escritos para después producir los suyos. Por lo tanto, el debate no se reduce a la pregunta por el arte, sino a la pregunta por la propiedad intelectual. ¿Se puede interpretar como ‘robado’ todo lo que fue escrito con Inteligencia Artificial?
Una carta abierta escrita por el Sindicato de Autores y dirigida a varias compañías responsables de la creación de estas tecnologías de inteligencia artificial dice que sí. “Las tecnologías de IA generativa basadas en grandes modelos lingüísticos deben su existencia a nuestros escritos. Estas tecnologías imitan y reproducen nuestro lenguaje, nuestras historias, nuestro estilo y nuestras ideas”, afirma el texto que fue firmado por más de 15.000 autores entre los cuales estuvieron Margaret Atwood, Michael Chabon y Nora Roberts.
Sea tendencia, fenómeno o debate, es necesario aceptar que la inteligencia artificial ya atraviesa el campo de la literatura. Por lo tanto, es importante reconocer cuáles son sus límites y plantearnos preguntas sobre las cosas que nos parecen más importantes en una obra, ¿la calidad artística o la calidad humana?
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