Cinco planes para un fin de semana de arte por Bogotá

Dominique Rodríguez
Es indudable que la Feria Internacional de Arte de Bogotá, artBO, convoca. Y dinamiza. Gracias a su despliegue enorme, en donde llegan a la capital algo así como 200 invitados de alto nivel internacional y de otras regiones del país, entre curadores, coleccionistas, artistas, periodistas y gestores, las galerías, museos e instituciones culturales han aprovechado estos días para activar sus fuerzas y presentar lo mejor de sus propuestas y poderse así conectar con una ciudad ávida de arte.
1. Odeón: buena propuesta
Hay que empezar resaltando una iniciativa que empezó hace tres años y hoy se nota vigorosa y atractiva. Se trata de la feria de arte contemporáneo Odeón. Este año, más que el pasado, llega recargada y, no son pocos los que han dicho que la han disfrutado más que la propia artBO. Hablan en términos de frescura, de riesgo y de heterogeneidad. Dibujos de gran formato conviven con instalaciones in situ, bordado en papel, poster y camisetas, pintura, fotografías y uno de los famosos performances de Marina Abramovic, de 1977, que presenta Efraín Bernal, antiguo director de La Fábrica, de España. Su propuesta este año es más desigual que artBO, y allí radica su riqueza. No se toma tan en serio y eso refresca. Es el caso de Sandra Montenegro Contemporary Art que presenta una serie de objetos realizados por el cubano Reynier Leyva Novo, quien, nacido muchos años después de la Revolución, tiene una lectura bastante más irónica –y mercantil (hace posters con los enunciados marxistas, camisetas con estampados, un libro con la palabra revolución repetida ad infinitum)- del hito histórico, mostrando con inteligencia su anacronismo; Andrés Arango, por su parte (Lokkus Arte Contemporáneo) hace a la manera de los costumbristas del siglo XIX, las escenas de nuestro presente en graciosas acuarelas: Reno Mágico es una zorra arrastrando un Renault, por ejemplo; Mario Arroyabe (Galería SGR) construye unas imágenes que no dejan de ser un imposible visual: fotografía desde las alturas los movimientos de un equipo de nado sincronizado y los suma en una misma imagen presentándolos simultáneamente. Galería Mü presenta unas fotos de Kahn & Selesnick que bien podrían ser unos sueños o construcciones surreales y Studio 488 junto con Galería Fiebre presentan a Lola García Garrido con una imagen espléndida: una mujer acurrucada frente a una gallina gigante, ambas minúsculas en la inmensidad del paisaje. Y Camilo Bojacá hace una intervención en el jardín del teatro que señala la inestabilidad, y el peligro, ambos vencidos por el sueño de tener un hogar.
2. Las galerías se fueron de noche blanca
Hubo grandes inauguraciones, una de ellas, la del brasileño Marcius Galan, en NC Arte. Sus Diagramas son impactantes instalaciones que van modificando el paisaje de la galería. Ejercicios visuales que hipnotizan a quien los mira y que, a su vez, engañan a la vista. A su lado (aunque ya había sido inaugurada), en Alonso Garcés Galería, la más reciente video instalación de Clemencia Echeverri, donde en ambos trabajos presentados (uno de ellos estaba en el 43 S(I)NA de Medellín) produce una tensionante sensación de encierro y de que algo está por suceder. Es un buen efecto de incertidumbre. Arriba, en la sala pequeña de la galería, Garcés le rinde un homenaje a Manolo Vellojín (como en artBO también) en donde presenta un trabajo bastante desconocido de este artista fallecido hace unos meses. Se trata de unas especies de relicarios de textiles, muy delicados y conmovedores. Valenzuela Klenner también expone a unos de los artistas que presenta en la feria, Elkin Sánchez, quien ha venido construyendo una obra alrededor de las prácticas desviadas de la guerra como la compra ilegal de armamento o una toma guerrillera, por citar algunos. Saliendo de la Macarena, y yendo hacia el norte, Sextante presenta obra reciente de Luis Fernando Pelaéz; Flora, una muestra de Mark Dion, junto a la bellísima exposición de Susana Mejía y La Central, una obra poderosa de Carlos Motta, siempre explorando el tema de la sexualidad, esta vez desde lo ritual. En Casas Riegner, se inauguró una muestra de Ícaro Zorbar y Pedro Gómez-Egaña, ambos muy afines al sonido y las máquinas. Muy cerca, en Nueveochenta puede verse Talento pirata de Jaime Ávila, quien presenta también en artBO un retrato de un vendedor de carteras chiveadas construido de cajas de cds, también piratas.
4. Estudios Las Nieves, grandes éxitos de ayer
En el segundo piso del edificio de Las Nieves, Art Nexus inauguró una interesante muestra curada por Jaime Cerón. Se trata de piezas icónicas del arte colombiano reciente (un infiltrado, y por eso lo pone al inicio, es el chileno Alfredo Jaar, pero cabe porque tiene un letrero de neón de Cien años de soledad), que pasan por los jaguares de Miguel Ángel Rojas (y un dibujo de coca), la casita roja de Davivienda de Wilson Díaz, los mapas intervenidos de Luis Hernández Mellizo, una talla de un “árbol” de papel de Miler Lagos, una poderosa esfera de cajones de madera junto a una irrupción de rinocerontes de Alejandro Tobón, una estructura de metal fracturado de Johanna Calle, varias piezas religiosas de José Alejandro Restrepo, una tusa de dientes de Carlos Castro, una impresionante fotografía de Juan Manuel Echavarría y un par de fotografías de revólveres tallados de Elkin Sánchez.
5. Sigue el Caballero
Muchos aprovecharon para hacer el recorrido de las ocho obras concursantes del Premio Luis Caballero durante este fin de semana. Hasta el 2 de noviembre se podrán visitar los espacios con las propuestas de los artistas. El sábado fue la última contemplación de José Alejandro Restrepo, uno de los participantes, quien durante las últimas cuatro semanas presentó varios performances que denominó “Ejercicios espirituales”. El cierre recordó una intervención que había realizado hace dos años en el Museo Nacional de Colombia, en donde su protagonista, El caballero de la Fe, recuerda el temerario pasado de un hombre que le entregó su alma a la muerte. (Vea en video el recorrido por el Premio Luis Caballero)
6. Pero yo soy el tigre: María José Arjona
Inició el performance de María José Arjona en una impresionante bodega del centro de Bogotá y que durará hasta el 22 de noviembre (todos los días, excepto el domingo, de 10 a 4 de la tarde). La artista recoge ceremoniosamente los fragmentos de una casa demolida y los va disponiendo lentamente en otro lugar de la sala, mientras se oye el conteo de cada piedra que alguna vez fue un hogar. En cuatro lugares de la sala reposan unas tablas que irán conteniendo los elementos más extraordinarios que la artista vaya encontrando en esa pila de escombros. Un trabajo de arqueología que seguramente cuando termine será muy contundente. A las 3 de la tarde paró, se sentó en una mesa y frente suyo una tatuadora le empezó a imprimir una serie de números en su brazo derecho. 679 – 2536 – 4686 uno encima del otro. Al terminar, subió las escaleras, dio tres campanazos y se fue. (Vea El tiempo de María José Arjona)