Seis colombianos que se ganaban la vida haciendo crucigramas en los años 80
Pilar Tafur
Publicado originalmente en Revista Diners Ed. 119 de febrero 1980
El crucigrama, que según las encuestas es el pasatiempo más popular del mundo, tiene origen que se disputan furiosamente ingleses y norteamericanos. Pero, cualquiera sea su paternidad, se trata de un juego de palabras bastante reciente pues solo fue inventado a principios de este siglo.
Los compatriotas de la reina Isabel afirman que el crucigrama nació entre las rejas de una cárcel de El Cabo, en Sudáfrica. Afirman que este juego de palabras verticales y horizontales fue el fruto de largas horas de meditación del penado 732. Este recluso era un ciudadano inglés, condenado a varios años de cárcel por haber causado la muerte de su esposa en un accidente de automóvil, por conducir en estado de embriaguez.
Hacia 1915 un periódico londinense inició la publicación diaria de sus crucigramas. De la lejana ciudad de El Cabo había llegado un grueso sobre lleno de estos acertijos y una carta al director en la que el penado 732, Víctor Orville, explicaba el jueguito. Cuando terminó su condena, el recluso ya era millonario y el mundo entero resolvía crucigramas. Al morir en 1940, sus familiares colocaron sobre su tumba una lápida con esta inscripción en forma de cruz: ORVILLE.
Los norteamericanos aseguran que ellos son los verdaderos creadores del crucigrama. Y es cierto que se anticiparon en su publicación a los ingleses en casi dos años. El primer juego de palabras cruzadas apareció en el diario New York World el 21 de diciembre de 1913.
Su autor, para enredar más la cosa, fue otro Inglés, el periodista Arthur Wynne. Fue también él quien inventó los cuadros negros para separar las palabras. Wynn trabajó casi toda la vida en los diarios de la cadena periodística Hearsty descansaba de sus labores diarias tocando violín. Diecisiete años después de su debut la popularidad del crucigrama era tal que el término recibía acogida en los diccionarios.
Colombia no se ha marginado ni muchísimo menos del boom de los crucigramas. Todos los diarios del país publican en cada entrega un juego de palabras cruzadas. Otro tanto hacen las revistas y son varias las publicaciones especializadas en este pasatiempo que se editan en el país.
Diners les puso a los crucigramistas que trabajan en los periódicos y revistas bogotanos para que cada uno hiciera entrega de su crucigrama predilecto y además, nos contarán las argucias de su oficio.
Federico Rivas “Fraylejón”
“Primero se inventa el chiste, luego la palabra”
Foto: Archivo Diners.
Con su infaltable gabardina, un torcido corbatín y un bastón en la mano derecha. Federico Rivas Aldana. Fraylejón, llega a las oficinas de “El Tiempo”, donde lleva medio siglo elaborando crucigramas, ideando chispazos, escribiendo notas de historia y destilando humor por todos los poros.
Frailejón es el rey de los crucigramistas colombianos. Todos ven en él al gran maestro y reconocen que difícilmente podrá igualársele en ingenio y gracia para redactar sus definiciones. El asegura que el truco consiste en inventar primero el chiste y luego la palabra, cuando la mayoría de los crucigramistas consiguen primero una palabra de 9 ó 10 letras y luego gastan horas encontrando una buena definición.
Fraylejón ya cumplió 80 años pero sigue tan campante, elaborando sus crucigramas en un dos por tres, inventando un chiste en cada palabra y llevando aguacates y frutas a las redactoras y secretarias que prefiere.
Aunque el primer crucigrama que publicó en “El Tiempo” el 9 de julio de 1933 era muy serio, la mejor manera de ilustrar su estilo es dejando constancia de algunas de las definiciones que frailecito como lo llaman sus colegas ha inmortalizado.
Ernesto Andrade
Foto: Archivo Diners.
Ernesto Andrade Talero ha logrado sacarles tiempo a su profesión de ingeniero a su vocación de todero y a su vena de mecenas de pintores primitivistas para elaborar los crucigramas del suplemento dominical del diario “La República” y de su revista “Acuarela”.
“He sido el autor de más de 500 crucigramas, la mitad de los cuales han sido publicados. Creo que los más difíciles que se publican en el país son los de Frailejón, pero el que más me gusta es el mío”. Ernesto tiene 32 años pero no recuerda a qué edad empezó su pasión por los pasatiempos. Adora resolver crucigramas y los demás parientes de este juego de palabras: “Soy un excelente deportista… de salón”.
Luis de Castro
De aficionado a autor
Foto: Archivo Diners.
Para Luis de Castro, crucigramista de cabecera de “El Vespertino” y frecuente autor del crucigrama de “El Espectador”, la clave del éxito consiste en matizar las definiciones con un toque de humor y no frustrar a los lectores con juegos de palabras tan difíciles que resulten imposibles de resolver. “Cada juego de palabras cruzadas debe ser una pequeña y amena lección. Los crucigramas son ideales para aprender historia, geografía, ortografía y vocabulario”, apunta el conocido periodista.
De Castro pasó de aficionado a autor de crucigramas por pura casualidad: hace varios años el crucigramista de “EL Vespertino” falleció de repente y para solucionar la emergencia el periodista tuvo que ponerse a pensar en verticales y horizontales. “Fraylejón ha sido mi maestro indirecto”, apunta.
Fernando Vásquez
“Prepara un diccionario para Crucigramistas”
Foto: Archivo Diners.
Fernando Vásquez Rodríguez tiene un íntimo amigo: el diccionario. Gracias a él se ha familiarizado con las palabras a tal grado, que casi podría diseñar sus crucigramas con los ojos cerrados.
Fernando estudia Derecho, tiene 24 años y lleva 10 elaborando acertijos para distintos diarios y revistas. Actualmente prepara los pasatiempos de las revistas Elenco y Carrusel del diario “El Tiempo” y colabora con las publicaciones especializadas “Pepazos”, “Rompe-cráneos” y “Crucitemas”.
Fernando cree que los crucigramas, más que una pasajera diversión, son un medio de cultura. Por eso a él le encantan los que versan sobre un mismo tema. Y actualmente está preparando un diccionario para crucigramistas que editará a fines del año.
“El crucigramista no debe trabajar sobre el mismo esquema de crucigrama porque se pierde originalidad y el pasatiempo se vuelve un cliché. Siempre debe mantenerse una renovación de palabras y definiciones”, concluye.
Germán Navas
El más joven de los crucigramistas
Foto: Archivo Diners.
Germán Navas Navas, con sólo 14 años, es el más joven de los crucigramistas colombianos. Este muchacho que acaba de empezar cuarto de bachillerato en el Colegio Americano elabora los crucigramas de tres revistas de distinta índole:
“Hit”, “500 Millas” y “Consigna”. Curiosamente, Germán adora elaborar sus propios crucigramas pero detesta resolver los que se inventan los demás. Hace seis meses su padre, un experto crucigramista, le pidió que le ayudara y Germán resultó tan hábil que pronto el padre se dejó desbancar para que el muchacho empezara a ganarse la vida”. “Desde entonces he mejorado mucho en ortografía y castellano”, puntualiza.
Iván Olarte
“Prefiero otros pasatiempos al crucigrama”
Foto: Archivo Diners.
“El trabajo mío es la diversión de los otros”, afirma el estudiante de sicología Iván Olarte Casallas, quien desde hace seis años elabora diariamente el crucigrama del periódico “El Espacio”. Bogotano, de 22 años, Iván no conserva la colección de más de 2 mil crucigramas de 10 horizontales y 10 verticales que ha creado en estos años de estudiante.
“Yo me demoro una hora para realizar el borrador de cada crucigrama. Pero tal vez por lo que trabajo con las palabras cruzadas prefiero invertir mi tiempo libre en otros pasatiempos”.
Ejemplo de crucigrama de la época:
Más pelada que un plátano: maja.
Cambio de babas: beso.
Cinta azul y proceder villano: godo.
Grado que no se puede adquirir sino después de ser mayor: coronel.
Llegó la hora de levantarnos mija: a.m.
Los lindos ojos de la amada: negros.
Se pone colorado cuando le sacan el mugre: ojo.
Niñas con diferentes puntos de vista: bizco.
Voz animal muy amada por mi General Rojas: vaca.
Bueno para el frío: ron.
Insípido, sin gracia: anón.
Lo hace el viejo verde: oso.
Número romano: Cleopatra.
De tiempos de Arturito Abella:.A.C.
Las buscamos en las páginas amarillas y las llevamos a vespertina: número.
Nombre de un general español de la Independencia que hace más altas a las mujeres: Tacón.
Elementos de cocina donde nos tiene la emergencia económica: olla.
Nombre masculino que empieza por eme: Emeterio.
Nombre femenino que no existió para los rojos durante los mandatos conservadores: Clemencia.