Museo del Oro Quimbaya: una obra de arte restaurada

Al entrar a Armenia por la Autopista del Café, vía que conecta las tres capitales del Eje Cafetero, un edificio se destaca en el paisaje: el Centro Cultural Museo del Oro Quimbaya, un ícono del arquitecto Rogelio Salmona.

El espacio fue inagurado en 1986 por el Banco de la República con el fin de crear un lugar que conservara y divulgara el arte de los antiguos pobladores de la región: la etnia quimbaya, famosa por su arte en orfebrería y cerámica.

Desde entonces, el edificio ha sido testigo de la historia de la ciudad. Incluso, sufrió las consecuencias del terremoto que golpeó la región en enero de 1999. En ese momento los problemas arquitectónicos y de infraestructura comenzaron a agudizarse.

Por esto, en marzo de 2019 el museo cerró sus puertas para iniciar un proceso de recuperación y conservación, que culminó el pasado 16 de junio de 2022, cuando reabrió sus puertas al público. 

“Levantar la piel del edificio”

El proyecto que propuso el Banco de la República para la restauración de este lugar, que en 1988 ganó el Premio Nacional de Arquitectura, se alineó con cuatro objetivos principales; fortalecimiento de servicios culturales; intervenciones arquitectónicas para preservar los valores patrimoniales; intervenciones para la accesibilidad, inclusión y sostenibilidad; e intervenciones paisajísticas.

“Todo el mundo nos pregunta por qué cerramos tanto tiempo y la respuesta es que fueron dos años dedicados a restaurar una obra de arte. Para esto debimos levantar la piel del edificio. Fue algo muy bonito, porque se levantó ladrillo por ladrillo, se enumeraron, se cambiaron las redes hidráulicas y cada uno se volvió a colocar en su respectivo puesto”, asegura Luz Estella Gómez, jefe cultural del Centro Cultural Museo del Oro Quimbaya.

Al recorrer los 10.000 metros cuadrados que abarca este complejo saltan a la vista los nuevos elementos. En el tema de la sostenibilidad, “se incorporó al diseño original la reutilización de las aguas lluvias para el riego de las plantas, el sistema sanitario y para la atarjea que recorre el edificio, diseñada por Salmona”, explica Gómez.

Estos caminos de agua que recorren el espacio fueron concebidos por el arquitecto como representación de los ríos que atraviesan el territorio colombiano. Sin embargo, habían dejado de funcionar años atrás debido a filtraciones. A lo anterior se sumó la instalación de una nueva serie de paneles solares.

Además, se crearon accesos para el público con movilidad reducida. Estos a su vez permitieron la reapertura de las terrazas del edificio, inhabilitadas desde hace 23 años.

Paraísos y jardines en el Museo del Oro Quimbaya

Para inaugurar el centro cultural, el Banco de la República decidió hacerlo en dos fases. La primera fue la apertura de los espacios para la comunidad, en junio pasado. La segunda fase será en 2023, con la llegada del nuevo montaje del Museo del Oro Quimbaya, para la que apartaron dos salas de exposiciones del complejo.

Sin embargo, para celebrar el regreso de los visitantes este espacio presenta la exposición temporal Paraísos y jardines: representaciones de la naturaleza domesticada. “Es una muestra pensada especialmente para Armenia. Cuenta con 79 obras de 44 artistas, desde el siglo XVII hasta el siglo XXI. Todas hacen referencia al jardín, al paraíso y al edén”, cuenta la jefa cultural del centro.

Curada por Luis Fernando Ramírez Celis, la exposición se divide en cuatro momentos centrales –con piezas de pintura, dibujo, grabado, video e instalaciones–; Utopías, una introducción que conecta el jardín como aquel espacio construido como un ideal; Edén, que hace referencia al ideal religioso, en el que los seres viven en completa armonía; Jardines, parques, flora y fauna, que mezcla la representación de jardines reales, urbanos y el interés por la botánica; y Jardín florido, que relaciona el uso de las flores y la simbología de sus elementos con la muerte y la idea del paraíso prometido.

“Encontré puntos en común entre obras que hablaban sobre jardines. Luego esta idea coincidió felizmente con el trabajo que estaban haciendo en el edificio de Salmona y con la idea del jardín arqueobotánico. Es una muestra hecha especialmente para este centro cultural. Incluso hay obras que nunca habían salido de Bogotá y que son destacadas de la colección del Banco de la República”, explica Luis Fernando Ramírez Celis.

Reconocidos artistas colombianos como Antonio Caro, María Fernanda Cardoso, Miguel Ángel Rojas, Álvaro Barrios y Emma Reyes forman parte de la muestra, que se puede visitar de manera gratuita. 

Actividades para la comunidad

Más que un museo, esta propuesta busca atraer a la comunidad a sus distintos espacios. Para esto, el Banco de la República creó un recorrido digital titulado La arquitectura y el paisaje. Esta iniciativa permite recorrer el lugar al tiempo que descubre la intención de Rogelio Salmona con el diseño. 

Además, con el ánimo de crear una sala de exposiciones experiencial, el museo creó el jardín arqueobotánico. El proyecto consiste en un sendero entre plantas, palmeras ornamentales y surcos de agua para sentir las bondades del paisaje cultural cafetero.

“El jardín arqueobotánico es el resultado de la investigación de los arqueólogos de la región, que han indagado en los vestigios de las semillas que hay en los restos cerámicos. Las familias custodias de semillas del Quindío fueron las encargadas de sembrar las plantas en compañía del Museo del Oro y el Banco de la República”, detalla Luz Estella Gómez.

El centro cuenta, además, con una sala infantil renovada, un nuevo auditorio, una cafetería y el Centro de Documentación Regional. “La intención es que cualquier persona pueda venir y recorrer el espacio a su antojo e, incluso, quedarse a hacer vida aquí”, concluye Gómez. 

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